DE LA ERA DEL CONOCIMIENTO A LA ERA DEL CONSUMISMO
Por: Percy J. Paredes Villarreal
Cuando cae el socialismo real, todo el mundo hablaba del capitalismo
como la panacea y modelo predominante de
una sociedad moderna; donde la libertad, el individualismo, la
desideologización y el mercado, iban a
permitir una sociedad completamente desarrollada y libre de todo mal.
Del mismo modo, los capitalistas comenzaron hablar de la globalización
económica y financiera, política y cultural, como hegemónica dentro de la
tierra; por lo tanto, no había ningún tipo de alternativa a esta
homogenización capitalista a nivel mundial.
A partir de esa etapa se habló del postcapitalismo, postmodernismo,
de la era del conocimiento, de la era de la globalización, etc.; esto permitió el
involucramiento y la adecuación a estos cambios, donde tanto niños, jóvenes y
adultos, como también las instituciones
públicas y privadas, organizaciones, etc.; que se encuentran inmersos, mediante
la era de la tecnología reflejado en el internet, redes sociales, televisión, y
las TICs, al cual se le denomino la globalización de las comunicaciones.
En esta etapa, se hablaba de la importancia en contar con la
información y el conocimiento respectivo, para que las personas puedan
desenvolverse y desempeñarse dentro de un campo donde se exige ser competitivo;
y en el cual la eficiencia y la eficacia, son las armas para que una empresa,
institución o ciudadano, pueda aportar al crecimiento o desarrollo de un
determinado territorio.
Pero, esto nunca hizo presagiar que estos cambios abruptos
existentes, permitiera llegar a lo que en la actualidad nos encontramos inmerso
como es el tema de la era del consumismo, concentrándose en las cosas
materiales, en el mejoramiento de la estética de la persona, en la adquisición
de muchas cosas superfluas y banales, que les permita tener comodidades y ventajas respectivas; y por
último un apoliticismo generalizado, como lo podemos notar y ver en todo
momentos, a través de los medios de comunicación.
Esta era del
consumismo, permite meterse en la vida privada de las personas, particularmente
de los que se encuentran en la esfera pública; esta era del consumismo, todo
vende, cuerpo, belleza, intimidad, es decir el morbo; y eso es lo que los
medios de comunicación venden y le gusta a la gente. Tal como lo describió
Vargas Llosa en su libro “La Civilización del Espectáculo”.
Además, existen entidades e instituciones bancarias y financieras, que
brindan las facilidades, para poder consumir o adquirir en forma exagerada las
cosas superfluas y los bienes materiales; sin tomar en cuenta las consecuencias
a mediano y largo plazo, en que una persona puede caer, como es el
endeudamiento y depender de las tarjetas de crédito. Algunos en forma errónea
lo denominan crecimiento, porque la persona tiene para comprar y pagar, pero no
se dan cuenta que esto es endeudamiento.
La sociedad del consumo, lleva a las personas o familias a
endeudarse exageradamente, trabajando solamente para poder pagar las vanidades
adquiridas; permitiendo preocupaciones por salir rápidamente de esos problemas;
en que han ingresado sin darse cuenta de ello.
La sociedad del consumo, no tan solo son atraídos por las
personas que cuentan con solvencia económica, también pueden estar inmerso
personas de todo nivel económico; ya que, contar con ello, le va a permitir
aparentar y demostrar a los demás, que son personas modernas y con recursos,
aunque tengan problemas para poder pagar las deudas mensualmente.
La sociedad del consumo no mira clases sociales, ni estratos
económicos; ya que, en muchos de los casos todos somos absorbidos por esta
demanda existente en el mercado; de esa manera, poder satisfacer una vanidad o
un ego, antes que una necesidad o mejorar la calidad de vida.
Es difícil ir contra la corriente, porque en algunos de los
casos nos va aislar o marginar; pero, si se puede controlar, para de esa manera
evitar el endeudamiento con alguna entidad financiera, cuyos intereses son muy
altos, demandándole el pago mensual por las adquisiciones realizadas.
Las sociedad del consumo, nos lleva a perder los papeles y en
forma desesperada querer tener todo, sin darnos cuenta que ya hemos comprometido parte de nuestros
ingresos; y cada fin de mes buscar como cancelar las deudas, llegando a muchos
extremos o exageraciones, asumiendo actos pragmáticos, que van en contra los
valores y la ética de la persona.
Es importante prevenir para no estar lamentándonos
posteriormente; de lo contrario no tan solo seremos absorbidos por el
consumismo; sino vamos a ser triturados por este consumismo perjuicioso.
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