ESTADO CORRUPTO U HOMBRES CORRUPTOS
Por: Percy J. Paredes Villarreal
Después de haber culminado de leer el libro “Historia de la CORRUPCION en el Perú”, de 499 páginas, escrito por el Historiador Alfonso W. Quiroz, publicado por el Instituto de Estudios Peruano (IEP); queda demostrado en este pormenorizado libro que desde la etapa colonial, pasando por los inicios de nuestra etapa republicana y hasta la actualidad, la corrupción siempre está presente dentro del Estado, así como dentro de los partidos políticos y en los conductores del gobierno; ya que, en todo momento se ha beneficiado personal y/o familiar o un grupo de personas allegados al máximo representante del País.
Según el autor de este importante libro, escribe lo siguiente: “… la corrupción se entiende, para los fines del presente trabajo, como el mal uso del poder político-burocrático por parte de camarillas de funcionarios, coludidos con mezquinos intereses privados, para así obtener ventajas económicas o políticas contrarias a las metas del desarrollo social mediante la malversación o el desvío de recursos públicos, y la distorsión de políticas e institución.
La corrupción constituye, en realidad, un fenómeno amplio y variado, que comprende actividades públicas y privadas. No se trata tan solo del tosco saqueo de los fondos públicos por parte de unos funcionarios corruptos como usualmente se asume. La corruptela comprende el ofrecimiento y la recepción de sobornos, la malversación y la mala asignación de fondos y gastos públicos, la interesada aplicación errada de programas y políticas, los escándalos financieros y políticos, el fraude electoral y otras transgresiones administrativa (como el financiamiento ilegal de partidos políticos en busca de extraer favores indebidos) que despiertan una percepción reactiva en el público.” (Pág. 32)
Del mismo modo, el autor indica que la corrupción siempre ha tenido continuidad desde los orígenes del Estado; asimismo, ha ido variando; y ha tenido, en los gobernantes y en los Partidos Políticos, esa sostenibilidad. “El fenómeno de la corrupción ha mostrado tanto continuidad como variabilidad desde la aparición de los Estados y civilizaciones más tempranos. Las manipulaciones corruptas del poder y la justicia tienen, pues, una larguísima historia y presencia en todas las culturas. Algunas sociedades han tenido más éxito que otras en ponerle freno a las corruptelas, pero ninguna ha logrado eliminar por completo este arraigado aspecto de las relaciones humanas… la corrupción puede reaparecer en medio de las Administraciones Públicas y los sectores privados más avanzados y eficientes, y causar pérdidas incalculables al público en general.”(Pág. 33)
Según el autor, nos dice que existen diversos modos de corrupción, tal como lo describe en el siguiente párrafo: “…Ciertos modos de corrupción probados en el tiempo tienden a perdurar, puesto que sus redes heredan prácticas generales y específicas, así como la habilidad práctica, de camarillas previas, especialmente en un contexto de sociedades civiles débiles. En el caso peruano y en muchas otras partes de Hispanoamérica, un modo predominante de corrupción ha estado ligado al poder ejecutivo: las ganancias y el botín ilegales del patronazgo realizado por virreyes, caudillos, presidentes y dictadores. Un segundo modo, duradero aunque fluctuante, lo constituyen las corruptelas de los militares, que frecuentemente están ligadas a los contratos de adquisición de armas y equipos. El manejo irregular de la deuda pública externa e interna en beneficios de unos cuantos, en particular después de la independencia, fue una tercer y omnipresente forma de la corrupción. Los sobornos en la aprobación e implementación de contratos, adquisiciones y obras públicas, así como en el suministro de servicios públicos, dañaron sistemáticamente a la ciudadanía en general. Los contratistas y empresarios que dan sobornos, ansiosos de tener así cuantiosas ganancias monopólicas, simplemente trasladaban el mayor costo en que así se incurría a los costos generales de los proyectos públicos en cuestión. Los ministros, congresistas y jueces que reciben sobornos permiten y fomentan, así, el incremento en los costos de transacción generales y minan la eficiencia y el prestigio de las instituciones reguladoras y correctivas claves” (Pág.39)
Quiroz, autor de esta grandiosa obra histórica de la corrupción en el Perú, nos dice que: “…La historia del Perú ha sido en parte la historia de sucesivos ciclos de corrupción, seguidos de periodos sumamente breves de reforma anticorrupción, interrumpidos por intereses creados contrarios a la reforma. Según los cálculos estimados mostrados en el apéndice del presente estudio, en el largo plazo (1820 a 2000), estas sucesivas olas de corrupción podrían haber implicado la pérdida directa e indirecta, el desvío o la mala asignación de fondos equivalente a un promedio de entre 30 y 40 por ciento de los gastos gubernamentales, y de entre 3 y 4 por ciento del producto bruto interno.” (Pág. 438)
Y por último, el autor, escribe lo siguiente: “La corrupción desenfrenada tuvo un impacto significativo, y en ocasiones decisivos, sobre la historia y el desarrollo peruano. El estudio de su papel histórico forma parte de la reevaluación y exposición de fuerzas subterráneas que dieron forma a su evolución social. La corrupción fue una pieza sistémica integral desde la formación más temprana de un Estado moderno en el Perú, pasando por las redes extraoficiales de patronazgo virreinal opuesta a la reforma y las camarillas de caudillos militares que minaban tanto el crédito local y externo, como las políticas económicas. La corrupción avanzó con el uso derrochador de la renta del guano en obras públicas colosales, la modernización con amigotes, que impuso gravámenes corruptos a los esfuerzos de desarrollo; las organizaciones populistas y militares radicales decididas a alcanzar y conservar el poder a cualquier costo; y, finalmente, la manipulación corrupta y encubierta de las instituciones nacionales y las aspiraciones democráticas. Para alcanzar un desarrollo global, el Perú y otras sociedades en vías de desarrollo deben contener y minimizar radicalmente las cargas económicas e institucionales causadas por la corrupción sistémica, a través de medios colectivos de origen local. Los efectos dañinos de una corrupción descontrolada jamás deben ser subestimada.” (Pág. 439)
Es importante indicar que la corrupción, a lo largo de nuestra historia, en la década de los noventa del siglo pasado, es decir durante el gobierno de Fujimori, ocupa el primer lugar de los gobiernos más corruptos existido a lo largo de nuestra historia republicana; en comparación a los otros y demás gobiernos tanto democráticos como militares , existente.
Asimismo dentro de esta lectura, describe al Aprismo, desde su fundación como un Partido vinculado a la corrupción; por lo que, desde mi punto de vista, no llama la atención que en sus dos periodos de gobierno, se hayan denunciado una serie de actos de corrupción; pero que, debido a que muchos funcionarios son apristas, han buscado la manera de como desaparecer, solucionar o silenciar estos actos.
Por lo tanto, concluyo recomendando a todos los científicos sociales, profesionales, investigadores y servidores públicos leer este libro porque nos va a permitir entender este grave problema existente dentro de la sociedad, y de qué manera poder elaborar estrategias que permitan actuar con transparencia.