LOS ANTROPOLOGOS FRENTE AL COVID-19
Por: Percy J.
Paredes Villarreal
La llegada del COVID-19 a nuestro país
implico que el gobierno nacional declarara el Estado de Emergencia Sanitaria a
nivel nacional, y por ende el confinamiento de las personas en nuestros hogares;
la finalidad fue evitar el aceleramiento de personas infectadas y fallecidas. Se
creyó que con esta medida la situación iba alargar el nivel de contagiados y
ser controlado; pero nunca se planifico para evitar las consecuencias que
venimos teniendo a nivel nacional.
Estamos a 6
meses bajo esta declaratoria de
emergencia, nos encontramos limitados de
hacer nuestras actividades sociales, económicas, laborales, con toda
normalidad; ya que, existe el riesgo de ser contagiado agravando nuestra salud.
La pandemia en el país ha implicado
cambiar nuestros hábitos, costumbres y comportamientos, dentro como fuera del
domicilio.
Las normas
emitidas por el gobierno central han delegado a las fuerzas policiales -
armadas el orden público, y al sector salud la atención frente a la pandemia; dándole
la responsabilidad constitucional de actuar dentro de este contexto en que nos
encontramos. Hasta la fecha ha implicado muchas bajas en estos sectores, sumado
los tres superan los 3 mil fallecidos; a
nivel nacional se han realizado 3, 693,813 pruebas (entre rápidas y
moleculares), de las cuales 768,895 personas han dado positivo y 31,369 han
fallecido[1].
Según las
estadísticas a nivel mundial, nuestro país ocupa el sexto lugar de personas
infectadas, siendo superado por Estados Unidos, India, Brasil, Rusia y
Colombia; y en América Latina ocupados el tercer lugar después de Brasil y
Colombia.
El gobierno
nacional viene enfrentando y actuando pragmáticamente en la lucha contra la
pandemia; implementando estrategias que
en algunos casos no han dado resultados positivos, impidiendo detener el
aceleramiento de la pandemia cambiándolos por otros.
LOS COLEGIOS
PROFESIONALES FRENTE AL CORONAVIRUS:
Desde el
inicio de la cuarentena, los colegios profesionales comenzaron a pronunciarse
respecto a las decisiones políticas emitidas por el ejecutivo; algunas
comprensibles, otras cuestionadoras según el tipo de dispositivo emitido. El
gobierno nacional conformo un equipo de científicos sociales para que brinde el
asesoramiento dentro de ese rublo; pero solamente publicaron un texto sobre la
problemática en algunos sectores, allí quedo todo.
Frente a esta
situación problemática que viene aconteciendo en nuestro país; algunos colegios profesionales han
comenzado a reactivarse, realizando una serie de reuniones de directivas y eventos
preferentemente virtuales. Mientras que nuestro colegio profesional a nivel
nacional y regional, han participado en diferentes eventos y reuniones que son convocados e invitados; pero, muy pocas veces hemos
sido informados de estos eventos, las temáticas y las
conclusiones.
En los
inicios de la cuarentena veíamos con mucha preocupación la falta de un
pronunciamiento o el lanzamiento de una propuesta para enfrentar o combatir la
pandemia dentro de nuestra Región. Esto nos llevó a un grupo de colegas,
organizar eventos relacionado a la pandemia y su impacto dentro de la región;
posteriormente sistematizarlo en algún texto, propuesta, o manifiesto que
permita sugerir una “hoja de ruta” para enfrentar la pandemia dentro de nuestro
territorio. En sus inicios la idea fue elaborar un pronunciamiento y presentarlo a la directiva de nuestro
colegio profesional, con la finalidad de que ellos aperturen un espacio más amplio para discutir
y debatir un documento que pudiera difundirse dentro la sociedad libertena.
Lastimosamente nunca se pudo concretizar.
LOS CONVERSATORIOS ANTROPOLOGICOS PARA EVALUAR NUESTRA
SITUACIÓN PROFESIONAL FRENTE AL COVID-19 EN LA REGIÓN:
Después de varias
conversaciones virtuales sostenidas entre los tres colegas, decidimos iniciar
conversatorio sobre diversos temas respecto a lo social, económicos,
culturales, relacionándolo con la situación de la pandemia en que nos
encontramos. Estos eventos se ejecutaron desde el mes de abril hasta junio, fueron
semanalmente llegando a 09 actividades; se contó con una concurrencia promedio
de 28 asistentes por cada evento, estas se hicieron virtual, fueron a partir de
las 8 de la noche.
Es importante
aclarar que participaron como panelistas
colegas ubicados en los diferentes sectores laborales; donde ellos explicaban
las funciones que realizaban y como lo relacionaban con la situación
problemática que venimos viviendo, además cuál era el impacto y como se podría
revertir en el sector donde labora.
Los temas que
se abordaron en estos conversatorios, fueron: 1) La reactivación económica en
la Región La Libertad, Post Covid-19, desde la perspectivas antropológicas; 2)
Oportunidades para la antropología en el contexto de la pandemia; 3) Retos de los antropólogos frente al
COVID-19, en la Región La Libertad; 4) Oportunidades para la Antropología en el
contexto de la pandemia; 5) Aporte antropológico para la gestión del mercado
local y el comercio informal en el contexto de la pandemia; 6) El aspecto
sociocultural de la muerte en tiempos de pandemia; 7) Impacto de la pandemia en
las poblaciones vulnerables; 8) La migración en tiempos de pandemia; 9) La
percepción cultural de la inseguridad y la salud en tiempos de pandemia. Luego
se han venido realizando otros
conversatorios referidos a temas de coyuntura electoral.
Se
tiene el compromiso de sistematizar los conversatorios con la finalidad de
publicarlo en un texto y difundirlo virtual o físicamente. El objetivo es
evitar que estas experiencias, análisis y propuestas queden en el olvido, como
ha ocurrido con otros eventos anteriormente.
Frente
a esta iniciativa, algunos colegas, instituciones formadas por antropólogos, a nivel nacional vienen realizando
conversatorios virtuales referido a diversos temas relacionado a la
problemática sociocultural; lo cual está
permitiendo expresar nuestros puntos de vista respecto a la problemática del
país.
ELABORACIÓN DE UNA ESTRATEGIA PARA ENFRENTAR AL COVID-19
DESDE LOS ESPACIOS LOCALES:
Paralelo
a estos conversatorios, elaboramos una propuesta denominado “Estrategia
sociocultural para enfrentar a la pandemia desde los espacios locales”, que
permitiera desde los territorios subnacionales
actuar frente al coronavirus. Un primer borrador se presentó en el
Aniversario de nuestro Colegio Profesional, en el mes de julio; posteriormente,
se sustentó ante un grupo de colegas recogiéndose algunas observaciones y
criticas al documento; seguidamente se hizo llegar la estrategia a nuestro colegio profesional con la
finalidad de que lo revisen y si fuese posible realizar un evento o reunión
ampliada para discutir el documento; luego nuestro gremio profesional sea el
encargado de difundirlo públicamente a nombre de todos los antropólogos de la
región.
Posteriormente,
se comenzó a socializar con algunos amigos de ONG, académicos, profesionales,
servidores y funcionarios; particularmente vinculados a gestión pública local. La
finalidad fue presentarlo y recoger comentarios,
sugerencias o críticas, que pudieran enriquecer y mejorar la estrategia.
LA ESTRATEGIA SOCIOCULTURAL COMO
ELEMENTO IMPORTANTE EN LA LUCHA CONTRA
EL CORONAVIRUS:
Desde
sus inicios, la idea fue discutir y mejorar la estrategia, luego hacer un piloto en 5 distritos en las diferentes provincias (uno
por cada provincia) de nuestra región, preferentemente identificar los
territorios con un alto índice de infectados y fallecidos; para su aplicación.
Los pasos para su implementación consistía en: 1) Coordinar y explicar al Alcalde municipal y plantearle la estrategia; 2)
Conformación del comité contra el Covid-19, sensibilización y fortalecimiento
de capacidades del equipo; 3) El equipo impulsor de la estrategia se encargaba
de brindarle la asistencia técnica, herramientas e instrumentos de gestión, a
esta comisión, para su implementación y
acompañamiento; 4) Después de 45 días de su implementación se hacia el respectivo seguimiento y monitoreo; 5) A
los tres meses de ejecución se realizaba la evaluación de la estrategia. El piloto tenía que ejecutarse
en tres meses; teniendo los resultados, se podía hacer algunos reajustes y
posteriormente difundirlo a nivel nacional; lastimosamente no se pudo
concretizar este piloto cuyo inicio estaba programado para el mes de Julio y su
culminación era a fines de septiembre.
La
interrogante que algunos se harán es ¿Por qué proponer una estrategia sociocultural para enfrentar al Covid-19?, primero,
porque veíamos que el gobierno nacional ha venido planteando varias estrategias
sin resultado favorables, incrementándose
los infectados y fallecidos; segundo, porque encontramos una
estrategia más de carácter represivo y militar, que de persuasión y de
sensibilización; tercero, porque encontramos
la ausencia de involucramiento de los gobiernos locales y las
organizaciones sociales de base en este proceso para enfrentar la pandemia; cuarto,
solamente se había concentrado en una estrategia de atención hospitalaria,
desapareciendo los puestos de salud de atención primaria, para concentrarse en
la recepción de los hospitales grandes; quinto, porque ha venido diseñado y
ejecutando una serie de estrategias que no han dado resultados positivos.
Han
pasado más de dos meses y medio, en que un Instituto de investigación, que se está constituyendo recién se ha interesado en discutir esta propuesta.
Me parece muy positivo y alentador que se debata esta propuesta sociocultural;
de esa manera los antropólogos podemos presentar una propuesta seria para
enfrentar al coronavirus en nuestra región.
Debemos
decir que algunas actividades y/o acciones que se planteaban en este documento se vienen implementando
desde los espacios locales, como son: 1) Conformación de los Comités contra el
COVID-19, tanto a nivel regional como a
nivel local, su función es realizar
visitas y acompañamiento a las personas que están infectadas; 2) la
conformación de colectivos para apoyar a las personas y/o familias que necesitan
balones de oxígeno o medicamento para combatir la pandemia; 3) en otros lugares
se viene realizando Delivery en algunos
mercados mediante llamadas telefónicas que hacen las personas desde sus
hogares a sus “caceras” que atienden en
su puesto, haciéndoles llegar una lista
de los productos que necesitan, estas juntan todo lo requerido
enviándolo en “mototaxi” a su domicilio;
y así podemos mencionar una serie de iniciativas comunitarias que están
permitiendo generar innovaciones desde los espacios locales.
LOS GOBIERNOS LOCALES FRENTE A LA PANDEMIA:
A
lo largo de la cuarentena hemos podido observar, lo siguiente: 1) La incapacidad de las autoridades y de los gobiernos
locales para evitar el incremento del contagio y fallecidos; 2) Algunos
Alcaldes han mostrado insensibilidad e indiferencia a estos
problemas de muchos ciudadanos que han sido contagiados y falleciendo otros,
argumentando que ese no es problema de la municipalidad culpándolo al sector
salud; 3) Encontramos autoridades gubernamentales que se han puesto de espaldas
a la pandemia; 4) Gobiernos locales que no
utilizan los recursos proporcionado por el Ministerio de Economía y
Finanzas, para apoyar al sector salud, ni tampoco encontramos acciones
articuladas entre ambos sectores. Así podemos enumerar una serie de actitudes negativas de parte de las
autoridades ediles frente al coronavirus.
Pero
por otro lado, desde la ciudadanía hemos venido viendo una serie de acciones
positivas que han comenzado a tomar
liderazgo dentro de sus espacios locales, creando innovaciones desde los propios ciudadanos. A
pesar de no contar con recursos estos colectivos, por ejemplo, realizan
actividades con la finalidad de adquirir medicina, balones de oxígeno para
apoyar a las personas que han caído mal y no cuentan con recursos. Por lo que,
la ciudadanía ha venido asumiendo ese liderazgo, que han permitido, en algunos
lugares, detener el incremento de infectados y fallecidos.
Estas
experiencias innovadoras nos deben llevar, a los científicos sociales, comenzar
a identificar, recoger y sistematizarlo como prácticas saludables; implementadas por la ciudadanía para enfrentar la pandemia.
Estas cosas son loables de reconocer, felicitar y difundirlo, como acciones
solidarias, comunitarias y de trabajo en equipo. En algunos casos son reflejos
de la cultura andina, que en momentos de pandemia ha comenzado a reaparecer en
las personas.