¿ES TRUJILLO UNA CIUDAD INGOBERNABLE?
Por: Percy J. Paredes Villarreal
Existen teorías o concepciones que buscan relacionar la
situación política nacional con los subnacionales; es decir, lo que sucede en
el contexto nacional, también se refleja en los espacios locales.
Otros consideran, que en muchas de las cosas la falta de
propuesta o alternativas de solución a los problemas existentes en los espacios
locales, conllevan a una situación de ingobernabilidad. Esto se debe a que las
autoridades ediles demuestran incapacidad de poder solucionar los problemas en
las ciudades, buscando en cierta forma alternativas autoritarias y
militaristas, dándoles a actores externos que están preparados para afrontar
problemas de carácter limítrofes, el control de las ciudades y la ciudadanía.
Hace no menos de 30 años nuestro país ha vivido una de las
etapas más duras y crueles en la
historia republicana; donde el terrorismo y la guerra sucia han sido las
acciones que han generado muchas muertes y desapariciones de personas
inocentes; muchas de ellas no tenían nada que ver con ese conflicto armado
existente, las víctimas han sido personas que han vivido en las ciudades del ande peruano.
Vivimos una etapa coyuntural donde supuestamente el sicariato
y la extorsión está tratando de
apoderarse de la ciudad trujillana; como lo está queriendo decir el Alcalde de
la Ciudad de Trujillo. Frente a esa supuesta e imaginaria realidad del alcalde
trujillano, y que para él la única alternativa y que está proponiendo, pidiendo y solicitando a las
instancias superiores del poder ejecutivo y legislativo, es la presencia de los
militares en las calles de la ciudad de la eterna primavera.
Para algunos que se sienten identificado con posiciones e
ideologías ultraconservadoras, autoritarias y verticalistas, va a ser saludado y felicitado; pero para
aquellos como nosotros que estamos acostumbrado a vivir en democracia, en
libertad, va a ser incómodo y molestoso tener la presencia de militares en la
ciudad, que van a reemplazar a los policías y a los serenos; además de restringir algunos derechos y libertades
de las personas.
Frente a esta decisión descabellada tomada en forma
arbitraria y autoritaria por la máxima autoridad de la provincia de Trujillo, nosotros como ciudadanos nos debemos hacer dos
interrogantes: primero, ¿Cuál es la razón para pedir la
militarización de la ciudad?, mi hipótesis está centrado en la
incapacidad que tiene este gobierno local, tanto Alcalde, Funcionarios y
Concejo Municipal, de poder delinear y proponer un modelo de desarrollo donde
sea incorporado la seguridad de la ciudad.
Hasta la fecha nunca ha existido una propuesta coherente,
modelo, alternativa o política pública sostenible para resolver o reducir los
altos indicadores de violencia y de inseguridad en nuestra ciudad. Que permita
delinear políticas transversales, intergubernamentales e intersectoriales a
nivel subnacional, donde los diversos actores se pongan de acuerdo de cómo
enfrentar y reducir la inseguridad ciudadana.
Lo que buscaría el Alcalde es el sensacionalismo, la
publicidad y demostrar que no está capacitado para dirigir o gobernar una
ciudad como es la de Trujillo; y que viene siguiendo un modelo de desarrollo local
tradicional de gestión municipal existente desde hace más 25 años donde
gobernantes locales provenientes de las filas del APRA y APP, se han convertido
en piloto automático en la gestión municipal.
¿Cuáles serían las consecuencias de la militarización de la
ciudad de Trujillo?. Aunque me parece que las autoridades locales, no han analizado ni tampoco
se han puesto a pensar las consecuencias de esta decisión, consideró que uno de
las principales consecuencias es poner
la imagen de Trujillo por los suelos,
alejando y ahuyentando la inversión y el turismo, que por muchos años
viene siendo actividades importantes para
el crecimiento económico de nuestra provincia.
Considero que lo que se esta produciendo es ingobernabilidad
democrática, por parte del actual gobernante, que no tiene criterio, ni
conocimiento sobre lo que implica y significa gobernar la provincia. Demostrando
incapacidad para poder dar solución a los problemas álgidos existente en la
ciudad de Trujillo.
Por lo tanto, así como existe la consigna a nivel nacional
¡Que se vayan todos, Congresistas y Presidente de la Repúblico!, es hora de
decirle ¡Que se vaya el Alcalde y su
Concejo Municipal a su casa, por incapacidad para gobernar la ciudad de la
eterna primavera!.
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