“EL NIÑO” Y SUS CONSECUENCIAS EN EL VALLE CHICAMA
Por: Percy J. Paredes Villarreal
Nuevamente, después de 19 años, el Fenómeno de “El Niño”, ha
afectado no tan solo al distrito de Chicama, como lo fue en el año 1998;
también viene afectando a los demás distritos de esta provincia de Ascope.
Trayendo graves consecuencias como pérdidas materiales incrementando las familias
damnificadas; pero hasta la fecha no hay pérdidas humanas, esperamos que no
suceda.
Históricamente, la provincia ha sufrido los embates de cuatro
fenómenos naturales, la primera fue en el año de 1925, luego fue en el año de
1983, el más resaltante fue del año de 1998, en que obstruyo la carretera
panamericana; y este último que viene sufriendo el valle Chicama.
Tanto en los dos primeros desastres, la prevención era
permanente; ya que, según comentarios de muchos ancianos que vivieron aquellos
tiempos, decían que los hacendados, desde el mes de agosto, se abocaban a
limpiar las sequias para de esa manera evitar algún tipo desborde de las aguas
provenientes de las lluvias y del río Chicama; de esa manera, se impedía el
ingreso de las aguas a los centros poblados.
En el año de 1998, la prevención por parte de las empresas
agroindustriales no han sido las más adecuadas; tal es así que la limpieza de
las sequias no fueron en su totalidad. Esto trajo como consecuencia los desbordes del agua en las acequias, como
también la apertura de un brazo del río Chicama (por la zona denominado
voladero); que no tuvo un adecuado encausamiento. Perjudicando mayormente a la
población de la zona baja, como el Centro Poblado de Chiclín.
En ese año, no se implementó una política preventiva, ni
tampoco se sensibilizó y concientizo a la población, en la prevención de algún
tipo de desastre natural. Muchos menos las municipalidades contaban con
recursos para poder mitigar o prevenir algún tipo de acción o implementar
proyectos referidos a la contingencia. Ya que se vivía un centralismo político,
económico y administrativo.
Para el presente año, la situación es diferente; ya que, las municipalidades
cuentan con recursos propios para poder implementar medidas preventivas y de esa manera evitar las
consecuencias que en estos momentos se viene teniendo en diversos puntos
críticos existentes en los diferentes distritos de esta provincia.
Es importante indicar que en este valle no existen lluvias
torrenciales; lo que preocupa es cuando las aguas del río Chicama se
incrementan, trayendo como consecuencias desbordes y desviaciones de las aguas
de su cauce normal, afectando campos de cultivos, como también inundaciones en
algunos centros poblados cercanos al río.
Uno de los más afectados de las aguas son los centros
poblados del distrito de Chicama, como son los Centros Poblados de: Sausal,
Atahualpa, Chiclín; donde las aguas del río Chicama como de las sequias se
desbordan dirigiéndose en grandes cantidades a estos centros poblados por
ejemplo.
Muchas veces la prevención es importante ante cualquier
desastre natural; ya que, de esa manera la población se encuentra preparada
para evitar graves consecuencias. Pero lastimosamente, en muchos de los casos
los encargados de estas acciones, que son las autoridades locales, no hacen
nada para impedir daños materiales y pérdidas de vidas humanas, debido a la
incapacidad y a la falta de políticas en
Desastres Naturales para prevenir.
Es importante manifestar que en el presente año, el gobierno
central aparte de declarar en emergencia algunas regiones asigno una suma de
dinero de aproximadamente 100 mil nuevos soles a las municipalidades
provinciales y distritales, que se encuentran inmerso en situaciones de
desastre natural, para poder utilizarlo en acciones preventivas; pero muchos
gobiernos locales, han hecho caso omiso a ello; y han esperado que las cosas
sucedan para que recién se pongan a
trabajar. Otros bajo el pretexto que no cuentan con recursos no han realizado
ninguna inversión en la prevención; ni tampoco han realizado gestiones hacia
las instancias superiores para recibir maquinaria o logísticas para realizar
algunas acciones y de esa manera prevenir algunas consecuencias que se vienen
sufriendo.
Según las directivas emitidas por el Gobierno Nacional hacia
los gobiernos Regionales y locales, estas deben contar con comités de Defensa
Civil, elaborar su Plan de Contingencia y contar con fichas técnicas, donde se
identifiquen algunos puntos críticos dentro de su territorio. Pero
lastimosamente, muchos alcaldes han ignorado toda esta política preventiva, y
han tenido las consecuencias que lo viven ahora; la ciudadanía viene cuestionando y exigiendo
solución a los problemas existentes.
Lastimosamente, los ciudadanos seguimos manteniendo una
actitud pasiva ante un desastre natural, evitando realizar acciones
preventivas; del mismo modo, las autoridades locales debido a su
desconocimiento, y a su permisividad, ignoran estos actos naturales, esperando que suceda las cosas para recién
realizar acciones, que en muchos de las cosas la entrega de las cosas son muy
insignificantes, como es la de obsequiar bolsas, arena, carpas, etc.; dejando
de lado acciones para reducir los puntos críticos existentes en su territorio.