viernes, 8 de marzo de 2013

DE LA POLITICA NACIONAL A LA POLITICA LOCAL

Por: Percy J. Paredes Villarreal
En estos últimos meses, la mirada de la política se viene concentrando en los espacios locales, particularmente, en el referéndum que van a tener los ciudadanos limeños; donde van a decidir si su alcaldesa Susana Villarán se queda o se va.
Desde los diferentes medios de comunicación, tanto escrito, radial y televisivo, han comenzado a darle una amplia cobertura a este proceso; por lo que, está reflejando que la política nacional está quedando de lado, para difundir e informar un acontecimiento que nunca antes se ha visto en nuestro país.
Y es que en estos tiempos lo local, está comenzando a ser entendido como un espacio territorial importante e interesante para el desenvolvimiento de la política como también para la construcción del desarrollo; además de avanzar en la construcción de una nueva cultura política local, que a lo largo de estos últimos 20 años, ha estado vinculado a la falta de transparencia y participación, como al fortalecimiento de la democracia local.
Así como los medios de comunicación están tomando partido por una posición a favor o en contra de la Alcaldesa Villarán, también los partidos políticos y los actores sociales, económicos y culturales también están comenzando a tomar una posición con respecto al plebiscito contra Susana Villarán.
En ese aspecto el debate y las discusiones de este referéndum, se centra en lo que está haciendo la máxima autoridad local, o no viene haciendo; por lo tanto, para muchos involucrados en este proceso, como son los ciudadanos de a pie, no está de por medio el tinte político e ideológico de la Alcaldesa. Mientras que, para los partidos políticos, si se encuentra inmerso el interés político porque entramos a una coyuntura política electoral tanto  municipal, regional y nacional; donde los que ganen se fortalecerán y tendrán más opción a obtener mayores ventajas y oportunidades en los próximos procesos electorales.
Del mismo modo, los medios de comunicación tratan de jugar un partido aparte que tiene relación con el aspecto ideológico; donde existe prensa vinculada a los sectores de la ultra derecha, que en todo momento viene haciéndole la vida imposible al gobierno de Susana, ya que para ellos es un gobierno de izquierda y por lo tanto, se le debe hacer fracasar. Mientras, que existen pocos medios de comunicación que están tratando de respaldarlo, sustentado en una gestión eficiente, transparente y con perspectiva de desarrollo.
Dentro de estos espacios, es que ahora la política local está comenzando a tener mucho interés e importancia en los diversos medios de comunicación. Del mismo modo, existen muchas oportunidades para poder entender la importancia de los espacios locales; de esa manera poder abrir discusiones y debates en torno al modelo de desarrollo que toda localidad debe construir tomando en cuenta sus recursos, potencialidad, fortalezas y oportunidades con que cuenta.
Estas discusiones y debates, nos debe permitir comenzar a construir una nueva cultura política, donde se cambie lo anterior por: la transparencia, la participación ciudadana, la democracia local y participativa. De esa  manera, poder aperturar espacios de diálogo y concertación con la finalidad de avanzar en la construcción del desarrollo desde lo local. Este es el modelo que viene implementándose, desde el sillón municipal conducido por la Alcaldesa Susana Villarán, en contra del modelo anterior basado en el silencio, el individualismo y el oscurantismo.
Partiendo de lo local, podremos entender lo nacional, y direccionar el desarrollo tomando en cuenta la diversidad social, cultural, económica de los espacios locales y del país; para  de esa manera podamos atender y tratar de solucionar los problemas existentes.

LIMA: CAMBIO O CONTINUACIÓN

Por: Percy J. Paredes Villarreal
Durante la década de los 60 al 80 del siglo pasado, la política nacional se movía en torno al carácter de la sociedad y, a como se debería construir una nueva sociedad; este enfoque de la política, con una mirada y/o perspectiva de izquierda, comenzaban a entender que existía dos caminos. La primera, que era el modelo reformista, esto implicaba ganar las elecciones presidenciales y a partir de allí comenzar a dar reformas hasta llegar a la sociedad socialista; mientras que, el modelo radical, lo entendían que era a través de la revolución socialista.
Estos paradigmas, de discusión y debate fue lo que predominó dentro de los sectores de izquierda; posteriormente, en la década de los 80, la izquierda por primera vez llega al gobierno municipal de Lima y distritos, como a nivel nacional obtiene  gobiernos locales (provincias y distritos); para muchos de aquellos representantes de este sector tradicional, no era muy importante ni predominante la presencia de la izquierda en los gobiernos locales, porque, solamente se pensaba en la política nacional y genérica, dejando de lado los espacios locales.
Una de esos bastiones de gestión local, lo encontramos en la emblemática experiencia de Villa el Salvador, Ilo; donde se comenzó a construir un modelo de desarrollo local, sustentando en la participación ciudadana, en la planificación participativa y en el mejoramiento de las condiciones y calidad de vida de sus habitantes. Pero, esa experiencia duro muy poco tiempo.
De esa manera se perdió la oportunidad de poder construir una alternativa democrática y progresista desde los espacios locales; ya que, tanto las organizaciones políticas y sus respectivos líderes nacionales y locales,  no contaban con propuestas o alternativas dentro del ámbito local. Por lo tanto, la izquierda comenzó a perder esos espacios locales, desintegrarse y a descomponerse, ya que muchos cuadros de los espacios locales comenzaron a salir para actuar más individualmente, como otros que pasaron a formar parte de los partidos de derecha, y algunos comenzaron a coludirse con la corrupción.
Durante la década de los 90 e inicios del siguiente siglo, la presencia de la izquierda era muy nula; sin contar con representación política en casi ningún gobierno local; por lo que, estos espacios eran cubierto por diversos actores locales provenientes de los sectores sociales independientes y oportunistas, que veían en los gobiernos locales, la oportunidad para ganar protagonismo, ventajas económicas e ingresar a la política nacional.
Dentro de esa coyuntura de desideologización, independentismo, caudillismo, oportunismo y ventajas personales, los gobiernos locales comenzaron a funcionar, sin tener una visión de desarrollo ni tampoco una planificación, mucho menos una actuación transparente y participativo. Por lo que, estos espacios se convirtieron en escenarios oscuros y de cuestionamiento.
A pesar de la imposición de una cultura política basado, en lo que se menciona en líneas arriba, la descentralización, la Nueva Ley Orgánica de Municipalidades, la participación ciudadana, el presupuesto participativo, la transparencia, comenzaba a tener predominancia que permitiera generar cambios dentro de los espacios locales. Pero, eso no se reflejaba en la política local; todo lo contrario, seguía predominando el oscurantismo en la información y la poca transparencia, ni tampoco se abria los espacios de participación ciudadana.
A inicio de la presente década nuevamente, se abría una nueva oportunidad para que la izquierda democrática llegue al gobierno local de la capital de país; obtiene el triunfo, pero el ejercicio democrático de la gestión, les lleva a dar un cambio y un giro en lo que debería ser la política local.
La Lima, de esta segunda década del presente  siglo es totalmente diferente a la de la década de los 70 y 80, del siglo pasado; la capital del país es una ciudad desvinculado de las ideas progresistas, y de la construcción de una ciudad moderna y democrática; es una ciudad, indiferente y plural, donde va predominando el pragmatismo, individualismo, y el aprovechamiento. Es decir una cultura basado en lo que en verdad me interesa y en “romperle la mano a la autoridad” para conseguir lo que quiero; y eso se ve reflejado en la vida diaria.
Por lo que, Susana Villarán, entendió la realidad y comenzó a luchar frente a los grupos de poder dentro de la ciudad, y que en estos momentos son ellos los que han encabezado la revocatoria, porque sencillamente les ha tocado sus intereses; y estos, son los que han manejado y conducido el desarrollo de la ciudad de lima, sustentado en la informalidad, el caos y la delincuencia.
A estos grupos de poder, se han incorporado los partidos políticos tradicionales vinculados a la corrupción y al desgobierno, como lo son: el Fujimorismo, Solidaridad Nacional y el Apra; ya que, buscan a como de lugar obtener una tajada electoral, para de esa manera poder manejar la coyuntura electoral que se viene más adelante.
Es importante entender, que la izquierda democrática llega al sillón municipal, con la ausencia de una propuesta concreta y también con la falta de nuevos  cuadros técnicos y políticos, que le permitiera manejar una situación y circunstancias adversas; asimismo, se aisló y no fue capaz de aglutinar a toda la izquierda y/o sectores democráticos en torno a un proyecto político de desarrollo local, como lo hizo Alfonso Barrantes.
Por lo tanto, consideramos que la izquierda nunca fue capaz de construir un proyecto político desde lo local; así como también, presentarse como alternativa de solución a los problemas que les aqueja a los  vecinos.
Esta consulta a realizarse en este mes de Marzo, definirá el rumbo que tomara la capital del país, si opta por el cambio o prefiere el caos y el desorden. De esa manera, podremos entender si la población nuevamente le da una oportunidad a Villaran para que nuevamente la  izquierda comience a recuperar su espacio que lo perdió hace mucho tiempo; o de lo contrario, la ciudad de Lima seguirá en manos de los improvisados, y oportunistas.

SUSANA: CONTINUACIÓN O RUPTURA

Por: Percy J. Paredes Villarreal
El triunfo de Susana Villarán, frente a Lourdes Flores, abrió la esperanza y la oportunidad de construir una nueva cultura política dentro de los espacios locales; desde que asumió la Alcaldía de Lima, abrió la puerta del gobierno local para gobernar con transparencia, participación y trabajar en forma planificada. Del mismo modo, enfrento la informalidad, el caos y la inseguridad; de esa manera demostrar que existe un gobierno local y por lo tanto, existe un principio de autoridad dentro de una sociedad local.
Esas fortalezas y oportunidades, con la que comenzó a trabajar, le dejaron ver las debilidades y amenazas que tenía, como fue la falta de cuadros políticos y técnicos dentro del gobierno local; la falta de un marketing político, en las obras de infraestructura que ha venido construyendo; la ausencia de una alianza con los diversos partidos políticos de izquierda y progresista que le permitiera fortalecerse como gobernante. Del mismo modo, la presencia de una oposición, fuera del Concejo Municipal, vinculada a los grupos de poder en el transporte, en el comercio y en la delincuencia. Frente a ello, sumado los partidos tradicionales como: Solidaridad Nacional, el Fujimorismo y el Apra, que en cierta forma han venido cuestionando y criticando la supuesta ineficiencia en la gestión municipal. Además de una prensa escrita, radial y televisiva, que en todo momento la cuestiona y critica, y no le da tregua; ya que, es una autoridad de izquierda, y por lo tanto se le tiene que destruir.
Ante la falta de una estrategia política y organizacional, es que la oposición y los sectores que durante mucho tiempo han conducido el caos de la ciudad de Lima, y con el apoyo de los partidos políticos tradicionales, ,mencionados líneas arriba, es que ha venido actuando, hacia un objetivo que es revocarla del cargo; para lo cual, hacen uso de una serie de mentiras y engaños, tergiversando la información; y en ese aspecto, el equipo de Susana, no puede responderle, debido a que no han sido capaces de construir canales de transmisión de información que les permitiera dar a saber qué es lo que viene haciendo el Municipio.
Existen muchos logros y ventajas que están permitiendo cambios y mejoras en Lima, esos logros se ven reflejado en lo inmediato, en el  mediano y largo plazo; así como la mirada de la capital del País a muchos años adelante, es decir el enfoque de prospectiva, esto se ve reflejado en: la elaboración del Plan de Desarrollo Concertado, la implementación del Presupuesto Participativo, el mejoramiento de la calidad de vida y el desarrollo humano, el reordenamiento del transporte público y vehicular, la reubicación del mercado informal, etc.; logros, que el alcalde anterior ha querido hacer, debido a la incapacidad y la convivencia con estos sectores que en todo momento han venido teniendo el control de estos espacios públicos.
Esta oposición, con la ayuda de la ONPE y el JNE, han aceptado la realización de un referéndum, para revocar a una autoridad, y que está en boga en nuestro país los procesos de revocatoria a las autoridades locales. Esta ley, no exige argumentos sólidos que permitieran demostrar fehacientemente la incapacidad de gobernar, por el contrario con solamente pagar una tasa en el Banco de la Nación y solicitar los Kits, ante el JNE se comienza a realizar la recolección de firmas y luego presentarlos ante la instancia respectiva para su evaluación y posterior resolución de aceptación y convocatoria a Referéndum. De esa manera, se corta la gobernabilidad democrática dentro de los espacios locales, y se le debilita la institucionalidad y el principio de autoridad.
 En este caso, existen varios argumentos que utiliza los revocadores para sacar a Susana del Sillón municipal, uno de esos argumentos viene a ser el género, para querer demostrar la mala gestión municipal. Es decir por ser Mujer, simple y llanamente, los revocadores, consideran que no está capacitada para poder conducir la Municipalidad de Lima.
Susana Villarán, se juega sus últimas cartas para continuar o salir, y esto va a implicar que los ciudadanos limeños obtén por tener una alcaldesa honesta y transparente; o apuesten por el retorno al pasado, donde todos sabemos cómo se ha venido construyendo la capital de la República del Perú.
Este plebiscito, va a demostrar que es lo que desean y anhelan los ciudadanos limeños, con respecto a su ciudad y a su gobierno local. Solamente ellos dirán y decidirán hacia donde se debe orientar el rumbo de Lima.