CAPRICHOS POLITICOS
Por: Percy J.
Paredes Villarreal
Quisiera iniciar el presente
artículo, con un ejemplo en nuestra vida cotidiana: cuando una
madre le compra un bien a su hijo este le dice que no le gusta y debe cambiarlo por otro que quiere y ha visto
en un determinado lugar; los otros miembros de la familia se molestan y se
disgustan del capricho del hijo. Ante esa presión los padres ceden para darle el gusto al niño;
de esa manera, el niño se sale con la suya; dándose cuenta, que en todo momento
lo puede manipular para su conveniencia y para sus propios intereses, llegando
a la amenaza, chantaje. Para evitar eso, los progenitores, siempre tiene que aceptar los caprichos, con la finalidad de contentarlo, demostrando la dominación del niño sobre los
padres y toda la familia.
En la política de estos últimos
meses está sucediendo algo similar, ya que
la derrota de la derecha por parte de un partido político que nunca
pensó en ganar las elecciones presidenciales; teniendo un candidato que no es
limeño, ni tampoco ha estudiado en las mejores universidades del país ni en el
extranjero. Además de no pertenecer al Stablishment
de la clase política y económica predominante de nuestro país; y que hasta
la fecha, la oposición al gobierno, no acepta su derrota; actuando de manera irracional,
discriminatoria, y cuestionadora contra un presidente diferente a ellos, en lo
político, social, cultural y económico.
Esto se ve reflejado en el
cuestionamiento que realiza la derecha política y los medios de comunicación
hacia los Ministros que coloca el Presidente de la República; logrando descreditarlo, mediante la utilización del Fake news, terruqueo, denunciándolo, sacándolo
del cargo. De esa manera busca debilitar al gobierno actual.
El Presidente de la República,
Pedro Castillo es un profesor de
educación rural, campesino, rondero, con muchas limitaciones y deficiencias en
gestión pública, política nacional, oratoria; y que hasta la fecha se rehúsa a
someterse a los caprichos de una derecha corrupta que por mucho tiempo ha
tenido el control del Estado. Ya que
no quiere dejar sus privilegios, beneficios y ventajas económicas que lo ha mantenido
durante mucho tiempo.
Esta derecha, que en estos
últimos tiempos ha sometido a sus
intereses a diversos gobernantes; que ha
dejado pasar por alto una serie de acciones y actos de corrupción, realizado por funcionarios y ex gobernantes;
ahora se ponen críticos ante un gobierno que no se quiere doblegar a los
caprichos de los grupos de poder.
Dentro de este contexto político,
me planteo y comparto algunas hipótesis para entender la realidad política y la coyuntura en que estamos viviendo.
Una primera hipótesis, está
referido a la alianza sostenida entre Castillo, Perú Libre y Juntos por el
Perú; permitiéndole tener el respaldo
temporal por un sector de izquierda que apoyo con un equipo técnico dentro del
ejecutivo, con una “Hoja de ruta” que no fue sostenible en el tiempo, rompiéndose
en el corto plazo.
Desde los inicios de este
gobierno nacional, podria decirse, que se pudo notar una actitud provocadora hacia
los que tienen el control del legislativo y al grupo de poder; en la medida que
colocaba a personas que no son transparentes, con problemas judiciales, y de violencia hacia la mujer. La
derecha tanto en el parlamento como en los medios de comunicación comenzaba a investigar el pasado y trayectoria de estos
funcionarios, con la finalidad de
encontrar algunos indicios o actos criticables.
En estos últimos meses, el
gobierno ha renovado en cuatro ocasiones su gabinete: Primero fue Bellido,
luego fue Mirtha Vásquez, en tercera ocasión por poco tiempo fue Valer y en la
actualidad tenemos el gabinete de Torres; la derecha ha buscado en todo momento
demostrar la poca transparencia y carencia de cuadros técnicos que adolece el
partido de gobierno.
Una segunda hipótesis, es
demostrar que para la derecha los valores democráticos, constitucionales y
respeto a la institucionalidad, pueden ser manipulados de acuerdo a sus
intereses y conveniencia, con la finalidad de querer tener el control del poder
evitando compartirlo con otros sectores o actores que no son de su agrado o
simpatía. Podemos poner como ejemplo la contradicción entre los que juran
defender la democracia y constitución política de 1993, pero en la práctica
están modificando muchas normas constitucionales, cuyo objetivo es conseguir la
vacancia del presidente de la Republica. Además de acciones como la
modificación de la Ley de “Colaboración eficaz”, modificatoria de la Ley
Universitaria para beneficiar aquellas que no han podido aprobar, etc.
Tercero, está relacionado al
relativismo político de algunos funcionarios que formaron parte del gabinete; pero
al dejar el cargo, comienzan a cuestionar al que en un determinado momento les
dio la oportunidad de asumir responsabilidades ministeriales, defendiéndolo
pero ahora despotrican de este. Es decir, mientras están en el poder aplausos
al gobernante, cuando salen cuestionamiento y críticas. Este modelo de
pragmatismo, es lo que viene predominando actualmente.
Cuarto, la derecha no quiere compartir el poder con otro sector emergente, que también actúa de la
misma manera que los grandes empresarios, de acuerdo a sus intereses particulares.
Los grandes capitalistas comienzan a cuestionar y criticarlo, denominándolo
como: corruptos, lobistas, arribistas, etc.; ya que, este sector emergente, no forma parte de su
entorno político y económico, ni coordina con los grandes grupos empresariales
que en estos momentos ven peligrar su relación con el poder del Estado.
Quinto, debemos entender que
estamos ante una situación que lo puedo resumir en: a) Crisis de gobierno y del
Estado, b) Crisis de una clase política y de una manera de hacer política, c) Crisis
Política y Económica, d) Crisis coyuntural y estructural, e) Crisis de un
modelo y de un sistema, f) Crisis de régimen político que se inicia con Fujimori
siguiendo hasta la fecha.
A lo largo de la historia
republicana de nuestro país, estas crisis se han resuelto mediante acciones
violentas como han sido los “Golpes de Estado” como lo hizo: a) Augusto B.
Leguía, para romper con el yugo inglés y alinearse con los norteamericanos; b)
Juan Velasco Alvarado, que derroco al primer gobierno de Belaunde,
implementando una reforma estructural en el país de carácter nacionalista; c)
Fujimori dio un “Autogolpe de Estado”, para implementar una reforma neoliberal.
Ahora nos encontramos en una etapa muy crítica, que en cinco años hemos tenido
cuatro presidentes de la República y se ha cambiado el parlamento en tres
ocasiones; sin poder resolver los problemas de fondo y estructurales.
Nuestro país se encuentra dentro
de una situación crítica con una democracia precaria, bajo un Estado fallido,
una gobernabilidad débil e inestable; además la pandemia ha desnudado a un
Estado incapaz de generar un “bienestar común”, trayendo como consecuencia más
de 200 mil compatriotas fallecidos. A pesar de estas consecuencias que se tiene
la derecha ortodoxa se aferra a este modelo caduco.
Del mismo modo, el gobierno de
Pedro Castillo ha desnudado a un Estado Corrupto que no comienza en este último
periodo, sino proviene desde hace más de 30 años, comprometiendo a los últimos cinco gobernantes
en actos de corrupción.
Castillo represento el mal menor
frente a Keiko Fujimori, levanto un proyecto progresista, de cambio y de
izquierda, que la población viene exigiendo tiempos atrás; inicio siendo un gobierno muy débil, debido a
que no contaba con el control del parlamento para tener la oportunidad de hacer muchas reformas
de fondo. En el camino se ha ido olvidando de las propuestas que en campaña
enarbolaba; ahora se encuentra solo enfrentándose a una derecha que quiere
tumbarlo, utilizando cualquier pretexto sin importarle las normas, ni los
valores democráticos.
Según las encuestas presentados
por IPSO en el diario el Comercio y el de IEP en el diario La República; existe
un alto índice de desaprobación tanto del ejecutivo y legislativo. Del mismo modo, la ciudadanía
pide y exige que se vayan todos (Gobierno y Parlamento), que se convoque a
nuevas elecciones. La ciudadanía quiere un cambio de régimen político, de
modelo de desarrollo, pero dentro de un marco democrático. Ese es el gran reto
existente en estos momentos.