“LA CAIDA DEL GRAL. JUAN VELASCO ALVARADO”
Por: Percy J. Paredes Villarreal.
“La Caidad de Velasco. Lucha política y crisis del régimen”,
es la última publicación realizada por el historiador Antonio Zapata. Que
dentro de los últimos 50 años de nuestra historia republicana, muchos recuerdan
este episodio.
Antonio Zapata al igual que otros investigadores, para
recordar esta etapa importante que vivio nuestro país, han publicado un
sinnúmero de artículos como también libros referido a su vida, su gobierno y
las reformas estructurales que se realizaron durante su periodo de gobierno
militar.
Juan Velasco Alvarado, un militar que se inició como soldado raso hasta llegar al rango de general,
y convertirse en presidente de la república mediante un “Golpe de Estado”
contra el entonces presidente del gobierno democrático Arquitecto Fernando
Belaunde Terry, quién en ese momento gobernaba el país bajo una crisis política;
donde, el parlamento estuvo en manos de la alianza partidaria pertenecientes al
Apra-Odriismo, y eran los que obstaculizaban e impedían la implementación de las
reformas y cambios que deberían realizarse en lo inmediato y que no podían
postergarse. Similar a lo que venimos viviendo en esta coyuntura política
actual.
Este militar, fue odiado por las clases dominantes, como los
hacendados, los latifundistas y la oligarquía; pero querido por los
trabajadores, indígenas y sectores populares; que gracias a la reforma
estructural que implemento en aquel tiempo, acabo con la servidumbre, el
servilismo, la semifeudalidad y el atraso en que se vivía en el país en
comparación a otros países de América del Sur.
Zapata nos presenta este libro muy interesante, basado en la
recopilación de información proveniente de fuentes escritas como las actas de las
reuniones del Consejo de Ministros, diarios que se publicaron en aquellos
tiempos, y testimonios de algunos investigadores que vivieron esos tiempos. Del
mismo modo, el libro describe los últimos años del gobierno de Velasco.
La reforma estructural que realizó Velasco, fue muy atrasada
en comparación a los otros países, cuyos gobernantes habían realizado hace más de 30 años. Mientras
que en el Perú se hizo mediante un régimen militar; en los otros países
latinoamericanos fueron hechas por
gobiernos democráticos.
El autor caracteriza al gobierno de Velasco como un régimen
dictatorial, nacionalista que no se encontraba comprometido con un modelo
socialista ni capitalista, por el contrario tenía cierta influencias cepalinas
que buscaban un régimen alternativo a estos modelos de desarrollo.
Dentro de su gabinete ministerial, encontramos a dos sectores
de militares que se sentían identificados con el ala de derecha y de la izquierda:,
generando pugnas por querer hegemonizar
el gobierno y diseñar políticas en favor del libre comercio, como otros en
favor del estatismo, predominando por un determinado tiempo lo segundo.
Es importante indicar que el presidente dictatorial tenía
debilidades como: 1) era un orador no muy fluido, 2) desconocía muchas cosas de
gestión pública, 3) era muy desconfiado; ya que, era un militar y nunca se
había preparado para gobernar.
A pesar de esas debilidades contaba con el respaldo de los trabajadores, campesinos y de algunos
profesionales que decidieron apoyar al gobierno por la propuesta de desarrollo
que venía realizando; a la vez encontró oposición en sectores radicalizados de
la izquierda que en todo momento se oponían al gobierno. Como también
intelectuales y profesionales que criticaban al régimen, motivo por el cual
algunos fueron deportados al exterior,
uno de ellos fue Julio Cotler, por ejemplo.
A la vez había partidos políticos como el Apra, y gremios profesionales
como el Colegio de Abogados del Perú, como los más firmes oponentes a su
gobierno. Para ello, generaban muchas movilizaciones y enfrentamientos abiertos
al gobierno dictatorial. Asimismo, hubo partidos políticos como el comunista
peruano que se apegó al gobierno y apoyo desde sus inicios hasta su caída.
Uno de sus brazos fuertes que tenía para poder sostenerse y
defender el régimen militar era el Sistema Nacional de Movilización Social
(SINAMOS), dirigido a organizar a los trabajadores de los diversos sectores
sociales, gremiales, políticos, culturales y económicos; contando con profesionales vinculados al
trabajo comunitario, gremial.
Se han creado una serie de mitos y leyendas sobre la caída
del general Velasco, algunos consideran que fue una traición de parte de su
mano derecha el Gral. Francisco Morales Bermúdez, otros consideran que le
dieron un golpe de Estado, otros dicen que lo dejaron solo, y también hablan de
que lo hirieron. Lo que el autor de este libro nos describe está en que Velasco
comenzó a perder poder dentro de mando castrense, y dentro del consejo de
Ministro, más el problema de salud, fue lo que impidió que se alejara por
completo del gobierno delegando la asunción a quién le seguía en mando
castrense y fue el General Morales Bermúdez, quién desde meses antes de su
derrocamiento, ya comenzaba a aliarse con militares de la marina y de la
aviación, para que en un determinado momento tomaran la posta.
El autor de este libro, recoge el argumento de Julio Cotler
en relación al régimen, donde plantea que: “el
objetivo de gobierno militar de Velasco era erradicar las formas tradicionales
de organización de la sociedad y la economía para dar pasó al desarrollo pleno
y sin trabas del capitalismo moderno y nacional. Así, la meta final de los militares
habría sido terminar con los rezagos precapitalistas para darle paso a la
modernidad”.
Para llegar a ello, el autor sustenta en cuarto pilares
fundamentales. La primera, fue la reforma agraria cuyo fin era ampliar el
mercado interno y el consumo de productos industriales. En segundo lugar era
transformar el sector exportador, antes denominado enclave imperialista. Tercero,
redefinir integralmente el papel del Estado dentro de la economía Y finalmente
garantizar la paz social mediante la movilización social.
Del mismo modo, recoge el trabajo de Alfred Stepan politólogo
norteamericano, que plantea la teoría organicista donde considera al modelo
velasquistas que no fue ni socialista ni capitalista.
De esa manera el Historiador Antonio Zapata, nos describe los
últimos años del régimen velasquista y su modelo de desarrollo capitalista
modernos, que duró muy poco tiempo.
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