Por: Percy J. Paredes Villarreal
Tradicionalmente, cuando una persona comienza a estornudar o
tener un malestar, lo que hace es automedicarse; para lo cual, acude a tomar
algún tipo de medicina tradicional (o también denominado hierbas medicinales),
si eso no le hace efecto, acude a la farmacia o botica y consulta al fármaco
sobre alguna medicina para poder cortar dicho malestar; al no tener efectos
positivo, recién acude al médico, para que lo atienda. Ese es el procedimiento
que realiza cualquier persona común y corriente.
Este proceso es muy tradicional, lo cual muchos lo hacen de
esa manera; y podemos encontrar una dualidad pero a la vez la articulación de
ambos aspectos al cual lo podemos denominar medicina natural o tradicional y
medicina científica u occidental. Donde ambas metodologías o modelos, han
venido desenvolviéndose independientemente; y que en un determinado momento,
generaba conflictos y confrontaciones entre ambos aspectos de la salud.
En el año 2009, tuve la oportunidad de trabajar en un
proyecto relacionado a la gestación, puerperio y parto tradicional; al cual se
le denomino Salud Intercultural. Lo que se buscaba era recoger información del
uso y costumbre del parto ancestral o también denominado intercultural; para de
esa manera plantear algunas propuestas referidas a la modificatoria en la
atención, actitud y comportamiento de las y los profesionales de salud,
relacionado y vinculado a este tema, que casi no se ha abordado, ni tampoco
estudiado mucho menos investigado.
Este estudio nace, de la preocupación de la Gerencia Regional
de Salud y algunas ONG, debido al alto índice de mortandad peri y posnatal,
existente en la Región de La Libertad; particularmente en las zonas andinas
donde se ha podido identificar altos índices mortalidad infantil.
Producto de esta preocupación se inició este proyecto, para
lo cual se realizó un trabajo de campo, además de realizar algunas entrevistas
a las mujeres en edad fértil, a los profesionales de la salud, donde hicimos
algunas entrevistas, aplicamos una encuesta, donde nos arrojó algunos
resultados muy preocupantes como:
1) la formación urbana
y occidental de los profesionales de la salud (Médicos, enfermeras, obstétricas,
etc.),dejando de lado los patrones culturales de la población de las zonas
rurales y andinas; donde al llegar a estos lugares andinos desconocían las
costumbres y tradiciones de la población, actuando autoritaria y verticalmente,
generando choques y confrontaciones culturales; trayendo como consecuencia el
ausentismos y la desconfianza, de las madres gestantes en las profesionales de
la salud (enfermeras, obstetras y médicos) y en el centro de salud.
2) la falta de cursos
relacionado a cultura, identidades, patrones culturales, costumbres y
tradiciones, realidad regional, o salud intercultural dentro de la etapa de
formación académica profesional de los profesionales de la salud; permitió
construir una imagen soberbia y arrogantes de los profesionales, en querer
demostrar que son los únicos autorizados brindar atención en salud. Por lo tanto aquellos que hacían uso
de la medicina tradicional, las parteras, herbolarios, etc., son considerados
como enemigos de la salud.
3) poco interés en
conocer la idiosincrasia y patrones culturales de la comunidad, en los
profesionales de la salud; ya que, mayormente no salen a campo a realizar el
seguimiento a las madres gestantes. Lo que hacían era que venga a la posta a
realizar sus controles; para lo cual, utilizaban a los promotores de salud para
que realicen las visitas domiciliarias y estos acompañarlos al puesto de salud.
De parte del personal de salud, no había esa humildad y sencillez de las
profesionales en querer visitarlas en su domicilio.
4) desinterés de los
profesionales de la salud, en no involucrarse con la población donde laboran, mayormente
son de la zona costeña urbana los profesionales que llegan a estas zonas, para
hacer su SERUMS; solamente cumplían con su horario de trabajo y posteriormente,
se regresaban a la costa.
5) El maltrato verbal,
que en ciertas ocasiones las profesionales de salud hacían a las mujeres
andinas, por cualquier motivo; generando un bajo autoestima de estas,
impidiendo aperturar confianza y desinterés por acudir al puesto de salud.
El trabajo antropológico fue muy enriquecedor, permitiendo
encontrar una serie de rituales, ceremonias y comportamientos tanto de la
gestante como de la familia en lo que es el proceso de parto, por parte de la comunidad,
la familia y la mujer andina. Tal como lo describiremos a continuación:
1) Presencia de la familia en el parto, como
expresión de solidaridad, de identificación y su relación con la cosmovisión
andina de esta.
2) Presencia y participación de la
partera, que es una mujer adulta mayor, de la comunidad igual al resto de las
demás integrantes de la comunidad; cuya función es la de encargarse en atención
y
el seguimiento durante su proceso de embarazo.
3) Partera persona empírica sin
conocimiento científico, pero con mucha experiencia en el parto de la
comunidad; genera confianza y seguridad en la comunidad, en las familias de una
mujer gestante. Pero, rechazo y discriminación por parte de las profesionales
de la salud que llegan a estas zonas a laborar.
4) Practica de un parto tradicional de
las mujeres, en forma achunturada o en cunclillas, por parte de la gestante;
este parto lo puede hacer en el dormitorio cogiéndose de la baranda de la cama,
o en la sala cogiéndose de la silla; en otras ocasiones se hace en cunclillas,
con el apoyo del esposo quien lo sostiene sentándose en una silla.
5) Haciendo uso del parto vertical, para
las mujeres del ande es más ventajoso, menos riesgoso y más rápido en traer al
niño a este mundo. Totalmente diferente
al parto vertical que es más doloroso, y se tiene que utilizar una serie de
elementos quirúrgicos.
6) En algunos casos la partera le da a
la gestante le da aguardiente (cañazo, ron o alcohol), para que beba la mujer
que está pariendo, para que de esa manera no sienta el dolor; mientras que en
un parto occidental, se le introduce anestesia a la gestante, para que no
sienta el dolor ni tampoco se pueda mover.
7) En el parto, participa, aparte de la
gestante, el esposo y la comadrona, que son personas conocidas y de confianza;
totalmente diferente en un parto occidental, donde todas las personas que
participan en el parto son desconocidos y aparte están varones y mujeres; donde
para la gestante, esto es sinónimo de vergüenza que una persona desconocida
este participando del parto.
8) Al momento de dar el parto, la
familia selecciona a una persona para que haga el corte del cordón umbilical,
de esa manera se genera una relación de
compadrazgo entre la familia y la persona que ha cortado el respectivo cordón,
convirtiéndose en un acercamiento entre ambas familias. Mientras que en el
parto occidental, cualquier enfermera hace dicho corte, como algo normal y
natural.
9) La placenta que es producto de la llegada del niño a este
mundo, en algunos lugares lo entierran
en el dormitorio o en la sala de la vivienda, como creencia de que el niño no
se vaya lejos de la casa, cuando sea grande; mientras que en la zona urbana y
costeña, la placenta lo negocian en el hospital con las empresas de cosméticos.
10)
Presencia
de patrones culturales ancestrales, costumbres tradiciones, rituales y
ceremonias del nacimiento de un niño o niña en las comunidades andinas, como es
la algarabía, fiesta de varios días; dependiendo del tipo de sexo del recién
nacido. En muchos de los casos los profesionales de la salud, formados en las
zonas costeñas desconocen la cosmovisión del ande liberteño.
11)
Los
partos de la mujer andina, son naturales sin uso de anestesia; del mismo modo,
al culminar el parto, la mujer es atendido por el esposo con su caldo de
carnero; después de dos o tres días, la mujer retoma sus labores domésticas y
productivas. Mientras que en el caso de la mujer de la zona costeña es todo lo
contrario.
Ha raíz, de esta experiencia se realizaron una serie de
recomendaciones, que deberían ser incorporados al protocolo y al modelo de
atención hacia las mujeres gestantes que viven en la zona andina, como son:
1)
Incorporación
del parto en cunclillas o achunturado, dentro del protocolo del parto; donde
los profesionales de la salud deberían informar o comunicar la familia, antes
de realizar el parto.
2)
Respeto
y valoración, de las costumbres y tradiciones de las comunidades, por parte de
los profesionales de la salud que llegan a laborar en este lugar.
3)
Respeto
y buena atención a las mujeres gestante por parte de las profesionales de la
salud, buscando fortalecer su autoestima; generando confianza y comunicación
entre ambos actores.
4)
Presencia
y participación de la partera y de la familia en el seguimiento y parto de la
gestante. En otros casos, participación de la partera como promotora de salud.
5)
Construcción
de la casa de espera, con las características rusticas similar a la de su vivienda;
para de esa manera se familiarice con el lugar.
6)
Seguimiento
al proceso de gestación por parte de la obstetra, quien visita permanentemente
a la gestante, con la finalidad de generar comunicación y confianza.
7)
Incorporación
de temas relacionado a cultura, antropología, patrones, costumbres, realidad
local, en la curricular de las escuelas profesionales de la salud (enfermería,
obstetricia, medicina, nutrición, etc.), existentes en las Universidades
Públicas y Privadas que se encuentran en las zonas costeñas.
Fue una experiencia muy interesante, que permitió aperturar
un espacio para la antropología en la salud.