TERRITORIO Y CULTURA
Por: Percy J.
Paredes Villarreal
A lo largo de la historia de la
humanidad, el ser humano ha sido una persona nómade, que se ha trasladado de un
lugar a otro con la finalidad de cubrir sus necesidades básicas (alimentación,
hospedaje, clima), de esa manera ha comenzado a movilizarse de un lugar a otro, hasta encontrar un espacio
físico adecuado y apropiado, para luego instalarse por siempre.
Una vez
instalado ha comenzado a convivir con la naturaleza y el territorio, comenzando
a expandirse a partir de la ampliación de sus descendientes llegando a
convertirse en tribus, clanes, comunidades, sociedades (simples y/o complejas),
etc.; del mismo modo, ha estado permanentemente
innovándose haciendo uso de las técnicas y tecnologías, costumbres, hábitos,
para dar paso a lo que se le denomina cultura.
Los seres
humanos han sabido convivir con el territorio, conformando diversos medios para
poder subsistir articulándose con la naturaleza y el medio ambiente; por otro
lado, han ido relacionándose socialmente con sus pares; creando y construyendo
instancias para poder dar orden organizándose
social y políticamente. De esa manera poder administrar la comunidad sustentado
en jerarquías y poder.
Del mismo
modo, esta situación ha permitido ir transmitiendo de generación en generación
ciertas costumbres, hábitos, normas, etc., con la finalidad de que los nuevos
miembros mantengan una identidad evitando su transformación permanente por
algunos grupos que ingresaban a su territorio, que en muchos de los casos fue
mediante la fuerza, implicando acabar con esos saberes ancestrales y
tradicionales, a cambio de otros generando sincretismo, simbiosis o adaptación.
Mientras que
los territorios se mantenía bajo un mismo orden social y cultural, las
relaciones sociales, políticas y económicas, han sido muy normales y naturales,
fortaleciendo sus comunidades, esto implicó una situación endogámica; pero
cuando eran invadidas, saqueadas, destruidas para dar paso a otro tipo de
imposición social, cultural, político, económico, se fueron construyendo sociedades y
los territorios se convirtieron en exogámicos.
Los territorios han ido cambiando o evolucionando
de acuerdo al tipo de asentamientos humanos, que se constituían; al cual se le
denominaba sociedades simples y complejas, donde lo primero implicaba la
ausencia del Estado y lo segundo estaba referido a la presencia de esta.
Existen
muchas interpretaciones de la evolución
de las sociedades complejas, por ejemplo Alvin Tofler nos habla de tres olas o
sociedades por la que ha pasado el territorio la primera es la agrícola,
segunda la industrial y la tercera de la tecnología; Morgan nos describe la
etapa del comunismo primitivo, el esclavitud, el feudalismo, Capitalismo,
Socialismo, Comunismo Científico; Zapata nos habla del proceso de oralidad,
escribalidad y electronalidad.
Como podemos
apreciar encontramos diversos autores que dan una mirada a la evolución de la
cultura y el territorio desde diferentes enfoques el primero desde el punto de
visa laboral y productiva, el segundo desde el enfoque de la evolución social y
político, y el tercero mediante el aspecto comunicacional.
Del mismo
modo, existen trabajos que plantean sociedades de acuerdo al desarrollo de las
fuerzas productivas y a las relaciones de producción; de esa manera vivimos una
etapa importante de los cambios tecnológicos, económicos, productivos,
educacionales, sociales, culturales, ambientales, etc.
En estos
últimos tiempos el territorio se ha convertido no tan solo como un espacio de
protección y de cuidado, también ha
permitido expresiones simbólicas y culturales de defensa a la tierra a la
mamapacha, que durante mucho tiempo ha significado una relación entre el hombre
con la naturaleza aprovechándose de los recursos naturales para la alimentación
y para el cuidado del medio ambiente. Donde el ser humano se ha acentuado y ha
ido creando una serie de instrumentos y medios para explotarlo obteniendo otros
tipos de ventajas mediante la depredación del territorio con fines económicos.
Eso ha
permitido, que las teorías modernas de la relación territorio y cultural, tengan
una concepción destructiva del lugar donde vivimos
generando contaminación ambiental, depredación, deterioro, enriquecimiento,
guerras y conflictos por tener parte importante de esta para beneficio propio.
Y en donde las personas han ido adecuándose y adaptándose a dichos cambios para
dejar de lado las relaciones colectivas y comunitarias, pasando a una relación
más individual, comercial, egoísta y enriquecida a costa de la depredación del
territorio.
Queda pues en
nosotros comenzar a reflexionar sobre como ha venido evolucionando la sociedad
dentro de un territorio, que ha implicado el aprovechamiento del territorio con
la finalidad de obtener ganancias, sin tomar en cuenta la defensa del medio
ambiente y sus respectivos recursos.
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