lunes, 3 de abril de 2017

EL FENOMENO DE “EL NIÑO” EN EL CENTRO POBLADO DE CHICLÍN

Por: Percy J. Paredes Villarreal

Hace 19 años, el Distrito de Chicama, particularmente el Centro Poblado de Chiclín, fue uno de los principales afectados por el Fenómeno de El Niño, trayendo como consecuencias grandes pérdidas materiales, producto del desborde del agua de las acequias que rodean a este centro poblado.

En esta oportunidad, las cosas no han sido igual a la del Fenómeno anterior; ya que, durante este tiempo hubo cambios materiales y mentales de la población. Que debido a esa desagradable experiencia ahora ha podido tener algunas acciones preventivas, como lo podemos describir  a continuación.

Primero, Construcción de un muro de contención de aproximadamente 1 kilómetro. Fue en el gobierno municipal del Ing. Fernando García,  chiclinense, quién hizo las gestiones ante FONCODES, para obtener el financiamiento y la ejecución de este muro de contención que se encuentra a cinco metros de la carretera panamericana y que puede detener las aguas provenientes de la acequia donde en el anterior Fenómeno de “El Niño” se desbordo en tres oportunidades y pudo ingresar a este centro poblado. Pero ahora ya no existe esa posibilidad debido a este muro de contención.

El objetivo de este ex alcalde, era de amurallar todo el perímetro del centro poblado, pero debido al poco tiempo que tuvo no se realizó, ni tampoco los alcaldes que le sucedieron lo hicieron. Del mismo modo, en aquel entonces las tierras que rodean a este Centro Poblado, era de este lugar; pero en el año 2004 fueron vendidas a la empresa Laredo y Cartavio, por lo que, la acequia que era grande en profundidad y anchura, con la nueva empresa se redujeron a su mínima expresión; eso es un riesgo.

Segundo, participación de la población ante la llegada de las aguas a Chiclín; en el Fenómeno anterior del año de 1998, la población no estuvo organizado, pero ahora sabiendo que las aguas del río Chicama se habían incrementado, estas en forma espontánea comenzaron a llenar  sacos con arena, proporcionado por algunas personas solidarias y otras del gobierno local, logrando cerrar sus calles y casas,  de esa manera evitar la llegada de las aguas. Asimismo, muchos ciudadanos se quedaban hasta altas hora de la noche, para ver si sucedía algún tipo de desborde del agua, para de esa manera comunicar a la población y estar alerta ante la venida del agua.

La organización de la población y las acciones realizadas, fue a iniciativa de ellos mismos, no recibieron en ningún momento el apoyo ni tampoco el asesoramiento del gobierno local; por el contrario, estos últimos brillaron por su ausencia.

Tercero, las aguas del río Chicama no abrieron brazos por la parte de Sausal. Esto se debió a que en años anteriores se han venido realizando enrocados en el río Chicama, en la zona donde en el año 1998, se abrió un brazo; de esa manera, se pudo evitar  la apertura de algún brazo en el río e impidiendo que las aguas se encaminen al Centro Poblado de Chiclín, y genere consecuencias similares al año de 1998.

Es importante indicar que la ciudadanía chiclinense ahora ha estado más comprometida y organizada; de esa manera,  evitar lo que sucedió hace 19 años, con el Fenómeno de “El Niño”, que ingreso y trajo muchos daños materiales en las familias.


La auto organización de la población, ha sido un ejemplo de solidaridad y compromiso entre los propios chiclinenses, que ha permitido la unidad de las personas y de las familias, a pesar de haber estado peleado o no hablarse; pero, por el desastre natural, se han comunicado y trabajado juntos.