sábado, 18 de junio de 2016

LA DERROTA DE KEIKO

Por: Percy J. Paredes Villarreal

Después de un largo silencio, y de polémicas declaraciones de los voceros de “Fuerzas Popular” en no aceptar el triunfo de PPK;  Keiko Fujimori se dirigió a la Nación aceptando su derrota. Y a la vez, manifestó que en el Congreso de la República, donde ellos tienen mayoría, su Partido hará una oposición firme; de esa manera anuncia cual va a ser la actitud de los fujimoristas en el parlamento en este nuevo quinquenio.

Esta es la segunda derrota que tiene Keiko, en su carrera política hacia el palacio de gobierno; primero, fue contra Ollanta Humala y en estas  últimas elecciones presidenciales ha sido derrotado por Pedro Pablo Kuczynski. Demostrando que el “el pan, se le quema en la puerta del horno”; es decir, después de estar en primer lugar, según los resultados presentado por las empresas encuestadoras, semanas antes del sufragio electoral; y en menos de una semana se revierte su situación de favoritismo y la opción del triunfo electoral se alejó de sus manos.

Existen varios errores que tuvieron Keiko y su partido, que lo llevaron a perder nuevamente estas elecciones presidenciales; donde han querido hacer creer que la derrota se debe al odio y venganza que existe contra ella. Lo cual es un grave error y mucho subjetivismo en su respectivo análisis; por lo que a continuación vamos a describir las causas o factores que llevaron a su derrota, en estas últimas elecciones presidenciales:

Primero, ante la denuncia presentada por un medio de comunicación televisivo referido a las investigaciones sobre lavado de dinero, que le viene haciendo la DEA al congresista fujimorista Joaquín Ramírez, Secretario General de su Partido;  Keiko, nunca se pronunció en forma drástica y tajante, como lo hizo con las faltas cometidas por otros miembros de su bancada. Por el contrario, tuvo una actitud pusilánime contra Ramírez.

Segundo, la actitud del vicepresidente de “Fuerza Popular” José Chlimper, de enviar un video editado a un programa noticiero, tratando de limpiar al congresista Joaquín Ramírez haciendo creer que  el informante de la DEA se había desdicho y negando la investigación que le viene haciendo la DEA, por presunto lavados de dinero. De esa manera nos hace recordar los tiempos del gobierno fujimorista donde manipulaban y editaban en su favor la información perjudicando a sus oponentes; lo cual trajo esos recuerdos en la ciudadanía, perjudicándolo enormemente la candidatura de  Keiko.

Tercero, la actitud irrespetuosa de Keiko contra su contrincante PPK, en los dos debates presidenciales considerándolo como una persona anciana que no tiene capacidad para gobernar ni para conocer el país. Además, de la falta de conocimiento de Fujimori en la Gestión Pública y del Estado; además de la falta de  formación política al leer los textos de su programa y sus propuestas en el debate.

Cuarto, el apoyo brindado por la mayoría de los ex candidatos presidenciales a PPK, y el rechazo de estos a Keiko; particularmente, la posición de Verónica Mendoza, en la última semana del proceso electoral en favor de la democracia y en contra de la dictadura. Bajo el lema “Keiko no va”.

Quinto, las dos grandes movilizaciones por parte de la ciudadanía en contra de Keiko, por su pasado tanto de ella como la de su padre, que actualmente se encuentra sentenciado por corrupción y violación a los derechos humanos. Demostraron un rechazo mayoritario hacia el fujimorismo.

Sexto, la actitud de su hermano Kenji en decir que si su hermana no gana estas elecciones el postularía en las próximas elecciones del año 2021. Haciendo ver la discrepancia entre los hermanos por el control del Partido, como de llegar a ser Presidente de la República. Dando a saber que la dinastía Fujimori quiere estar cerca al Poder.

Séptimo, la actitud de sus congresistas particularmente de Cecilia Chacón al decir que “Alberto Fujimori, saldrá por la puerta grande”,  de Héctor Becerril “… que ellos no dialogaran con las minorías”, de Pedro Spadaro al manifestar “… ya sabemos quién tiene mayoría en el congreso”.

Octavo, la falta de transparencia del Partido Fuerza Popular referido al manejo de los fondos económicos de su campaña electoral, que fue multitudinario.

Noveno, Keiko habla de conocer el país, pero no se ve reflejado en su plan de gobierno; ya que, no recoge  ni  plasma en su documento oficial una serie de problemas y necesidades que tiene la población de las diversas regiones donde ella ha visitado y ha conversado con la ciudadanía. Solamente presenta generalidades y no describe el cómo lo va a realizar y de qué manera va a financiarlo. Demostrando un plan de gobierno muy genérico y pobre en propuestas.

Decimo, el temor de la ciudadanía al tener el control total del Estado; ya que, “Fuerza” Popular tiene mayoría absoluta en el parlamento nacional y de ganar las elecciones tendría el ejecutivo; lo cual, actuaría como lo hizo su padre al tener el control del Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial). Por lo que, esto hubiese generado automáticamente un autoritarismo democrático.

Décimo primero, la denuncia de los medios de comunicación escrito, con respecto a algunos de sus parlamentarios electos, que tiene procesos judiciales, como también otros que se encuentran denunciados o investigados por la fiscalía en casos de lavado de dinero.

Décimo segundo, Keiko actúo a la defensiva; ya que, considero que todos los partidos, los medios de comunicación (escrito, radial y televisivo), le han hecho cargamonton criticando y cuestionando su candidatura; por el pasado de su padre.

Décimo tercero, el poco conocimiento y experiencia de Keiko, en gestión pública, frente a un Pedro Pablo Kuczynski que tiene mucha experiencia en el Estado; ya que, ha sido Ministro de Energía y Minas, durante el gobierno de Fernando Belaúnde Terry; Ministro de Economía y Presidente del Consejo de Ministro durante el periodo de Alejandro Toledo; Funcionario del Fondo Monetario Internacional, etc. Eso le demuestra más credibilidad ante su contrincante que nunca ha ejercido funciones públicas.

Décimo cuarto, sus acuerdos realizados con un pastor evangélico homofóbico, con un Representante de construcción Civil, que ha sido detenido por extorsión; y con un representante de la minería informal, que viene depredando el medio ambiente. Generó descontento por parte de la ciudadanía.

Décimo quinto, la falta y ausencia de cuadros técnicos profesionales en su plan de gobierno, demostró que era una candidatura que adolecía de propuestas electorales.

Y por último, su actitud arrogante y su cinismo, en desconocer algunos hechos que se han venido haciendo su miembros del Partido “Fuerza Popular”, y que Keiko en todo momento ha venido comportándose.

Estas y otras actitudes tanto de Keiko, de su familia y de su partido, han generado mucha desconfianza en el electorado peruano que no le han dado el voto a ella; por el contrario, han preferido votar por el “mal menor” representado en Pedro Pablo Kuczynski un tecnócrata y especialista en Gestión Pública con mucha experiencia. Demostrando de esa manera que los peruanos, si tiene memoria y que apuestan por una nueva cultura política.



jueves, 2 de junio de 2016

EL FUJIMORISMO DE KEIKO

Por: Percy J. Paredes Villarreal

En esta última semana, en una reunión con algunos amigos, me preguntaron que es el Fujimorismo. Obviamente, que se generó todo un debate que fue importante para comenzar a describir e interpretar esta caracterización política que tiene más de 25 años de presencia en la política peruana.

Una primera conclusión a la que llegamos fue que el fujimorismo  más que un partido político es una dinastía familiar; ya que, utiliza la fachada de una agrupación política desde el año 1990 hasta la fecha, donde se han venido formando varias organizaciones partidarias  cuyo cacicazgo está vinculado a este apellido. Primero fue Cambio 90, posteriormente fue Vamos Vecino, luego Perú 2000, le siguió Fuerza 2011 y ahora es Fuerza Popular; todos ellos conducidos y comandados por la familia Fujimori, quienes eran los encargados de dirigir dichos partidos electorales a través del tiempo.

Segunda conclusión, el Fujimorismo es una ideología política que se basa en el individualismo, el pragmatismo, el clientelismo, asistencialismo, autoritarismo y en el verticalismo; donde todos se mueven en torno al pensamiento del patriarca Alberto Fujimori. Pero, que en estos últimos años, la hija Keiko está tratando de desligarse de él como persona pero no como pensamiento ideológico y político del padre;  difícilmente se puede desligar, ya que la mayoría de las personas o simpatizantes de ella, apoyan o votan por ella, pensando en su padre.

 Su base política e ideológica se concentra en los sectores pobres, ya que busca en todo momento mantener en la ignorancia a las grandes masas de personas del sector D y E. Que debido a su poca preparación ideológica y política, son atraídos por los regalos o el recuerdo de su padre que estuvo por esos lugares, y que supuestamente acabo con el terrorismo.

Tercera conclusión, el fujimorismo es un pensamiento político que se sustenta en un programa o proyecto político, teniendo como principal objetivo defender y mantener la Constitución Política,  que tiene cerca de 23 años de vigencia, cuyos logros y resultados han beneficiado a las transnacionales como al sector empresarial; y que, los gobernantes que continuaron a Fujimori, han mantenido el modelo de desarrollo iniciado en 1990; hasta la fecha no han permitido dar un giro o apostar por otro modelo diferente al que viene predominando hasta la fecha.

Cuarta conclusión, en lo económico el fujimorismo se sustenta en  el modelo neoliberal, donde prioriza las actividades primarias extractivas, como es la minería; segundo,  la economía de mercado,  la apertura de nuestra economía, mediante los Tratados de Libre Comercio, etc.; trayendo como consecuencia el ingreso, fusión o la incorporación de empresas transnacionales, doblegando a las nacionales.

Quinta conclusión, el fujimorismo  se relaciona con la violación a los derechos humanos (esterilización forzada, conformación de grupo paramilitares para exterminar a ciudadanos que se oponían al régimen de los 90 del siglo pasado), corrupción, narcotráfico, aprovechamiento del Estado por parte de  la familia Fujimori. De la misma manera, su gobierno se concentró en el control total del poder y en un régimen autoritarismo.

Toda esta realidad que vivimos en la década de los 90, viene a ser la “mochila pesada” que Keiko está llevando en sus espaldas y está tratando de diferenciarse; buscando en todo momento dar aires de cambio. Pero el accionar de ella o de las personas cercanas a ella dicen y hacen todo lo contrario, generando incertidumbre y desconfianza.

Si hacemos un recuento del accionar de Keiko, podemos notar que viene actuando de acuerdo a las circunstancias políticas, pero en el fondo ella siguen con la cultura política impuesta por su padre, mencionado líneas arriba, como: autoritarismo, corrupción, clientelismo, asistencialismo, libre mercado, etc.

Desde que fue primera dama, nunca se pronunció ni tampoco dijo algo con respecto a lo que había acontecido con su padre; por el contrario avaló todo lo que hizo su padre y su socio Montesinos.

Keiko Fujimori, en esta contienda electoral busca o trata de separarse del modelo de su padre; pero difícilmente lo puede hacer, debido a que mantiene un discurso ambiguo, pero su actitud en algunos casos desdice lo contrario. Ya que, supuestamente dice representar a los pobres, como también trata de plantear cosas que no están dentro de su programa, pero hace creer que lo va a cumplir y no lo va a poder hacer, porque estaría en contra del modelo que impuso su padre.

En estos últimos días Keiko, se viene rodeando de personas que trabajaron con su padre; así como también, algunos de ellos tienen problemas que vienen siendo investigados con respecto a corrupción y lavado de activos. Por lo que, de llegar a ganar las elecciones presidenciales el 05 de junio, podríamos  llegar a convertirnos en un narcoestado, como lo fue Colombia, México, y  otros países en América Latina. Por eso mi voto es “ NO a Keiko”.