lunes, 13 de abril de 2015

APRENDIENDO LA LECCIÓN, PARA PREVENIRLO

Por: Percy J. Paredes Villarreal

En verano del año 1997, nuestro país sufrió los efectos del Fenómeno de “El Niño”, siendo la zona andina la más afectada. Dentro de la Región de La Libertad, particularmente en la Provincia de Ascope, uno de los distritos que fue el más afectado por este desastre natural fue Chicama, donde las aguas del río del mismo nombre desaparecieron algunos caseríos como Atahualpa, Huáscar, un sector de Quemazón, todos ellos en el Centro Poblado de Sausal. Además las aguas del río llegaron hasta el Centro Poblado de Chiclín en tres oportunidades, trayendo como consecuencia algunas viviendas destruidas, pero no pudo desaparecerlo.

Tanto los gobiernos nacional, regional y local, de aquel entonces, pusieron de su parte para de esa manera evitar tragedias graves, no hubo daños humanos ni tampoco cuantificables; pero, fue una llamada de atención y alerta a las autoridades y a la población para que se organicen y se preparen ante cualquier tipo de desastre natural, que pueda venir en adelante.

En aquel entonces, se pudo notar la falta de liderazgo y de conducción por parte de las autoridades locales, para poder prevenir y resistir los embates del desastre natural; ya que, este desastre natural trajo graves consecuencias materiales como la interrupción de un buen tramo de la carretera panamericana (aproximadamente 2 Km), debido a la inundación de esta carretera. Asimismo, en el Centro Poblado de Chiclín y algunos lugares cercanos hubo ausencia de agua y electrificación; esto se debió a la caída de los postes de electrificación; del mismo modo, hubo desabastecimiento de los principales productos de primera necesidad en estos lugares.

Aparte de estos problemas mencionados líneas arriba, también se pudo notar la falta de organización de la población; así como también el aprovechamiento de algunos individuos que buscaban obtener algunos beneficios económicos, producto de las ayudas brindadas por el gobierno central, como también por colonias de chiclinenses residentes en el extranjero; quienes se organizaron para recaudar fondos y remitir a su tierra que se encontraba en situación crítica producto del desastre natural.

En estos momentos, abril del año 2015, según el SENAMHI, indica que nuevamente nuestro país será afectado por el Fenómeno de “El Niño”, y probablemente afectará en los meses de Mayo a Julio; por lo que, ya comienza a tener sus consecuencias con las fuertes lluvias torrenciales en el centro del Perú, donde se está haciendo notar derrumbes obstaculizando la carretera. Del mismo modo, en estos días Chosica nuevamente ha sido afectado por las aguas trayendo graves consecuencias de vidas humanas y cosas materiales.

Mientras que, en el Valle Chicama las aguas del río del mismo nombre, está comenzando a tener consecuencias como el ingreso de las aguas a la carretera que va a Cascas; por lo que, las autoridades locales y regionales, deben comenzar organizarse y tomar las precauciones respectivas, para de esa manera evitar las consecuencias similares a las que se tuvo en aquel año.

El Gobierno Local de Chicama, debe coordinar con los municipios de los Centros Poblados de Chiclín y Sausal, y elaborar un Plan de Contingencia, que permita realizar algunas acciones para identificar los lugares débiles y de riesgo, con la finalidad de evitar alguna de llegada de aguas hacia la comunidad. Asimismo, el Alcalde Distrital, en reunión de Concejo Municipal, han aprobado declarar en emergencia el Distrito; para lo cual, es importante destinar dinero del FONCOMUN, para invertir en la defensa o cubrir los centros poblados que se encuentran en situación de debilidad.

También es importante que el Alcalde Distrital de Chicama, coordine con el Alcalde Provincial y el Gobierno Regional de la Libertad, con respecto a una serie de acciones y estrategias preventivas; de esa manera, estar preparados ante cualquier desastre natural.

Y por último, trabajar con la población de los diversos Centros Poblados del Distrito, Instituciones Educativas, Organizaciones Sociales de Base, etc.; para organizarlos en comités de prevención y capacitarlos ante la llegada de las aguas fluviales. De esa manera, actuar en forma inmediata y preventiva, ante cualquier acto de desastre natural.

Por lo tanto, es importante la prevención y la planificación, para de esa manera actuar ante cualquier tipo de desastre natural, y evitar las consecuencias que se tuvo hace aproximadamente dos décadas, en que la población vivió este tipo de desastre natural, y nos encontró desprevenido, sin evitar las consecuencias; pero que, ahora en esta oportunidad se puede prevenir evitando pérdidas humanas y materiales.


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