HACIA UN NUEVO MODELO DE LIDERAZGO MUNICIPAL EN EL PERÚ
Por: Percy J. Paredes Villarreal
1. INTRODUCCIÓN:
Nuevamente, se da inicio al proceso electoral, para elegir a los nuevos alcaldes y regidores de los gobiernos Municipales Locales, que conducirán los destinos de las Regiones, Provincias y Distritos, a partir del año 2010, en nuestro país. Debemos indicar que este proceso electoral municipal, es cada 4 años, en que se renueva a las autoridades locales.
Los que desean participar en estas próximas contiendas electorales municipales, se vienen organizando en movimientos o partidos políticos, que les permitan competir por llegar al sillón municipal. Para ello, están comenzando a trabajar individual o colectivamente, realizando acciones como: organizar a los comités, reagrupar a la militancia, hacer pintas, realizar propaganda electoral; esperando que los gurús de los dirigentes regionales les pongan el dedo índice, diciéndoles que se encuentran aptos a postular por su organización.
El nuevo proceso electoral que se avecina, para elegir a nuestros representantes en el gobierno local, se moverá entre un tipo de liderazgo sustentado en el “Liderazgo Autoritario” o también denominado “Caudillismo”, y/o el Liderazgo Democrático y Participativo.
Por lo que, en esta oportunidad, describo un poco el nuevo contexto político, la realidad local y la contradicción que se va a dar entre dos modelos de liderazgo, al cual lo denomino liderazgo caudillista y liderazgo democrático.
2. EL MODELO CAUDILLISTA IMPERANTE:
EL modelo de liderazgo que viene imperando, a nivel local, en la actualidad se le denomina “Liderazgo Autoritario” o también llamado modelo “Caudillista”, tuvo sus orígenes a fines de los años 1989; en que, el independentismo, encabezado por Ricardo Belmont, reconocido empresario de televisión y animador de las teletones que se han realizado en nuestro país, a través de su movimiento Independiente “OBRAS”, gana las elecciones municipales en la capital del País.
A partir de esa fecha, comienzan a surgir los movimientos independientes, y se consolidan con el triunfo de Fujimori, en las elecciones presidenciales; lo cual durante la última década del siglo pasado, el predominio de los independientes y de los caudillos, en los gobiernos locales, comienzan a empoderarse dentro del espacio municipal.
El liderazgo autoritario o también denominado “Caudillismo” en los espacios locales, tuvo en Fujimori el prototipo de político, sustentado en el pragmatismo, en el individualismo, en la improvisación, en la actitud de hacer y después informar, en el comportamiento autocrático y en la corrupción. Por lo que, muchos líderes locales asumieron este prototipo de modelo político; ya que, en nuestro país, se comenzaba a fortalecer debido a múltiples factores.
Junto a este tipo de político, se sumaba la solvencia económica, de los candidatos; que en todo momento, imponían sus recursos para poder tener la candidatura. No interesaba si la persona, tenía noción o conocimiento de gestión municipal, ni tampoco tenía ascendencia o liderazgo, mucho menos si tenía visión de desarrollo, o en el último de los casos había un desconocimiento de la realidad local. Pero lo importante era la solvencia económica del candidato que podía cubrir en gran parte la campaña electoral, como también generar clientelismo político.
Del mismo modo, en otros aspectos, los liderazgos locales se construían en base al currículo con que contaban los candidatos; ya que, presentaban su currículo vitae, como si el partido, la agrupación o el movimiento político, era un lugar de empleo; para de esa manera ser considerados dentro de la plancha de regidores; de esa manera, la política local se orientaba.
Este modelo también se encontraba acorde con el tipo de gobierno local, en que se sustentaba; ya que la municipalidad era entendida y vista como una Institución Pública, dedicada a brindar servicios y atender al público. Del mismo modo, las municipalidades no contaban con partidas y presupuestos que les permitiera realizar acciones que vayan en busca del mejoramiento de las condiciones y calidad de vida de la población.
Por lo que, el alcalde, se convertía en una autoridad, que podía disponer del personal y de los recursos propios con que contaba, producto de los ingresos indirectos, vía certificados de nacimiento, de soltería, etc.; impuestos prediales, tributos, entre otros tipos de pagos realizado por los ciudadanos.
Este modelo de alcalde caudillo, se sustenta en:
1. El líder caudillo, es una persona que ve el proceso electoral y la postulación al sillón municipal como una inversión económica, porque sabe que al llegar al sillón municipal va a poder recuperar su dinero y hasta duplicar sus ganancias, obteniendo utilidades. Es decir, lo ve como costo beneficio, actuando dentro de esta perspectiva. No lo ve, como un servicio o un rol que permita trabajar por el bienestar o desarrollo de su comunidad.
2. El líder caudillo, es el que impone a sus candidatos a regidores, y condiciona a sus líderes superiores.
3. El líder caudillo, apoya económicamente a todas las personas, generando un clientelismo político; y posteriormente, esto se convierte en un compromiso por parte de las personas que han recibido algún tipo de apoyo, revirtiéndose en apoyo con el voto de él (o ella) y sus familiares, o en otros casos haciéndole propaganda y campaña polìtica.
4. El líder caudillo, es el que dice que es lo que va a hacer en un determinado lugar. Actúa verticalmente, e impone sus ideas. Hace creer que es el salvador y es el único que puede sacar adelante al pueblo.
5. El líder caudillo, no recoge opiniones, ni tampoco, recibe sugerencias; es decir no escucha la opinión de los ciudadanos. El líder caudillo, no acepta críticas.
6. El lidera caudillo, no fortalece la participación ciudadana, ni tampoco permite la vigilancia y la fiscalización a su gestión. Se opone a todo tipo de transparencia y rendición de cuenta.
7. El líder caudillo, centraliza todas las decisiones, y convierte a todos sus trabajadores y regidores en “secretarios”, dependientes de él.
8. El líder caudillo, es el que tiene que estar informado hasta el último detalle de las cosas, que suceden dentro de la municipalidad, como en la comunidad y/o lo que hace la oposición. Es decir, convierte a sus trabajadores en informantes, y le gusta el chisme.
9. El líder caudillo, es el que compra conciencia, medios de comunicación, condiciona a sus oponentes a cambio de su silencio; para de esa manera impedir escándalos o cuestionamientos a su gestión o a las obras que ejecuta.
10. El líder caudillo, no trabaja por el desarrollo local, actúa en torno a su personalidad y a su ego. Se opone al mejoramiento de las condiciones y calidad de vida de la población, no trabaja por el desarrollo humano.
11. El líder caudillo, no planifica ni trabaja en colectivo, es antidemocrático. Maneja una democracia representativa, sin darle participación a la sociedad civil.
12. El líder caudillo, se pelea con sus regidores y con aquellos que no se someten y no están de acuerdo con su actitud. No busca consenso.
3. SURGIMIENTO DEL CAUDILLISMO:
Este modelo de actuación que surgió en esa época, fue consecuencia de la crisis de los partidos políticos, que hubo en aquel entonces, y que hasta la fecha estas organizaciones no puede revertir esta situación; del mismo modo, la crisis económica, donde el modelo ortodoxo, del Capitalismo de Estado o del Estado de Bienestar, que antecedieron al neoliberalismo también se encontraba en crisis; y por último, el terrorismo y la guerra sucia en que se vivía, también fueron elementos que permitieron diseñar un nuevo cambio en nuestro país.
Del mismo modo, durante esta etapa teníamos un Estado muy centralista, que no les daba su espacio a los gobiernos subnacionales; por el contrario, desde el Gobierno Central, y a través de sus Ministerios y Gobierno Regionales, se ejecutaban las obras que debían tener un impacto social. Para lo cual, el gobierno local, solamente se abocaba a realizar gestiones ante los organismos superiores, para que se hagan las obras que permitieran mejorar las condiciones y calidad de vida, de un determinado lugar.
La gestión municipal era muy sencilla; ya que no se contaba con tecnología de punta y avanzada que permitiera mejorar el proceso administrativo y el servicio a los usuarios. La gestión municipal era muy tradicionalista y rudimentaria.
Las políticas locales eran ignoradas por los líderes Nacionales y sus respectivos partidos; cuyo rol y objetivo era la lucha política a nivel macro o nacional, dejándose de lado las propuestas locales y la competencia, que les asignaban a sus partidarios locales no era tan importante puesto que no diseñaban estrategias, ni orientaban a su militancia en la parte local.
Es más, para muchos líderes locales que querían hacer vida política partidaria, el primer requisito era llegar al gobierno local; ya que, se convirtió en un trampolín para ascender políticamente hasta llegar a la Política Nacional. Muchos líderes nacionales de diversos partidos políticos que se encuentran en las esferas del Estado tuvieron que pasar por el Municipio para llegar a dicho nivel o status.
Este modelo de liderazgo, basado en el autoritarismo o caudillismo, que se implementó hace 20 años, actualmente se encuentra en crisis. Esto es producto de la falta de una organización política sólida, ausencia de un programa y de un proyecto de desarrollo local que debe permitir mejorar las condiciones y calidad de vida para luego elevar el desarrollo humano; la ausencia y construcción de un modelo de Gestión Pública Local; y por último, la falta de una adecuación a los cambios en las normas y leyes con respecto a los gobiernos locales.
Y es que esta crisis de representatividad política, se debe a que el contexto y la realidad actual, nos está llevando a un nuevo escenario político local; por lo que, nos está permitiendo diseñar nuevas estrategias, nuevo modelo de liderazgo y un nuevo modelo de gestión municipal. Sustentado en un modelo de desarrollo local, que implique generar confianza y estabilidad, con miras al fortalecimiento de la gobernabilidad local.
4. EL NUEVO ESCENARIO LOCAL:
Es importante partir por tomar en cuenta un nuevo escenario existente en nuestro país, como es el proceso de descentralización; por lo que, debemos entender e interpretar como uno de los elementos prioritarios de esta segunda ola de Reformas del Estado.
La Descentralización, entendida como un proceso de transferencias políticas, administrativas y operativas (tal como lo define Iván Finot), que está significando y permitiendo un empoderamiento de los gobiernos locales y una responsabilidad mucho más amplia, totalmente diferente a lo que se tuvo en décadas anteriores. Para ello, debemos tomar en cuenta, los siguientes elementos, como son:
1) El nuevo rol y protagonismo que viene teniendo la sociedad civil, tanto en la planificación del desarrollo local, a través de su participación activa en el presupuesto participativo y la elaboración del Plan del Desarrollo Local, como también en su incorporación en el Consejo de Coordinación Local; del mismo modo, debe generar vigilancia ciudadana. Para ello, es importante la rendición de cuenta, que las autoridades locales tienen que hacer periódicamente ante la ciudadanía.
2) El control y fiscalización al gobierno local, y su compromiso con el desarrollo local, por parte de sociedad civil; y la utilización de los instrumentos de control por parte de los organismos estatales, a través del buen manejo del: Sistema Integral de Administración Financiera (SIAF), Sistema Electrónico de Administración de Contrato con el Estado (SEACE), Organismo Supervisor de Contratación con el Estado (OSCE), la Contraloría de República, entre otros. Esta significando, un nuevo rol de la gestión pública local, y de su gobernante.
3) La Nueva Ley de Municipalidades, la Nº 27972, donde fortalece al Municipio, dándole una serie de instrumentos, que les permita ampliar su visión orientándolo al desarrollo local. Para lo cual considera que las Municipalidades deben convertirse en gobiernos locales; les asigna la elaboración de instrumentos de desarrollo como: Plan Estratégico, Plan de Desarrollo concertado; incorpora a la sociedad civil como actores activos en la construcción del desarrollo y en la fiscalización, a través de instrumentos como es el Presupuesto Participativo y la Vigilancia Ciudadana.
4) La crisis del modelo neoliberal, sustentado en que el mercado es la mejor opción, reduciendo al Estado en su mínima expresión; trayendo como consecuencia la crisis financiera internacional, ha demostrado que el rol del Estado es importante y fundamental dentro de la sociedad, generando un equilibrio entre el Estado y el mercado.
5) Que los modelos de desarrollo que se han venido implementando en nuestro país, se han importado de otros países y de los Organismos Financieros Internacionales, trayendo fracasos; imponiéndose desde el Estado Nacional hacia los gobiernos subnacionales. Por lo que, en la actualidad, comienza a surgir un nuevo modelo de desarrollo desde abajo hacia arriba, es decir de lo micro hacia lo macro, de lo local hacia lo nacional, al cual, se le viene denominando desarrollo local.
5. EL NUEVO LIDERAZGO LOCAL:
Frente a este nuevo contexto local, y de acuerdo a la coyuntura política se abre paso a un nuevo modelo de liderazgo local, sustentado en los siguientes ejes importantes, como son:
1) Liderazgo democrático, en el sentido de que debe saber escuchar a los ciudadanos, recoger sus propuestas y demandas; y conjuntamente con la sociedad civil, ir construyendo el proyecto y el programa de gobierno local.
2) Al ser democrático, también tiene que ser participativo, que permita generar un dialogo horizontal y directo con la ciudadanía, dándoles acceso a la participación y a la vigilancia ciudadana, permitiendo una fiscalización permanente a su gestión municipal.
3) Por lo que, este liderazgo debe sentarse en la transparencia y en la honestidad, dejando de lado el enriquecimiento y malversación de fondos, que genera corrupción y por ende trae más pobreza para el pueblo.
4) El liderazgo también tiene que ser visionario, en el sentido que debe orientar y planificar el desarrollo, enrumbando la gestión municipal hacia el mejoramiento de las condiciones y calidad de vida de su población, logrando el desarrollo local y el bienestar de sus pobladores. Rompiendo en todo momento con el modelo de gestión Municipal tradicional, sustentado en la administración de los recursos y brindar servicios; para dar un salto cuantitativo en la estrategia de desarrollo local.
5) El nuevo liderazgo debe sustentarse en la inclusión social, mediante el cual incorporar a todos los actores, agentes y líderes locales, en una propuesta de desarrollo local. No diferencia adversarios, ni tampoco enemigos, todos pueden aportar al desarrollo local.
6) El nuevo liderazgo debe sustentarse en el trabajo colectivo y en equipo, dándole responsabilidades y descentralizando la toma de decisiones, en sus mandos inferiores.
7) El nuevo liderazgo no acondiciona ni tampoco genera clientelismo político; por el contrario construye capital social, en la ciudadanía, como elemento complementario en el desarrollo local.
8) El nuevo liderazgo, entiende que el participar en política local, no es para servirse, sino es para servir al pueblo de todo corazón.
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