miércoles, 22 de marzo de 2017

“EL NIÑO” Y SUS CONSECUENCIAS EN EL VALLE CHICAMA

Por: Percy J. Paredes Villarreal

Nuevamente, después de 19 años, el Fenómeno de “El Niño”, ha afectado no tan solo al distrito de Chicama, como lo fue en el año 1998; también viene afectando a los demás distritos de esta provincia de Ascope. Trayendo graves consecuencias como pérdidas materiales incrementando las familias damnificadas; pero hasta la fecha no hay pérdidas humanas, esperamos que no suceda.

Históricamente, la provincia ha sufrido los embates de cuatro fenómenos naturales, la primera fue en el año de 1925, luego fue en el año de 1983, el más resaltante fue del año de 1998, en que obstruyo la carretera panamericana; y este último que viene sufriendo el valle Chicama.

Tanto en los dos primeros desastres, la prevención era permanente; ya que, según comentarios de muchos ancianos que vivieron aquellos tiempos, decían que los hacendados, desde el mes de agosto, se abocaban a limpiar las sequias para de esa manera evitar algún tipo desborde de las aguas provenientes de las lluvias y del río Chicama; de esa manera, se impedía el ingreso de las aguas a los centros poblados.

En el año de 1998, la prevención por parte de las empresas agroindustriales no han sido las más adecuadas; tal es así que la limpieza de las sequias no fueron en su totalidad. Esto trajo como consecuencia  los desbordes del agua en las acequias, como también la apertura de un brazo del río Chicama (por la zona denominado voladero); que no tuvo un adecuado encausamiento. Perjudicando mayormente a la población de la zona baja, como el Centro Poblado de Chiclín.

En ese año, no se implementó una política preventiva, ni tampoco se sensibilizó y concientizo a la población, en la prevención de algún tipo de desastre natural. Muchos menos las municipalidades contaban con recursos para poder mitigar o prevenir algún tipo de acción o implementar proyectos referidos a la contingencia. Ya que se vivía un centralismo político, económico y administrativo.

Para el presente año, la situación  es diferente; ya que, las municipalidades cuentan con recursos propios para poder implementar medidas  preventivas y de esa manera evitar las consecuencias que en estos momentos se viene teniendo en diversos puntos críticos existentes en los diferentes distritos de esta provincia.

Es importante indicar que en este valle no existen lluvias torrenciales; lo que preocupa es cuando las aguas del río Chicama se incrementan, trayendo como consecuencias desbordes y desviaciones de las aguas de su cauce normal, afectando campos de cultivos, como también inundaciones en algunos centros poblados cercanos al río.

Uno de los más afectados de las aguas son los centros poblados del distrito de Chicama, como son los Centros Poblados de: Sausal, Atahualpa, Chiclín; donde las aguas del río Chicama como de las sequias se desbordan dirigiéndose en grandes cantidades a estos centros poblados por ejemplo.

Muchas veces la prevención es importante ante cualquier desastre natural; ya que, de esa manera la población se encuentra preparada para evitar graves consecuencias. Pero lastimosamente, en muchos de los casos los encargados de estas acciones, que son las autoridades locales, no hacen nada para impedir daños materiales y pérdidas de vidas humanas, debido a la incapacidad y  a la falta de políticas en Desastres Naturales para  prevenir.

Es importante manifestar que en el presente año, el gobierno central aparte de declarar en emergencia algunas regiones asigno una suma de dinero de aproximadamente 100 mil nuevos soles a las municipalidades provinciales y distritales, que se encuentran inmerso en situaciones de desastre natural, para poder utilizarlo en acciones preventivas; pero muchos gobiernos locales, han hecho caso omiso a ello; y han esperado que las cosas sucedan para que recién  se pongan a trabajar. Otros bajo el pretexto que no cuentan con recursos no han realizado ninguna inversión en la prevención; ni tampoco han realizado gestiones hacia las instancias superiores para recibir maquinaria o logísticas para realizar algunas acciones y de esa manera prevenir algunas consecuencias que se vienen sufriendo.

Según las directivas emitidas por el Gobierno Nacional hacia los gobiernos Regionales y locales, estas deben contar con comités de Defensa Civil, elaborar su Plan de Contingencia y contar con fichas técnicas, donde se identifiquen algunos puntos críticos dentro de su territorio. Pero lastimosamente, muchos alcaldes han ignorado toda esta política preventiva, y han tenido las consecuencias que lo viven ahora;  la ciudadanía viene cuestionando y exigiendo solución a los problemas existentes.

Lastimosamente, los ciudadanos seguimos manteniendo una actitud pasiva ante un desastre natural, evitando realizar acciones preventivas; del mismo modo, las autoridades locales debido a su desconocimiento, y a su permisividad, ignoran estos actos naturales,  esperando que suceda las cosas para recién realizar acciones, que en muchos de las cosas la entrega de las cosas son muy insignificantes, como es la de obsequiar bolsas, arena, carpas, etc.; dejando de lado acciones para reducir los puntos críticos existentes en su territorio.