lunes, 9 de agosto de 2010

LA HERENCIA DEL FUJIMONTECINISMO

Por: Percy J. Paredes Villarreal

Durante la década de los ochenta del siglo pasado, al cual se le denomino “Década Perdida”, debido a la grave crisis económica en que vivió nuestro país, y América Latina; por lo que, se tuvieron que implementar una serie de medidas recomendadas por los Organismos Financieros Internacionales, y del Consenso de Washington, logrando el retroceso del Estado dentro de la sociedad, al cual se le denomino neoliberalismo. Se dieron una serie de cambios en la cultura política.

En aquella década nuestro país, salía de una etapa dictatorial, dándose inicio a la etapa de transición democrática, generando mucha expectativa; pero lastimosamente no se pudo concretizar el fortalecimiento de la democracia representativa, ni del mejoramiento de la calidad de vida.

Nuestro país, al finalizar esa década, nos encontrábamos con un alto índice de inflación, la crisis de los partidos políticos y el surgimiento de los movimientos independentista, el terrorismo y la guerra sucia; y lo que se pudo notar con mucha frecuencia, era la corrupción en las esferas del Estado.

Neoliberalismo, Autoritarismo y Corrupción, en la década de los 90:

El surgimiento y triunfo de los independientes, a finales de la década de los 80, del siglo veinte, en las elecciones municipales; configuro una nueva mirada de la política Nacional y local; que a posteriori, también se pudo demostrar en las elecciones presidenciales. Donde Alberto Fujimori, ex rector de la Universidad La Molina, y presidente de la Asamblea Nacional de Rectores, pudo ganarle al prestigioso intelectual, escritor y novelista peruano, Mario Vargas Llosa, quién ingreso a la política a raíz de la supuesta estatización de la banca.

El escritor de “La Ciudad y Los Perros”, no pudo ganar en esta contienda electoral, ya que la votación fue a favor de un ingeniero agrónomo, al cual se le llamo el “chinito”, cuya propaganda era la de un tractor y su símbolo era “Cambio 90”; del mismo modo, proponía no al shock, ni a la política neoliberal. Pero, al asumir la presidencia de la republica, se convirtió en aliado de los Organismos Financieros Internacionales y fiel cumplidor de las políticas neoliberales y del “Consenso de Washington”.

En la década de los 90 del mismo siglo, ya se hablaba de una relación estrecha entre Fujimori-Montesinos, lo cual implicaba entender o interpretar algunas hipótesis como: 1) Quien comandaba y dirigía el Estado era Montesinos, Fujimori solamente era un instrumento o una careta; 2) Que Montesinos era un instrumento de Fujimori, y quien decidía la política de Estado era el Presidente de aquel entonces; 3) Que ambos se habían unido para tener el control del Estado; por lo tanto, se encontraban en constante comunicación.

Además existía una relación muy estrecha entre el gobierno de Fujimori, con: las Fuerzas Armadas, la Iglesia, los grupos de poder y los organismos financieros internacionales; quienes fueron los cómplices y los que avalaron las diversas acciones que el gobierno del autócrata comenzó a disponer, como fue: el Autogolpe de Estado, la persecución a muchos políticos de oposición, la violación a los derechos humanos, a cargo del famoso grupo COLINA (Comando de Liquidación a Nivel Nacional), la implementación de las políticas neoliberales, etc.

Podemos resumir en algunos aspectos la política del Estado, que en aquella década se comenzó a diseñar y trabajar. Tales fueron:

1. La implementación de la política neoliberal, basado en la privatización de las empresas publicas; despido masivo de trabajadores del Estado; reforma y reestructuración del Estado; la economía de mercado como ente regulador de los precios, consolidación de un Estado Policiaco, profundización de la extrema pobreza, desocupación y desempleo.

2. Crisis de los Partidos Políticos, transfuguismo, vientre de Alquiler de los Partidos Políticos, clientelismo, autoritarismo, crisis de la democracia representativa. Podemos citar el cambio de partido político de Fujimori, de acuerdo a tipo electoral que se realizaba. Fujimori participa en el proceso electoral del año 1990, con el Movimiento Cambio 90, posteriormente cuando irrumpe la democracia y luego convoca a elecciones, lo hace con el Movimiento Nueva Mayoría; seguidamente, en el proceso electoral Municipal, lo hace con el símbolo “Vamos Vecino”; luego, participa con el Movimiento Político Perú 2000. De esa manera, muchos de sus dirigentes, se van cambiando de partido y de camiseta de acuerdo a las directivas que remitía Fujimori.

Del mismo modo, dentro de esta coyuntura política, se genera renuncias masivas de dirigentes y políticos, que pertenecieron a diversos partidos políticos de Derecha e Izquierda para incorporarse a las filas de los Fujimoristas. Uno de los últimos casos del transfuguismo a fines de la década de los 90, fue el video donde se ve al hermano del actual candidato Alex Kouri recibiendo dinero de Montesinos, a cambio de que renuncie al partido de Toledo, por el que fue elegido, y se incorpore al partido de Fujimori; y de esa manera, tener mayoría y controlar el Congreso de la República.

3. Corrupción en todas las esferas del Estado, generando más desempleo o pobreza. En aquella época se vieron una serie de actos de corrupción, como: el vinculo del asesor del presidente con el narcotráfico; la compra de armas irregulares durante el conflicto de el hermano país del Ecuador; la compra de conciencia a congresistas, artistas de televisión, dueños de canales de televisión, funcionarios públicos, jueces, etc.; la venta de las empresas públicas a bajo precio, fueron filmados visitando la oficina de Montesinos y también recibiendo algunos beneficios y ventajas a su favor.

De esa manera, este tipo de cultura política se vivía en el Perú durante la última década del siglo pasado; por lo que, la crisis del Estado y el modelo económico y político existente, demostraba la situación crítica y caótica en que nos encontrabamos. Pero, estos males, no trajeron ningún resultado positivo; por el contrario, ha seguido impregnando en nuestros gobernantes hasta la actualidad; permitiendo mantenerlo como modelo de una nueva cultura política, demostrando la continuidad del Fujimorismo.

La Nueva Cultura Política del siglo XXI:

La caída de Fujimori y Montesinos, demostró un Estado Corrupto y neoliberal, que se encontraba en crisis. Por lo que, significó el deterioro de la política y sus respectivos partidos, se vieron muy afectados, a través del transfuguismo y el clientelismo.

Estamos a una década de la caída del Fujimontecinismo, producto de una serie de hechos que generaron un descontento en la población; pero a la vez, implico una fuerte crítica y rechazo a la política económica, social y en particular a la corrupción, en que se desenvolvía el gobierno de Fujimori; motivo por el cual, se comenzaron a realizar una serie de movilizaciones a nivel nacional demostrando una lucha tenaz contra el régimen que quería entornillarse, y mantenerse en el poder.

Han pasado más de una década, en que por el Estado Central han pasado tres gobernantes; la transición democrática de Valentín Paniagua, la gestión de Alejandro Toledo y la de Alan García (esta por culminar); pero lo que podemos notar y ver, que las cosas siguen igual, y lo que nos dejo Fujimori, se sigue manteniendo dentro de la sociedad y del Estado.

Este legado, se puede resumir de la siguiente manera:

Primero, la implementación de las políticas neoliberales, en lo que respecta a la privatización de los principales recursos naturales, existente en nuestro país, y que se sigue dando; tal es así que, el gobierno actual desoye los reclamos de las regiones ante la venta del gas que se está exportando; el caso de las regalías de las Mineras, Doe Run, la telefonía, los Servís, etc.

Del mismo modo, la experiencia del baguazo, también esta demostrando la intransigencia de un gobierno y un Estado, de no querer dialogar ni reconocer su error. Por el contrario, esta planteando desconocer el Convenio Nº 169 de la OIT, obstaculizando la decisión del Congreso, en el sentido de que los propios indígenas deben decidir sobre el futuro de sus tierras; por lo que, pareciera que, Alan García se siente muy comprometido con las transnacionales en privatizar los espacios territoriales, que es lo poco y último de nuestros recursos naturales que contamos.

Podemos, interpretar que dentro del modelo ortodoxo neoliberal, que se implemento a lo largo de estos últimos 20 años, se ha venido dando una serie de cambios; donde notamos algunas innovaciones existentes desde el Estado con respecto al rol que tuvo en la década de los 90, y el actual rol que viene cumpliendo.

En sus inicios, la aplicación del neoliberalismo, no tomo en cuenta las políticas sociales, ni diseño políticas públicas vinculadas con la lucha frontal contra la pobreza extrema, como lo está realizando el actual gobierno. Eso significa entonces, que el Estado actual esta interesado más en los temas sociales y la lucha frontal contra la pobreza; del mismo modo, la descentralización del Estado, etc.; pero en lo económico, sigue creyendo en la economía de mercado y en la empresa privada.

Estos cambios se dan a raíz de la crisis económica que viene sufriendo los diversos países del mundo; y que, ha significado la quiebra de diversas empresas productivas, de servicios y financieras. Desde el año 2008, en que Estados Unidos tuvo la grave crisis económica, pasando por Grecia y últimamente ha sido España, que hasta la fecha no logra superar la situación económica en que se encuentra.

Por lo que, ahora consideran la presencia e importancia del Estado para salvaguardar los intereses de las grandes empresas financieras; para ello, los grupos de poder, exigen que el Estado debe intervenir, para impedir el colapso económico. Dentro de este esquema, nuevamente, se comienza a diseñar el nuevo rol que le compete al Estado, con una presencia importante dentro de la sociedad.

En segundo lugar, estamos a cerca de dos meses en que se llevaran a cabo el proceso electoral para elegir a las autoridades locales; lo cual, podemos ver y notar una serie de comportamientos y actitudes de nuestra clase política Regional y Local; prefigurando una nueva cultura política, convirtiéndose en el prototipo y modelo de las próximas elecciones presidenciales, a realizarse el próximo año.

En lo que respecta a la política local, vemos con mucha sorpresa, como es que algunos políticos locales, que pertenecieron a un determinado partido político, ahora están postulando por otra lista; del mismo modo, algunos que se lanzaron por un movimiento local, al no poder inscribirse ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), tuvieron que inscribirse por otra organización política; pero al no tener ni contar con el aval del partido, tuvieron que acudir a otro partido para poder inscribirse; es decir pasar por dos o más partidos para poder obtener su inscripción ante el JNE.

Asimismo, encontramos la ausencia de un compromiso ideológico y/o programático; en la medida en que estuvieron apoyando o formando parte de un partido político, que ideológicamente estaba en la línea de izquierda, pero al inscribirse como candidatos lo hacen dentro de la línea de derecha. Es decir, dan un salto cuantitativo demostrando que no les interesa el aspecto ideológico; solamente les importa participar y ganar las elecciones municipales.

A estos actos se le denomina “Transfuguismo” y también “Vientre de Alquiler político”, tránsfuga es aquel o aquella persona, que perteneció a un determinado partido, pero posteriormente, renuncia para postular por otro partido político, distinto al que perteneció durante mucho tiempo. Mientras que vientre de Alquiler significa, el alquiler de un determinado partido político a un candidato para que postule en las elecciones municipales, a cambio de algún tipo de compromiso.

Tanto el “Tranfuguismo” como el “Vientre de Alquiler”, son males que reflejan la crisis de la democracia representativa; por lo que, es importante tomar en cuenta una nueva propuesta en los espacios de la democracia, que pueda comenzar a trabajarse desde los espacios que da la democracia participativa.

Del mismo modo, a partir del proceso electoral, vamos a encontrar una actitud clientelar de los candidatos a las elecciones municipales, donde trataran de ganar votos a cambio de regalos, obsequios y/o dinero; de lo contrario asumir compromisos de que al llegar al sillón municipal, les darán trabajo, o le asistirán con algún tipo de apoyo, manteniéndolo de esa manera a aquellas personas que les han apoyado en este proceso electoral.

En tercer lugar, conjuntamente con estos dos elementos, o si lo queremos llamar, males de la cultura política actual, también podemos incorporar otro elemento que se ha heredado del fujimontecinismo, como es la “corrupción” que viene corroyendo no tan solo las esferas del Estado Central, también es a nivel de Estado Subnacional y en la sociedad misma..

La corrupción como un mal emblemático y endémico, tanto a nivel del Estado como dentro de la sociedad; se viene convirtiendo en algo normal y natural; donde las autoridades judiciales, dejan pasar por alto una serie de denuncias que se vienen dando en las altas esferas del Estado, estos males que siguen aquejando a la sociedad peruana.

Tanto los petroaudios, el chuponeo, y otros actos de corrupción que se han difundido por los medios de comunicación; hasta la fecha no tiene cuando culminar, ni tampoco existe una toma de decisiones de los jueces que ven este caso, dilatándolo estos actos de corrupción hasta el nuevo gobierno. Para ello, el actual gobierno están buscando que los puestos importantes en el Poder Judicial, Tribunal Constitucional, Contraloría, queden en manos de sus correligionarios, y de esa manera evitar que se les abra procesos, al culminar su periodo de gobierno.

El tema de la corrupción, que se han venido denunciando, a salpicado al partido de gobierno, involucrándose a muchos altos dirigentes del Aprismo; demostrando que la corrupción sigue perenne en las esferas del Gobierno y del Estado central; y que, al aprismo, le sigue comprometiendo, desde su primer gobierno.

Del mismo modo, a nivel local, podemos notar la fuerte corrupción existente dentro de algunos gobiernos locales, a través de la realización de obras de infraestructura que se viene ejecutando; donde algunas municipalidades están realizando obras por contrata. Para lo cual, lo hacen a través de la convocatoria a proceso de licitación, y en muchos de los casos, se vienen confabulando algunas autoridades con las empresas que postulan, a cambio de una determinada cantidad de dinero, para obtener la buena Pro.

El último discurso presidencial por fiestas patrias, siendo un mensaje de salida, hizo una descripción de sus 4 años de gestión; pero, no toco a fondo el tema de la lucha frontal contra la corrupción. Es más, durante su periodo de gobierno, desactivo la comisión anticorrupción, archivo el plan de anticorrupción que se había elaborado durante el periodo de Yehude de Simon como Presidente del Consejo de Ministros. Es decir, para el gobierno actual, el tema de la corrupción no ha sido un tema de mucha importancia, relegándolo a un segundo plano.

A modo de Conclusión:

Por lo que, podemos concluir manifestando que en estos últimos 20 años, los males de la cultura política, siguen predominando, que es una herencia que nos ha dejado Fujimori, manteniéndose hasta la fecha. Por lo tanto, es importante levantar una nueva propuesta sustentada en un nuevo Estado, una Nueva democracia, que ponga fin a la cultura política del transfuguismo, y también es importante una nueva República.