LA VIOLENCIA DELINCUENCIAL COMO OBSTACULO DEL CRECIMIENTO ECONÓMICO
Por: Percy J. Paredes Villarreal
Existe una teoría que enfoca el tema de la violencia como un proceso histórico que se ha venido dando a lo largo de nuestra historia; es decir, para pasar de una etapa a otra, siempre se ha realizado haciendo uso de la violencia; tal es así que, nuestro país ha vivido etapas donde la violencia ha venido predominando. Este proceso de violencia, ha estado relacionado a los cambios sociopolíticos, que en todo momento han tratado de generar cambios dentro de la Estructura del Estado y de la Sociedad.
Del mismo modo, para los psicólogos, el tema de la violencia se ha circunscrito al comportamiento irracional del hombre, que para poder sobrevivir o mantener su Poder dentro de una sociedad con exclusión social, con discriminación y maltrato, ha hecho uso de la violencia como elemento coercitivo y/o de control sobre un determinado grupo de personas o dentro de la familia.
Asimismo, dentro de la sociedad, encontramos escenas y hechos sociales, que se vinculan con el tema de la violencia, como son las barras bravas, las pandillas juveniles, la delincuencia, etc.; cuya finalidad es mantener sus espacios territoriales, con la finalidad de tener bajo su control y su predominio. No esta demás decir, que la violencia forma parte de la cultura de los pueblos, y que en algunos de los casos es una expresión de su patrón cultural, de esa manera demostrar que ha través de la violencia se busca subyugar a hacer prevalecer su predominio.
También es importante indicar que la violencia se puede expresar o dar de diversas maneras: 1) a través de una agresión verbal; 2) Agresión Física; 3) Discriminación Racial y Etnica; entre otros mecanismos de violencia.
La Violencia a lo largo de estos últimos 30 años:
A lo largo de estas tres últimas décadas, nuestro país se ha enmarcado dentro de dos escenarios: la Primera, que ha tenido que ver con el proceso de violencia política y luego pasar a una etapa del incremento de la violencia social; y el segundo escenario ha tenido que ver con el proceso de aplicación de las políticas neoliberales y del crecimiento económico. Que en la actualidad tanto la violencia social con el crecimiento económico, se vienen fusionando y generando un problema que hasta la fecha no se puede controlar.
Con respecto al primer escenario, es bien sabido que a inicios de la década de los 80 del siglo pasado, es decir desde 1982 nuestro país se vio convulsionado con un gran problema como fue el surgimiento de la violencia política, donde grupos terroristas comenzaron a generar caos y desgobierno, a través de actos violentos, como fueron asesinatos a dirigentes y autoridades locales, atentados a locales públicos y privados, la aplicación de los “coche bombas”; matando a muchas personas inocentes que nunca tuvieron que ver con esta guerra interna. Del mismo modo, las acciones de las fuerzas armadas, también implico asesinatos extrajudiciales y desapariciones a comuneros y dirigentes gremiales, sindicales y políticos, que fueron en forma injustificada, sin poder demostrar existencia de vínculos entre los desaparecidos y los grupos terroristas.
Según el Informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación Nacional, el total de víctimas asciende a más 62 mil peruanos, entre hombres y mujeres, ubicados en las zonas rurales más que en las urbanas, en el ande peruano que en la costa, y de preferencia han sido entre las edades de 20 a 40 años de edad. Este resultado es el resultado de un proceso de investigación, y recolección de testimonios a lo largo y ancho de nuestro país. Lamentablemente, muy poco nos hemos interesado en leer o estudiar este fenómeno, para de esa manera inculcar a las nuevas generaciones un cambio de comportamiento y de conducta, a través de la educación que se imparte en los diferentes niveles (Básica, técnica y Universitaria).
Nuevo siglo y la continuación de la violencia, pero delincuencial:
La derrota política y militar de Sendero Luminoso y del MRTA, implico un proceso de pacificación; pero a la vez, significo el inició a la implementación de un nuevo modelo de desarrollo en nuestro país; donde, la aplicación del neoliberalismo genero despido masivo de trabajadores del Estado, privatización de las empresas públicas, reforma del Estado, etc.; que en cierta forma permitió el predominio de la economía de mercado.
Es decir, que mientras por un lado se comenzó a pacificar el país; por el otro lado, la reforma del Estado, implico un alejamiento de la sociedad civil, permitiendo un retroceso dentro de los escenarios públicos. Por lo tanto, se dejó al libre albedrío una serie de políticas sociales y públicas, que no buscaron resolver problemas que le competía al Estado, sino que fueron escenarios que poco a poco se comenzaron a solucionar a través de la violencia.
Tal es así que, durante le primera década del presente siglo hasta la actualidad, la violencia social, es la que viene predominando, sin poder ser controlado por las Fuerzas del Orden Público. Este incremento de la violencia social, se ha convertido en algo incontrolable e imparable, generando una inseguridad ciudadana; donde la población ha tenido que blindarse o buscar mecanismos de seguridad, ya que los actos delictivos se vienen dando sin poder ser controlado debido a que las normas del proceso civil y judicial, siguen siendo muy benignas; y a la vez, les han recortado una serie de responsabilidades a las fuerzas del orden público, como también les dan toda la facultad al juez de poder determinar una sentencia frente a un acto delictivo, donde en muchos de los casos los argumentos y pruebas que presenta la fiscalía son muy inconsistente o débiles, debido a la falta de investigación.
Del mismo modo, las sanciones están relacionadas al monto de los daños y perjuicios económicos sufrido por el agraviado, y que en muchos de los casos, está desligando de las lesiones físicas recibidas. Por lo tanto, estos personajes vinculados al mundo delictivo, tienen muchas ventajas en comparación a los agraviados o afectados, generando insatisfacción y cuestionamiento al Órgano de Justicia, que en lugar de sancionar absuelve a muchos personajes del lumpen.
La violencia delincuencial, en estos últimos años, ha venido incrementando la pérdida de vidas humanas; que en muchos de los casos han sido personas inocentes, como también se viene dando enfrentamientos armados entre grupos delincuenciales por controlar los espacios territoriales.
La violencia delincuencial, como obstáculo del crecimiento económico:
De acuerdo a los últimos estudios, una ciudad para que genere crecimiento económico y luego desarrollo, necesita de una estabilidad social y jurídica; es decir tener una ciudad segura. Ya que, de esa manera los inversionistas o los actores económicos tendrán la garantía de poder invertir sin el temor a ser asaltado, secuestrado o asesinado. De lo contrario, si existe una ciudad insegura, es proclive a una desaceleración o retroceso en el crecimiento económico, ya que no encontraría garantizado la seguridad de su vida o de su inversión.
Y en ese aspecto, podemos notar que la ciudad de Trujillo en estos últimos tiempos ha ido generando un crecimiento; pero a la vez, la violencia delincuencial también se está incrementando. Esto esta permitiendo cierta inseguridad en los empresarios como también en las familias, que han tenido que buscar algunos medios para poder protegerse de algún acto vandálico; del mismo modo, podemos notar la desconfianza de las personas visitantes de querer poder venir a visitar la ciudad.
Tal es así que, por ejemplo el turismo en nuestra región está ingresando a un proceso de desaceleración, del mismo modo las inversiones del sector privado también no se viene incrementando; ya que, se viene generando un proceso de desconfianza y/o de inseguridad.
Para resolver este problema, se han utilizado una serie de estrategias, que permitan controlar este problema, que se ha convertido en prioritario; las propuestas, se dan desde lo jurídico, donde se plantea modificar las leyes judiciales que sean más drásticas y sancionadoras; del mismo modo, se tiene que incrementar del personal policial y de Serenazgo en las calles; e inclusive, se viene incrementando la vigilancia particular, en algunas zonas y urbanizaciones.
Asimismo, los dispositivos mediante leyes y decretos, a nivel del gobierno nacional, el parlamento y el Poder Judicial; como también las Ordenanzas y Acuerdos de Concejo, que se promulgan desde los gobiernos regionales y locales; relacionados al tema de seguridad ciudadana, son la prioridad en estos momentos. Del mismo modo, la conformación de los comités de Seguridad Ciudadana dentro del ámbito nacional, regional y local; la elaboración de instrumentos y herramientas de planificación demuestra que hasta la fecha no hay efectividad, y los resultados no son tan halagadores. Por el contrario, las acciones delictivas se siguen incrementando; mermando la garantía a la vida y la libertad de transitar por un determinado lugar.
Existen muchas experiencias, a nivel internacional, donde ciudades eminentemente violentas han podido ser derrotadas, gracias a la acción del gobierno local y la sociedad civil organizada; para lo cual, el Estado subnacional ha cumplido un rol importante y predominante dentro de estos escenarios locales; del mismo modo, se han podido implementar políticas públicas locales, priorizando las políticas sociales, y tratando de acercarlo a los sectores sociales, que se encuentran excluido socialmente.
Esto significa que no solamente, se tiene que abordar el problema de la violencia delincuencial, dentro del marco judicial y policial; también implica el compromiso y acciones de otros sectores como es educación, salud, calidad de vida, entre otros. Esto significa implementar políticas públicas locales, que logren una presencia predominante del Estado subnacional, recuperando el principio de autoridad, que a lo largo de los años, se ha ido desapareciendo debido a un concepto erróneo que se ha tenido con el Estado.
Si no se toma en cuenta que la lucha contra la delincuencia es en forma articulada e integrada, la violencia delincuencial se va a ir incrementando; de esa manera, el crecimiento económico y el desarrollo, no va a permitir mejorar la calidad de vida. Por el contrario, estaremos viendo diariamente en los medios de comunicación escrito, radial y televisivo múltiples escenas de violencia y delitos, donde la sociedad civil, seguirá atemorizándose y viviendo a la defensiva, sin poder tener el control de los espacios públicos y la libertad de poder transitar por los diversos lugares de la ciudad.
Es hora de comenzar a trabajar por construir ciudades seguras; para lo cual, es importante diseñar políticas públicas locales, que permitan incorporar a los ciudadanos en estos programas.