miércoles, 25 de septiembre de 2024

DIRIGENTES NACIONALES IMPIDIERON QUE DEPORTISTAS CHICLINENSES ACUDAN A LAS OLIMPIADAS DE BERLIN EN 1936 REPRESENTANDO AL PERÚ

 

Por: Percy J. Paredes Villarreal

Los que hacemos investigaciones en Ciencias Sociales, consideramos que una de nuestras fuentes para recolectar información vienen a ser las entrevistas y testimonios que brindan los informantes o también denominado entrevistados; luego estas se contrastan con la información escrita; de esa manera vamos a obtener la veracidad del testimonio y/o de la información. Esto nos va a permitir ser objetivo en la descripción de un determinado tema que brindamos, de lo contrario podríamos caer en el subjetivismo o en la narrativa que en estos últimos tiempos está de moda.

Y es que, para investigar y escribir sobre historia deportiva, debemos acudir a los testimonios que son productos de las entrevistas a personajes involucrados o protagonistas de un determinado acontecimiento, y esto se confrontan con las fuentes escritas; que mayormente, se obtienen en los diarios de un determinado tiempo. De esa manera, podemos trabajar con datos cualitativos exactos y no caer en ambigüedades, o confusiones al momento de describir un determinado hecho histórico.

Contrastando el testimonio con la información escrita de tiempos pasados:

Después de cerca de 30 años en que escribí mi primer libro titulado “Cultura y Tradición Chiclinense: Un pueblo que no debe renunciar a su identidad”, en el cual considero que esta comunidad ha forjado su identidad local y cultural, basado en tres pilares, columnas o patrones culturales, como son: a) El deporte, b) La religiosidad popular y c) el folklore. Debo manifestar que, en aquellos años, ante la falta de fuentes escritas, solamente atine a realizar entrevistas a personas que vivieron la etapa de hacienda y cooperativa por la que pasó la comunidad. De esa manera pude recopilar información oral a través de las entrevistas y conversaciones realizadas, recurriendo a destacados ex deportistas de antaño, y ciudadanos de la localidad.

Uno de las personas con quien converse muchas veces fue con don Segundo “Cusco” Paredes (Papá de Lolito Paredes); nunca supe que había sido deportista destacando en el box y en el futbol durante las décadas de los 30 hasta los 50 del siglo pasado. Fue mi abuelo quien me comento sobre su trayectoria, y también me recomendó ir a visitarlo a su hogar.

Aún recuerdo y se me viene a la memoria lo que me comentaba sobre sus inicios en el boxeo en la ex hacienda; siendo uno de los primeros protagonistas de un contingente de pugilistas chiclinenses que hicieron historia no tan solo en la comunidad, también a nivel departamental y nacional. Sus opiniones y respuestas que me daba ante las preguntas que le hacia los escribía en mi cuaderno de campo, luego lo contrastaba con otros comentarios de otras personas adulta mayores de aquellos tiempos.

Don Segundo Paredes, siempre me hablaba y me decía que en Chiclín, se había conformado el primer quinteto de boxeadores chiclinenses que eran muy temidos a nivel nacional; por su preparación permanente, su técnica, su reciedad, su buen estado físico y su potencia en los golpes que daba, además de no amilanarse ante los puñetes que recibían. Asimismo, los chiclinenses hacían la pelea hasta que culmine los rounds, así ganen o pierdan. Inclusive me comento que en un campeonato nacional se enfrentó a “Bom Bom” Coronado, campeón sudamericano y también ídolo del boxeo nacional en aquella época.

En aquel entonces solamente atine a recopilar su testimonio incorporándolo a mi estudio; pero nunca imagine que todo lo que me comentaba don “Cusco” Paredes en aquel entonces, estaba plasmado en los diarios limeños de los años de 1936, en que pude leerlos en la hemeroteca de la Biblioteca Nacional del Perú ubicado en la av. Javier Prado, en Lima.

La revisión de los diarios de aquellos años, me permitió ir más allá del comentario y testimonio que recibí de don Segundo Paredes; ya que, pude encontrar más información que me llevo a explicarme: a) los orígenes del Box en la Comunidad, b) los primeros campeones nacionales que tuvo nuestra localidad, y 3) el primer equipo de boxeadores que hubo en Chiclín. También, pude leer la injusticia que se hizo a los chiclinenses campeones nacionales de box, al impedir que estos destacados deportistas viajaran representando al Perú a las Olimpiadas de Berlín en el año de 1936.

Una mirada empresarial al deporte chiclinense:

Producto de la revisión de los diarios de esos años, debo rescatar tres elementos importantes de aquel tiempo, y que debería adecuarse a la realidad local. Primero, la visión holística deportiva que tenía la Institución deportiva de los “Diablos Rojos de Chiclín”, ya que no tan solo era el futbol, también estaba inmerso en el “Boxeo”, basquetbol y en el voleibol. Ya que, la institución era visto como una empresa, que cultivaba diversas disciplinas, sobresaliendo y destacando muchas familias vinculado a las diferentes actividades deportivas. Lastimosamente, esa mirada amplia, ahora se ha restringido y recortado a solamente el futbol dedicándose a participar anualmente en la Liga de futbol de Trujillo.

Segundo, que el club Sport “Alfonso Ugarte de Chiclín” contaba con un contingente de Boxeadores, participando en los diversos campeonatos departamentales y nacionales. Hasta el momento de esta investigación, considero que el primer equipo de boxeadores que tuvo Chiclín estuvo conformado por: a) Ángel Vera (Hermano de Alonso, Manuela, Cristina Vera), b) Segundo “Cusco” Paredes (Papá de Lolito Paredes, y abuelo de los hermanos William y Lucho Asmad), c) Gilberto Frontado (Hermano Mayor de “Antuco” Frontado y padre de Segundo “Chichula” Frontado), d) Ricardo Aguilar (Hermano de Ángel “Cañería” Aguilar, tío de Eduardo y Carlos Aguilar), y e) Juan Oliva. Todos los mencionados, formaron parte de familias vinculados a las diferentes disciplinas deportivas en la localidad.

Tercero, antes que los pugilistas del club sport “Alfonso Ugarte” acudan a Lima, la Federación Nacional de Box, realizaba un campeonato similar a nivel de Lima, Callao y Chincha, para que los ganadores de este certamen se enfrenten a los chiclinenses, y de esta competencia salgan los campeones nacionales. Es decir, seleccionar a los mejores pugilistas de la capital para poder hacerle frente a los boxeadores amateurs trujillanos. 

El año 1936, fue muy importante y ventajoso para el deporte chiclinense; ya que, la participación en diversas disciplinas, permitió acentuarse como una comunidad con mucha producción deportiva en las disciplinas del futbol y el box. Teniendo el reconocimiento de la afición limeña, pero no de las autoridades deportivas, que veían con mucho recelo ese crecimiento y liderazgo que imponían los chiclinenses cuando participaban en los eventos deportivos.

Tal como lo describen los diarios de aquellos tiempos, la presencia de deportistas chiclinenses en los diversos certámenes de diferentes disciplinas llenaban las tribunas y era un espectáculo verlos participar.

Deportistas chiclinenses que deberían haber representado al Perú en las Olimpiadas de Berlín 1936:

En el mes de enero del año 1936, los chiclinenses se presentaron en Lima participando en el III Campeonato Nacional interligas de futbol, siendo el equipo del “Alfonso Ugarte de Chiclín” la base de la selección de la Liga del Valle Chicama. Luego, en el mes de marzo, los “Diablos Rojos”, realizan su primer encuentro internacional enfrentándose al “Gimnasia y Esgrima” de Argentina, perdiendo por la suma diferencia de 3 a 2, teniendo como refuerzo a “Lolo” Fernández y “Titina” Castillo. Sobresaliendo en estos eventos el gran “Cohete” Ugarte, tal como la prensa escrita lo mencionaba permanentemente.

Mientras que, en el mes de abril del mismo año, se programó el certamen nacional boxístico, donde 5 pugilistas chiclinenses (Ángel Vera, Gilberto Frontado, Segundo Paredes, Ricardo Aguilar y Juan Oliva), acuden a la capital del país a participar en el campeonato nacional, de los cuales las delegaciones obtienen dos títulos nacionales con Gilberto Frontado (peso gallo) y Ricardo Aguilar (peso ligero); teniendo el derecho a acudir a las Olimpiadas de Berlín de ese mismo año; representando a nuestro país tras obtener el título en su categoría. Tal como estipulaba el reglamento del certamen deportivo.

Lastimosamente el ente boxístico nacional, deja de lado a los boxeadores chiclinense, desacatando el acuerdo y la norma estipulado para este campeonato; de esa manera, frustran e impiden que dos chiclinenses viajen a Berlín (Alemania), representando a nuestro país en este certamen internacional.

Del mismo modo, sucedió con el máximo ídolo chiclinense, “Cohete” Ugarte, que la afición respondiendo a una encuesta realizado por el diario “La Crónica”, consideraba que debería formar parte del seleccionado nacional que viajaba a las Olimpiadas de Berlín; prefiriendo jugadores del Alianza Lima, Universitario de Deportes y del Sport Boys, dejando de lado a destacados deportistas provincianos.


A modo de conclusión:

Podríamos decir que existen sentimientos encontramos al leer estas páginas de antaño, ya que: Por un lado, hay frustración e impotencia, ante la injusticia hecha por los directivos nacionales al impedir la participación de deportistas chiclinenses (Gilberto Frontado, Ricardo Aguilar y “Cohete” Ugarte) formen parte de la delegación nacional en las Olimpiadas de Berlín (Alemania) en el año de 1936. Pero a la vez, nos llena de orgullo y satisfacción al saber por la historia deportiva a nivel nacional, que deportistas chiclinenses de antaño, eran reconocidos por la afición y los medios escritos; además supieron poner en alto el nombre del club y también de la comunidad.

Sería importante, que, en nuestra gloriosa institución deportiva, se considere una galería de fotos o imágenes de connotados deportistas de otras disciplinas (Box, basquetbol, esgrima y Voleibol), que defendieron los colores del “Alfonso Ugarte de Chiclín”. Que nos hace sentir orgulloso de formar parte de esta tierra lleno de historia y deporte.

 

 

 

“COHETE” UGARTE Y SU PASO POR EL UNIVERSITARIO DE DEPORTES

 


Por: Percy J. Paredes Villarreal

El día sábado 10 de agosto del presente año, me apreste a ir a la Biblioteca Nacional del Perú (BNP), ubicado en la av. Javier Prado con Aviación frente a la estación del tren Cultural, a una cuadra del Ministerio de Cultura, en Lima. La finalidad de mi visita a la BNP fue recopilar información referido a la relación de encuentros de futbol sostenidos entre los “Diablos Rojos de Chiclín” contra el Universitario de Deportes a lo largo de estos 100 años de vida institucional de la garra “crema”; y también, la participación del máximo ídolo del Universitario, me refiero al cañonero “Lolo” Fernández, vistiendo la casaquilla del equipo chiclinense en un encuentro internacional. Ya que, por motivo de su centenario, historiadores y estudiosos de este emblemático club han omitido en sus publicaciones el vínculo o la relación entre ambos equipos, que fue posterior al distanciamiento de los chiclinenses con el “Alianza Lima”, que se tuvo a inicios de la década de los 30 del siglo pasado.

Desde hace más de 5 años me interese en estudiar y recopilar información verbal y escrita sobre la trayectoria deportiva de este mulato, que se convirtió en el ídolo de los “Diablos Rojos de Chiclín”; producto de ese proceso de investigación realizado, publique mi último libro titulado “Alfonso ‘Cohete’ Ugarte, Ídolo de los Diablos Rojos de Chiclín”.

Al publicar este ensayo antropológico, pensé no encontrar más información sobre la vida deportiva de este mulato ascopano que a su corta edad se convirtió en uno de los íconos deportivos del Valle Chicama y de Trujillo, entre las décadas de los 30 hasta los 50 del siglo pasado. Pero, lo encontrado en el diario de la “Crónica” en los primeros cuatro meses del año de 1936, me llamó la atención y me intereso en seguir escarbando; encontrando más información sobre el futbol y otras disciplinas deportiva que corrobora lo que escribí en mi primer libro titulado “Tradición y Cultura Chiclinenses: Un pueblo que no debe renunciar a su identidad”, publicado en el año de 1996.

I.                    IDOLOS DEL ALIANZA LIMA Y UNIVERSITARIO DE DEPORTES, QUE VISTIERON LA CASAQUILLA UGARTINA:

Es importante indicar que tanto “El Mago” Juan Valdivieso arquero indiscutible del Alianza Lima, como “Lolo” Fernández, ídolo de los “Cremas”, llegaron a vestir la casaquilla ugartino en partidos amistosos cuando el equipo de futbol chiclinense era invitado a la capital del país y participaba en encuentros nacionales e internacionales. Debemos rescatar que el primero defendió la portería de los “Diablos Rojos de Chiclín”, durante la primera gira que realizaron a fines del mes de mayo del año de 1933, teniendo tres encuentros y en el que no fue del todo satisfactorio para los campeones de la región de La Libertad.

Mientras que “Lolo” Fernández, reforzó la delantera del club Ugartino, un 29 de marzo de 1936, teniendo su primer partido internacional los chiclinenses, contra el “Gimnasia y Esgrima” de Argentina, que había venido de gira para realizar algunos encuentros contra equipos peruanos, como: Alianza Lima, Sport Boys del Callao, Universitario de Deportes, y también incluyeron un partido con un equipo de provincia, que en esta ocasión fueron “Los Diablos Rojos de Chiclín”. Debemos mencionar que, en ese encuentro internacional de los chiclinenses, también reforzó “Titina” Castillo destacado defensa del “Sport Boys”.

Las alineaciones de ambos equipos fueron de la siguiente manera: Gimnasia y Esgrima, lo hace con Mora en el arco, Distefano y Lebrón (en la defensa); Moreyra, Pagliero y Juárez, en el mediocampo; y en la delantera lo conforman Muñoz, Roldan, Quinteros, Martín y Eusebi. Mientras que los chiclinense alinean de la siguiente manera: Honores en los tres palos, Ugaz y Salavarria en la defensa; Pérez, Titina Castillo y Valentín, en la volante; y en la delantera se ubican Moya, Cohete, Lolo Fernández, Jaime López y Magan. De Esa manera se conforma el equipo.

Aquel encuentro jugado en el Estadio “José Días” (hoy estadio nacional), el score fue de 3 a 2, a favor de los argentinos. Los goles convertidos por los “Diablos Rojos de Chiclín” fueron de “Lolo” Fernández y “Cohete” Ugarte. De esa manera, podemos afirmar que nace una relación entre ambos equipos deportivos.

II. PARTICIPACION DE LOS “DIABLOS ROJOS DE CHICLIN” EN EL CAMPEONATO NACIONAL DE FUTBOL REALIZADO EN  1936:

Es importante resaltar que antes de su primer encuentro internacional de los “Diablos Rojos de Chiclín”; la Federación Peruana de Futbol, de manera bianual realizaba campeonatos nacionales interligas. Por lo que, para llegar a este certamen de carácter nacional, los equipos campeones de futbol eran los abanderados de la representación local, reforzándose con otros jugadores de su medio; luego estos seleccionados competían con otras ligas de futbol del mismo departamento, el vencedor del certamen representaba al departamento, siendo el equipo de futbol la base de la selección.

Estos certámenes nacionales se realizaban a inicios del año (enero y febrero), y se hacían los fines de semana; para lo cual, se formaban grupos y los equipos que ocupaban el primero y segundo lugar, pasaba a lo que se le denomina la liguilla; de allí salía el campeón del certamen nacional.

En el año de 1936 la Liga de futbol del Valle Chicama, participó en este tercer campeonato nacional teniendo como base a los “Diablos Rojos de Chiclín”, por haber sido el campeón de su Liga; luego obtuvieron el primer lugar del campeonato a nivel departamental, llegando a Lima como uno de los favoritos para obtener el preciado título nacional.

El equipo chiclinense se convirtió en la base de la selección del Valle Chicama. Estuvo conformado por Juan “Chueco” honores y Sergio Otiniano en el Arco; “Choquilla Salavarria y Chávez, en la defensa; en el medio campo lo integraron Pérez, Bazán y Valentín Sánchez; mientras que en la delantera estuvo conformado por Moya, Mendoza, Cohete, Domínguez y Magán. Quipuzco no pudo jugar los primeros partidos debido a que se enfermó siendo reemplazado por Moya.

Como lo manifiesta el diario la “Crónica” de aquel año, la conformación de los grupos, tenía como finalidad llevar a los seleccionados de Lima y Callao a disputar el título; por lo que, armaron los grupos donde fácilmente podían derrotar a sus adversarios, pero como se dice criollamente: “Le salió el tiro por la culata”; ya que ambas escuadras fueron derrotados y eliminados. Por lo tanto, los grupos estuvieron constituido por los siguientes seleccionados: Grupo 1: Sullana, Islay, Huánuco, Piura y Callao. Mientras que el grupo 2, lo constituyeron: Lima, Chicama, Ica, Cusco, Puno. De ambos grupos en que se enfrentaron, salieron dos para ingresar al cuadrangular.

Los ugartinos como se le denominaba a la selección de Chicama, obtuvieron el primer lugar quedando invicto en su grupo, ganándole a Lima 1 a 0 con gol de Cohete; su segundo partido lo hizo con la selección de Ica ganándole 2 a 1, las anotaciones fueron realizado por Moya y Mendoza; el tercer encuentro lo realizan con el Cusco ganándole 5 a 0, goles de Carlos Domínguez, Magán, Choquilla, Quipuzco, Mendoza. De esa manera el seleccionado de Chicama, pasa a la semifinal conjuntamente con Lima, Sullana y Mollendo.

En esta semifinal en su primer partido se enfrenta a Lima quedando empatados, luego lo hace contra el seleccionado de Mollendo sufriendo su primera derrota quitándole la opción a ser campeón, y por último empata con Sullana. De esa manera, la selección de Chicama, obtienen el cuarto lugar del certamen; siendo campeón del certamen nacional la selección de Sullana.

Se debe mencionar que los mejores jugadores de la selección de futbol de Chicama en este certamen fueron: Honores y “Cohete” Ugarte; tal como lo menciona el diario “La crónica” de Lima.

COHETE Y HONORES EN EL UNIVERSITARIO DE DEPORTES:

Tras su participación regular para arriba en este III Campeonato Nacional de Futbol, una vez culminado el campeonato, los chiclinenses deciden retornar a su tierra natal; de ese contingente dos jugadores son los que se quedan en Lima, para incorporarse al Universitario de Deportes. Estos fueron Juan “Chueco” Honores y “Cohete” Ugarte quienes fueron convencidos por los directivos del equipo crema para que formaran parte de este club deportivo.

Es importante indicar que a inicios de la década de los 30 del siglo pasado, la Dupla Honores y “Cohete” mantuvieron una relación amical muy estrecha; ya que ambos, procedían de Ascope, su lugar de origen, iniciándose en el “Atlético Ascopano”; luego pasaron a jugar en el “Carlos Tenaud”, destacando en el arco “Chueco” Honores y en la delantera “Cohete”. La separación entre el descendiente de japonés (Juan Honores) con el mulato (Cohete), lo hacen cuando el “Alfonso Ugarte de Chiclín”, contrata al centro delantero, dejando de lado al guardavalla.

A pesar de jugar en equipos diferentes, ambos seguían frecuentándose, debido a la buena relación entre estos dos deportistas; permitiendo mantener una comunicación permanente.

La separación entre ellos, no impidió que ambos siguieran frecuentándose; ya que, los dirigentes chiclinenses convocaban al destacado arquero ascopano para que refuerce al equipo, cuando había invitaciones para jugar en Lima.

Según las noticias difundido por el diario “La Crónica”, describe que Honores y Cohete, entrenaban con el Universitario, e inclusive se menciona que Honores atajaba en partidos internacionales, mientras que “Cohete” estaba de suplente debido a una dolencia que tenía en el pie derecho, imposibilitando su presencia en el gramado, vistiendo los colores cremas.

Al poco tiempo, Juan “Chueco” Honores, firma contrato por el Universitario de Deportes defendiendo los colores por cerca de cuatro años; de esa manera tiene la oportunidad de reemplazar a Juan Valdivieso en el arco de la selección nacional, que había cumplido su ciclo, obteniendo el título sudamericano en el año de 1939. Luego tuvo la oportunidad de ir a jugar por el Newlls Boys de Argentina. Mientras que “Cohete” Ugarte decide retornar a Chiclín, para seguir jugando por los “Diablos Rojos”.

No se sabe cuáles fueron los motivos o factores que llevaron a que “Cohete” Ugarte retorne a Chiclín; ya que estando en Lima tenía más oportunidades de continuar jugando en equipos limeños, que en todo momento le ofrecían, pero él no aceptaba. Podría haber sido que: 1) Los dirigentes chiclinenses, no querían desprenderse de “Cohete”, 2) Que, debido a la falta de estudios, no sabía escribir ni leer, 3) “Cohete” podría haber sido declarado como jugador intransferible, 4) “Cohete” no se pudo aclimatar al ambiente limeño, 5) Por su color de piel, en aquellos años los jugadores del Universitarios eran de tez blanca, muy poco o casi nada de negros o mulatos jugaban en este equipo de futbol, 6) porque la mayoría de jugadores del club “crema” eran universitarios y “Cohete” no estaba en ese nivel educativo, por lo que fue discriminado. Entre otras hipótesis que me planteo para darme una explicación sobre el retorno a Chiclín.

Hasta el momento no tenemos información del porque “Cohete” nunca pudo jugar oficialmente en el Universitario de Deportes; a pesar que el Club “crema” estaba interesado en que este mulato defendiera los colores de este prestigioso equipo de futbol. Habrá motivos de seguir investigando.