miércoles, 18 de marzo de 2015

¿TUMBANDOSE A LAS AUTORIDADES ELEGIDAS POR EL PUEBLO?

Por: Percy J. Paredes Villarreal

Durante estos últimos tres meses, hemos podido leer y ver, tanto por medios periodísticos escritos o medios televisivos locales; la actitud y el objetivo que tienen  algunos representantes de la DBA (Derecha Bruta y Achorada) en la provincia de Trujillo; de querer tumbarse a la máxima autoridad edil de Trujillo. Para ello, buscan y tratan de cuestionar y desprestigiar sus acciones como también a sus personas de confianza.

Es verdad que esta práctica negativa que se da en algunos medios de comunicación trujillano, se inició durante el gobierno del régimen autoritario y dictatorial de Fujimori; donde su siames Vladimiro Montesinos, se encargaba de pagar cuantiosas sumas de dinero a los dueños de los diversos medios de comunicación escrito y televisivos, para de esa manera desprestigiar la imagen de los políticos opositores al régimen fujimontecinista.

Para cumplir con dicho objetivo el gobierno de aquel entonces, tuvo la osadía de contratar a un asesor argentino de imagen, como lo fue Borobio, quien conjuntamente con algunos dueños de TV y diarios peruanos; comenzaron a manejar estrategias para desacreditar la imagen de sus oponentes. Por lo tanto, los dueños de estos medios de comunicación daba la indicación a sus trabajadores asalariados de atacar y desacreditar a los políticos que se oponían al régimen autocrático y dictatorial, de aquel entonces; y a la vez, recibían la consigna de levantar la imagen del gobernante.

En la actualidad, las estrategias de los medios de comunicación trujillanos, que utilizan para desprestigiar a un líder político o autoridad, en este caso, se centran en: a) desprestigiar la imagen de la autoridad, b) vincular a la autoridad y a algunos de sus familiares, con supuestos actos de corrupción o enriquecimientos ilícitos; c) desacreditar a sus funcionarios; d) generar desconfianza y posterior conflictos, entre sus propios militantes y funcionarios; d) tergiversar o confundir a la población el mensaje de la autoridad.  De esa manera, estos medios de comunicación vinculados a la DBA buscan lograr que la ciudadanía comience a perderle credibilidad y confianza, para luego, cuestionar las acciones del gobernante y de la Municipalidad provincial.

Esa actitud periodísticas de la DBA, tiene pasos, como: 1) deslegitimar a la autoridad local; 2) generar caos y confusión, entre la autoridad con sus funcionarios y, luego, con la ciudadanía; 3) generar enfrentamiento entre los propios miembros de la organización política; 4) generar ingobernabilidad democrática.

Para los medios de comunicación vinculados a la DBA, su meta es traerse abajo a la máxima autoridad edil, en este caso; que pueden traer consecuencias negativas. Siempre y cuando se pierda la confianza, credibilidad y también la visión de desarrollo, por parte de la autoridad, funcionarios, militantes y ciudadanía.

Ese tipo de comunicación, al cual se le denomina prensa amarilla; ha podido sostenerse a partir de la desideologización de la población y de la clase política; del mismo modo, se debe ante la falta de formación política y técnica de los cuadros y funcionarios, existente en el partido ganador y en la gestión municipal.

Por lo tanto, este tipo de actitud de algunos periodistas relacionados a la DBA se circunscribe a un punto de vista mercantil; que muchos de ellos practican como es el chantaje o el acondicionamiento. Para ello, anteponen a su formación profesional y ética, el interés económico; dejando de lado la función de informar con objetividad.

Algunos de ellos, actúan de esa manera, por la necesidad económica, que viene atravesando; incorporándolo a su cultura profesional que viene predominando en la mayoría de los profesionales de la prensa liberteña.

Es importante que el alcalde trujillano, tenga claro lo siguiente: 1) Mantener la visión de desarrollo que desea construir, tanto el alcalde como su militancia y funcionarios; 2) mantener la confianza y el respaldo hacia sus funcionarios y técnicos, hasta que no se demuestre lo contrario; 3) mantener la comunicación permanente con sus funcionarios y militancia; 4) contar con  un equipo de prensa que pueda revertir las criticas provenientes de la DBA; 5) trabajar directamente con la población, organizándolas y aperturando espacios de participación ciudadana; 5) no ceder al chantaje de la prensa amarilla representante de la DBA.

De esa manera, podrá salir airoso en esta etapa inicial, donde los medios de comunicación interesada quieren tumbárselo; y la sociedad civil debe hacer caso omiso a los comentarios e información tergiversada y mal intencionado. Fuerza señor Alcalde y siga adelante.



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