Por: Percy J. Paredes Villarreal
Durante los días 17 y 18 de Junio del
presente año, la ciudad de Trujillo será sede del II CONGRESO REGIONAL DE
RONDAS CAMPESINAS, que convocará a más de 800 delegados provenientes de los
diversos Caseríos, Centros Poblados, Distritos y Provincias, donde se
encuentran organizados.
Para este Congreso Regional, los
dirigentes de la Central Unitaria Regional de Rondas Campesinas (CURERC), conducidos
por su Presidente Sr. Faustino Guevara, conjuntamente con su junta directiva
realizaron reuniones descentralizadas para informar sobre el Congreso Regional,
además la discusión del nuevo Proyecto de Estatutos que será debatido y
aprobado.
Tuve la oportunidad ser invitado y de
participar en diversas asambleas ronderiles descentralizadas como fueron en el
Distrito de Huaso, Julcan, Chepen, Guadalupe; además se realizaron las
asambleas de rondas previas al Congreso Regional en la Provincia de Gran Chimú,
Sánchez Carrión, Santiago de chuco y Pataz. Donde se debatió la propuesta de
los nuevos estatutos que debe regir a partir del presente año para adelante.
La modificatoria de los Estatutos de
la Ronda Campesinas, en este II Congreso Regional, debe considerar algunos
elementos importantes y fundamentales a ser tomados en cuenta a raíz de los
cambios sociales, económicos, políticos, ambientales, culturales, etc., que se
viene viviendo en esta nueva etapa, además de tomar en cuenta los cambios
acelerados que viene viviendo nuestro país y el mundo entero.
Construcción
de la nueva representación política:
A lo largo de estas tres últimas
décadas, América Latina, está comenzando a dar apertura a un nuevo contingente
de ciudadanos representantes de los pueblos originarios e indígenas, que vienen
incorporándose a la política nacional, regional y local; donde en algunos
casos, vienen asumiendo compromisos políticos con su respectivo sector. Y esto
se puede percibir en la elección de representantes de este sector excluido por
siglos, pero que ahora vienen conduciendo los destinos de determinados países,
como son: Bolivia, Ecuador, y en Centroamérica.
En el caso peruano, los movimientos
campesinos e indígenas, siempre han sido considerados por algunos partidos de
izquierda como apoyo o aliado, más no como conductores de un nuevo proyecto
político. Del mismo modo, en los procesos electorales, a este sector siempre se
los ha manipulado; o se los ha visitado, durante procesos electorales, para
recoger votos o tener apoyo, por parte de los partidos políticos tradicionales.
Pero estando en el gobierno esos compromisos que la clase política tradicional
asumía en las campañas electorales, eran dejados de lado para actuar en contra
de los intereses de este sector excluido social, económica y políticamente.
Por lo tanto, es importante que los
pueblos originarios, los campesinos, comiencen a construir un nuevo referente
político y contar con representantes indígenas en la política nacional, como
también en los espacios locales, donde defiendan los intereses de este sector
olvidado por el Estado como también por los diversos gobiernos de turno.
Del Estado
Nación al Estado Pluricultural:
Con la Independencia de nuestro país,
se impone un modelo de sociedad y de Estado, basado y sustentado en una sola Nación
que en cierta forma fue la imposición española, donde el Estado, la
Constitución Política y la República, se comienza a construir tomando en cuenta
el modelo de sociedad ajena a nuestra realidad.
Todas las culturales
existentes a lo largo de este periodo de vida republicana, y que han sido ajeno
a este modelo predominante y excluyente, han tenido que ser sometido; de lo
contrario, hemos sido excluidos por muchas décadas. Del mismo modo, dentro de
las constituciones políticas que habido en nuestro país siempre se hablaba de
un Estado Nación; pero a partir de estos últimos 50 años, se está comenzando a
entender la diversidad cultural, y el multiculturalismo existente en nuestro
país, que permiten encontrar las diferentes culturas con que se cuenta.
Es importante dejar de ser un país
con una sola nación, para hablar de un país pluricultural y multiétnico, donde
podamos incorporarnos todos los ciudadanos sin distingo de raza, credo,
religión y cultura.
Construir
las Rondas Campesinas en las zonas urbanas y costeñas:
Es importante entender que la
movilización social del campo a la ciudad en este último medio siglo, ha
significado el incremento de la población en la costa, particularmente en la
ciudad de Trujillo, por ejemplo; esto ha permitido entender que la capital de
la Región, ya dejo de ser una ciudad señorial, para convertirse en una ciudad
con una diversidad cultural, donde cada una de ellas ha podido aportar con
algunas costumbres y tradiciones en lo que hoy podemos denominar el Trujillo
pluricultural.
Este proceso intercultural, ha conllevado
a que muchos campesinos hayan dejado su lugar de origen para trasladarse con su
familia a la capital; trayendo consigo la experiencia de haber formado parte de
las Rondas Campesinas en su lugar de origen; para de esa manera poder defenderse
del abigeato y la delincuencia, en su lugar de origen.
Por lo tanto, la construcción de las
Rondas Campesinas, no tan solo debe abarcar la zona rural y el ande liberteño;
también pueden organizarse las Rondas Campesinas en las zonas urbanas, para de
esa manera poder dar o brindar seguridad a las familias y a sus viviendas, ante
cualquier tipo de fechoría que se pueda cometer.
Defensa de
las Normas y Leyes, en favor de las Rondas Campesinas:
A lo largo del tiempo, las rondas
campesinas mediante sus luchas y movilizaciones, han podido posicionarse como organización que realiza y
hace justicia; estas se deben a las diversas normas internacionales como a
nivel nacional, que les ha permitido poder contar con el respaldo respectivo;
de esa manera asumir responsabilidades sintetizados en lo que se le denomina
Justicia especial.
Esto se expresa en el Convenio de la
Organización Internacional del Trabajo (OIT) N° 169, la Declaración de las
Naciones Unidas Sobre los Derechos Indígenas, el Articulo N° 149 de la
Constitución Política del Perú referido a las Rondas Campesinas, la Ley N°
27908 y Su Reglamento referido a las Rondas Campesinas, el articulo N° 85 de la
Ley Orgánica de Municipalidades, el Acuerdo Plenario N° 001 – 2009/CJ – 116,
del Poder Judicial con su respectiva hoja de ruta, el articulo N° 18 del Código
Procesal Civil, entre otros.
Estas normas, están permitiendo
entender que no tan solo existe una sola justicia al cual se le denomina
justicia ordinaria, también existe justicia especial donde las Rondas
Campesinas, bajo ciertas facultades también vienen realizando acciones para de
esa manera ordenar la conducta y comportamiento de las personas dentro de su
territorio.
En estos últimos tiempos, donde
existe un fuerte predominio de las políticas neoliberales, que quiere acabar
con la defensa de los recursos naturales, y los derechos conquistados por los
pueblos originarios y campesinos; es importante, que también se defiendan las
normatividades en favor de las rondas campesinas evitando de esa manera la
persecución y sanciones a los ronderos que luchan por la defensa de su
territorio, de su hábitat, de su medio ambiente, etc.
Las Rondas Campesinas
deben enfrentar y luchar contra la corrupción:
A lo Largo de la historia de nuestro
país, el sector indígena, los pueblos originarios aparte de ser excluido; han
asumido grandes retos luchando contra todo tipo de invasión; tal es así que,
desde la llegada de los españoles, hubo levantamientos contra este yugo.
Posteriormente, participaron en la lucha por la independencia de nuestra
patria, así como también en la guerra con Chile, nuestros indígenas asumieron
ese compromiso de luchar contra la invasión, además, acompañaron a Andrés Avelino
Cáceres. Fueron los únicos que no se rindieron ante la invasión chilena, fueron
los únicos que entregaron su vida.
En estas guerras, no tan solo
participaron indígenas, también estuvieron sus mujeres y sus hijos, al lado de
ellos; luchando, curando heridos, apoyando en la cocina, etc.; esta labor
loable, nunca fue reconocido por la clase pudiente y los que gobernaban el
país.
A estos movimientos se les denomino
montoneros, posteriormente, se organizaron para enfrentar el abigeato y luego
contra el terrorismo y la guerra sucia; posteriormente, inician una nueva etapa
donde ahora tienen que comenzar a luchar contra la delincuencia, la extorsión,
el sicariato, etc. En algunas provincias de la región, no existen estos tipos
de delitos, debido a la presencia de las Rondas Campesinas.
Actualmente, han iniciado una etapa
de lucha frontal contra la corrupción dentro de las instituciones públicas;
además de la defensa del medio ambiente y su territorio; luchando contra la contaminación.
Por lo tanto, la participación
política de las rondas campesinas en los gobierno sub nacional, se viene
convirtiendo en actos de vigilancia ciudadana hacia sus autoridades en los
gobierno locales; en algunos de los
casos han sancionado y castigado a muchas autoridades que han cometido actos de
corrupción.
Defensa de
la Autonomía Ronderil:
Desde el surgimiento de esta
organización del campo, siempre han actuado independientemente, sin ningún tipo
de compromiso político con los gobiernos de turno; motivo por el cual, en
algunos de los casos se ha querido politizarlo o utilizarlo políticamente, con fines
electorales o económicos.
Es importante, que las Rondas
Campesinas mantengan su autonomía organizacional, para de esa manera evitar su
manipulación o sometimiento a un determinado partido político de izquierda o de
derecha; ni tampoco permitan ser manipulados económicamente, para aceptar algún
tipo de acciones que vaya en desmedro de sus intereses.
Unidad de
las Rondas Campesinas:
Como toda organización, en muchos de
los casos, existen grupos interesados en querer aprovecharse de la organización
para fines políticos o económicos; para lo cual, se encargan y buscan dividir
la organización ronderil; de esa manera poder tener el control y negociar con
los grupos de poder o las autoridades locales. Por lo tanto, el Congreso
Rondero debe sentar una posición contra la actitud divisionistas que algunos
usurpadores quieren hacer.
Es hora de trabajar por una nueva
representación política, construir un nuevo Estado bajo una nueva República, fortalecer
la organización rondera, y trabajar por una nueva democracia participativa.