miércoles, 24 de febrero de 2016

RECICLANDO LA POLÍTICA PERUANA

Por: Percy J. Paredes Villarreal

Estamos a  menos de dos meses de llevarse a cabo las elecciones para elegir al próximo Gobernante  y  a los representantes al  Poder Legislativo en el Perú; se inscribieron  19 candidatos a la plancha presidencial con sus respectivos candidatos al Parlamento Nacional y Andino.  En esta última quincena, el candidato de “siempre Unidos”, Dr. Felipe Castillo, y el Congresista Renzo Reggiardo, que también postula al Sillón Presidencial del País,  han decidido no continuar en la contienda electoral; por lo tanto, quedan 17 competidores.

En esta contienda electoral existen alianzas electorales entre partidos políticos, como es  “Alianza Popular”, donde el PPC ha tenido que unirse con el APRA, después de muchos años de conflictos y confrontaciones entre ambos partidos políticos donde ideológicamente los primeros están con la democracia cristiana y el segundo es el referente de la socialdemocracia en América Latina.

Asimismo, encontramos la Unión de los Partidos de APP (Alianza para el Progreso), con RN (Renovación Nacional)  y SP (Somos Perú), cuyos máximos dirigentes son: Cesar Acuña, Humberto Lay y Fernando Andrade, respectivamente; se han convertido en una alianza electoral, más no en un proyecto Político. Estos partidos  tienen diferentes concepciones políticas, ideológicas, etc.; en estas últimas semanas, han comenzado a salir una serie de cuestionamientos a su candidato a la Presidencia de la República, relacionado a sus estudios de maestría y doctorado, cuyas tesis para obtener dichas menciones están llenos de plagios; mermando su crecimiento electoral.

Existen partidos políticos que han gobernado; pero que, en esta oportunidad no tienen el apoyo del electorado que les da menos del 4% de intención de votos, como son: Perú Posible, Partido Nacionalista, Acción Popular; con la diferencia del Fujimorismo, liderado por su hija Keiko que busca desligarse del gobierno de su padre. Actualmente  está liderando las encuestas de esta campaña electoral.

Encontramos al Frente Amplio,  agrupación que aglutina a los pequeños partidos y movimientos políticos de izquierda; aunque, nuevamente, la izquierda va dividido en esta contienda electoral. La máxima representante de esta agrupación es Verónica Mendoza, también está la Democracia Directa, con Gregorio Santos, Partido Humanista con Yehude Simón, como candidato al sillón presidencial, y Perú Libertario con Vladimiro Cerrón; la primera está llegando al 4% de intención de voto, mientras que los otros no llegan al 1% de intención de voto.

Solidaridad Nacional, cuyo máximo representantes es Luis Castañeda Lossio, Alcalde actual de Lima; lleva como candidato a la presidencia a Nano Guerra García, pero que hasta el momento no se puede despuntar del 1%.

La nueva sorpresa es Julio Guzmán, un tecnócrata, al cual se le denomina el off sider de esta contienda electoral; con una estrategia electoral y estilo político similar al de Pablo Iglesias de PODEMOS de España; está comenzando a despuntarse y a tener simpatía en el electorado. Pasó desapercibido por la gestión púbica de este gobierno; en estos momentos está peligrando su continuidad en esta contienda electoral, debido a unos errores administrativos cometidos; el JNE, ha dado el primer fallo en contra de este candidato, que podría no continuar en la contienda electoral.

Tanto, las alianzas electorales y la mayoría de los partidos políticos participantes en estas elecciones; su finalidad es ganar las elecciones y/o superar la valla del 6% de votos; de lo contrario no podrán tener acceso al parlamento y serán retirados formalmente de la lista de partidos políticos a nivel nacional, sin tener la opción de poder participar en las próximas contiendas electorales.

 Dentro de las agrupaciones políticas que participan en estas elecciones presidenciales y congresales;  encontramos a caudillos, tecnócratas, profesionales, empresarios, comerciantes, y políticos tradicionales, que han tenido que moverse a diferentes agrupaciones políticas y postular por un nuevo partido político, diferente al del proceso electoral anterior. Esta movilización de la clase política de una agrupación a otra,  también denominado relativismos político, demuestra la falta de compromisos, formación ética y moral, con una ideología, un partido y una militancia; ya que el pragmatismo de ellos,  es el reflejo de la nueva cultura política. Por lo que, actúan con cálculo político, para mantenerse en el escenario, contar con inmunidad parlamentaria y una buena remuneración económica.

Lo que podemos observar, es que encontramos a candidatos con un bajo nivel de formación política con desconocimiento de ello; con discursos muy pobres y mediocres. Pero si con un interés de tener poder político, para de esa manera generar ventajas personales. Del mismo modo, encontramos incoherencias entre el discurso y la práctica, entre lo que se dice y lo que se hace; trayendo como consecuencia la incredulidad y desconfianza de la población con sus actores políticos a nivel nacional.

Este nuevo escenario político, al cual Carlos Iván de Gregori, lo denominó la antipolítica;  demostrando la ausencia de formación ideológica de los participantes. Donde el caudillismo de estos está por encima de los partidos políticos; es la que nos va a representar ante el Estado Central, en el Parlamento y en el Poder ejecutivo.

Todos los candidatos aceptan el denominado “piloto automático”,  el modelo económico imperante, cuya continuidad está superando los 25 años, con resultados no  tan alentadores.  Lo que los diferencia quien es el menos corrupto o el más eficiente en la Gestión Pública.


Frente a este escenario electoral en el Perú, como ciudadanos  vamos a tener que decidir, nuevamente, por el mal menor.

martes, 16 de febrero de 2016

CANDIDATOS PENDEJOS

Por: Percy J. Paredes Villarreal

En estos últimos  meses (de Diciembre del año pasado a febrero del presente), hemos podido informarnos de una serie hechos como crecimiento, estancamiento y hasta podríamos decir caídas leves, producto de errores, investigaciones, cuestionamientos y críticas hechas a los candidatos que postulan al sillón presidencial; por parte de los medios de comunicación escrito y/o televisivos.

Del mismo modo, se han comenzado a escribir artículos de opinión a favor o en contra de estos candidatos;  destapándose una serie de hechos cuestionables y lamentables sobre la vida profesional y política de algunos candidatos, que a pesar de esa falta actúan  en forma soberbia y arrogante.

Dentro de este proceso electoral, encontramos a algunos candidatos  hacer alardes de sus grados y títulos académicos, otros a su transparencia y honestidad, otros a su incorporación recientemente a la política, y algunos a su perfil técnico; es decir se promocionan con sus fortalezas. Pero la realidad es todo lo contrario.

Fueron 19 los partidos políticos que han presentado candidatura; pero en lo que va del proceso, uno ha renunciado a continuar en la contienda política. Esto se debe a que no tiene ninguna opción, como tampoco quiere perder su Legalización como partido político; ya que, aquellos partidos que están en contienda electoral, si no superan la valla electoral (que es el 5% de votos), serán retirados del padrón oficial de la ONPE y del JNE.

A raíz de los diversos destapes que vienen realizando los medios de comunicación (escrito, radial y televisivo),   me interese por conocer un poco más desde la perspectiva antropológica, este proceso electoral. Por lo que, nuevamente he vuelto a leer a José Matos Mar, uno de los destacados antropólogos peruanos que ha investigado y escrito  la migración y su impacto en la económica, en la cultural, en la política, etc. Para ello, el  autor en el año 2014 publico su último libro denominado: “Perú Estado Desbordado y Sociedad Nacional Emergente”, donde describe al Perú Oficial y al otro Perú.

Matos Mar, hace un estudio muy interesante sobre el proceso de formación de la Lima y de las capitales de provincia, en el último siglo y el presente; y donde  reconoce el aporte del hombre migrante, que llego a la capital del país con la intención de tener mejores condiciones de vida; pero todo ello lo consiguió gracias al esfuerzo y lucha permanente, para revertir la situación habitacional en la comenzaron a vivir; sin contar con el apoyo del Estado.

El libro es muy interesante, pero a la vez considero, a mi modesto entender, que Matos obvio un tema fundamental de estos últimos tiempos el de la informalidad, el de no respetar o “sacarle la vuelta” a  la institucionalidad o instituciones del País Oficial; donde muchos migrantes tuvieron que actuar dentro de la “Pendejada” o también denominado “viveza criolla”, me refiero al “Otro País” como lo señala el autor.

La Palabra “Pendejo”, viene a ser la viveza, la habilidad para no ser sancionado, o impedir ser identificado como culpable de un acto inmoral, etc.; donde muchas veces, las personas lo celebran como algo positivo, histórico, bueno, ejemplo a seguir, y lo recomiendan a otros, etc. Y en algunos casos, se convierte en un modelo o prototipo que todo peruano debe actuar, para conseguir  o defenderse de algo de esa manera salir airoso.

Por lo tanto, el “Pendejo” es el que vive dentro de la sociedad, acepta la institucionalidad, pero no actúa ni respeta  los parámetros de esta; sino por el contrario, le saca la vuelta en todo momento, para beneficio personal. Y eso lo podemos ver todos los días cuando salimos de nuestras casas, cuando un taxista pasa a toda velocidad y no respeta las señales de tránsito; o un vendedor que te da dinero falso, o una persona que te pide limosna para su bebito cuando tiene una casa de dos pisos, etc.

Dentro de la política encontramos también encontramos autoridades o funcionarios de las Instituciones Públicas, al prototipo del vivo, hábil, calculador, aquel que todo lo resuelve con dinero; aprovecha de lo que tiene para someter a los demás; él no tiene amigos,  tiene servidores que hacen las cosas a cambio de un trabajo o  dinero.

Del mismo modo, como tiene poder económico y político, somete a todos a cambios de brindarles dinero o regalos, cuando existen eventos o días festivos; de esa manera genera clientelismo; todo a cambio de un voto.

Estos personajes no son  filántropos, ni tampoco  demócratas; por el contrario, actúa por un interés y un objetivo, personal e individual. A la vez, aspira a tener el control y el poder, para lo cual cuenta con personas que se someten a lo que le dice que hagan, aceptando humillación a cambio de continuar o tener un trabajo.

Y por último el “pendejo” no reconoce sus errores, culpa a los otros, a sus subalternos como los responsables de los delitos, errores, omisiones, etc., que han cometido a lo largo de su vida como político.

El tema de fondo, es que los electores estamos frente a un contingente de candidatos pendejos, que transgreden normas pero no reconocen sus errores; que no tienen el perfil ideal para asumir la conducción del Gobierno. Pero  tenemos que elegir a un candidato; lastimosamente, la población tendrá que decidir por uno de estos pendejos.