¿QUÉ QUEREMOS: SERVIR A LAS GRANDES MAYORIAS O AL GRAN CAPITAL?
Por: Percy J. Paredes Villarreal
Nuevamente el gobierno de Humala, ante la presión del gran
capital que le están exigiendo apegarse a ellos mediante la implementación de
una nueva Reforma del Estado; y, para congraciarse con ellos el parlamento
acaba de aprobar una nueva ley del Servidor Público; que busque mejorar la calidad del Servicio Administrativo
en las Instituciones Públicas; ya que,
supuestamente se encuentra en una situación de crisis. Frente a esta situación
considero que debemos tomar en cuenta algunas características:
Primero, desde el inicio del año 1990, en que gana las elecciones
Alberto Fujimori se implementaron
medidas neoliberales, cuyo objetivo en todo momento fue achicar al Estado,
mediante la reducción de sus funciones y responsabilidades, privatizando las
empresas públicas y también reducir el personal. El argumento para implementar
dicha reforma era que existía mucho personal por lo tanto ameritaba una nueva
reforma del Estado.
Para lo cual, la lógica neoliberal, fue despedir la mayor la
cantidad de trabajadores reduciéndolo al mínimo de su expresión; por lo que,
este proceso de minimización se realizó a través de las famosas evaluaciones o
renuncias voluntarias de muchas personas que se veían en la imposibilidad de
mantenerse en su puesto de labores. Es importante indicar que, durante este
periodo nuestro país se encontraba dentro de un régimen dictatorial, y por ende no existía ningún tipo
de defensa a los derechos laborales.
Dentro de ese periodo, el régimen autocrático de Fujimori
hacia lo que le venía en gana y con el apoyo del empresariado y de los
militares, logro despedir a cientos de miles de trabajadores de las
instituciones públicas; pero a la vez, el achicamiento del Estado, por un lado;
y por el otro la privatización de las empresas públicas, trajo como consecuencia una enorme corrupción
en las esferas del Estado comprometiéndose con diferentes actores políticos,
económicos, comunicacionales, etc. Tal como se llegó a demostrar en los “vladivideos”
que se propalaron algunos los medios de comunicación, que vendieron la línea
periodística a cambio de cantidades sumas de dinero.
Esta reducción de los trabajadores estatales duro muy poco
tiempo; porque, nuevamente los
seguidores del fujimorismo comenzaron a incorporarse al Estado, obteniendo
puestos importantes; mientras que, los servidores públicos que por años seguían
laborando en sus puestos de trabajo, sencillamente eran relegados y congelados,
sin tener la oportunidad de poder ascender, ser promovidos y obtener mejores
remuneraciones. Pero, en cambio los seguidores y continuadores del
fujimorismo comenzaron a enquistarse en
los puestos importantes. La modernización del Estado, en ese aspecto fue un
“Saludo a la Bandera”.
Del mismo modo, esa Reforma
de la Administración Pública durante los 90 del siglo pasado, estuvo vinculado
al despido masivo de trabajadores, y también tuvo relación con la extinción de
los beneficios sociales y laborales, donde los trabajadores comenzaron a perder
una serie de derechos que fueron producto de las grandes jornadas de luchas. Uno de esos
beneficios fue la estabilidad laboral que hasta la fecha no se ha podido
mantener dentro del sector público ni tampoco en el sector privado; ya que los
que comenzaron a ingresar al Estado lo hacían como contratados (CAS),
permanentes o locación de servicios. Conjuntamente con ello, las remuneraciones
de los servidores públicos, se fueron congelando lo cual motivo que muchos
profesionales tuvieron que emigrar al sector privado debido a las buenas ofertas
remunerativas que recibían de ese sector.
Todo este proceso se mantuvo durante la década de Fujimori,
lo siguieron los gobiernos de Toledo; del mismo modo se mantuvo durante el gobierno de Alan García; y por último,
Humala, está tratando de nuevamente retomar esta propuesta pero dándole un
nuevo matiz o una nueva figura, es decir buscar eficiencia y eficacia, supuestamente.
Lo interesante es ver a muchos funcionarios que trabajaron
para el gobierno autocratico y dictatorial de Fujimori, se han venido
reciclando llegando incluso a incorporarse como funcionarios de los diferentes
gobiernos que le continuaron. Pero, muchos de ellos provienen de la empresa
privada y que responden a los intereses económicos del gran capital; es decir
trabajan y deciden en favor del empresariado, pero son remunerados por el
Estado.
Una Segunda Característica, está relacionado al Estado peruano, que por naturaleza y evolución no ha sido muy
fuerte ni tampoco se ha consolidado; por el contrario, la institucionalidad es
muy débil, debido a que la incorporación del personal a las entidades públicas
es producto de la política clientelista que se ha venido practicando desde
muchas décadas atrás, donde nunca se ha revalorado la meritocracia; por el
contrario el “tarjetazo” en favor de los militantes del partido de gobierno
siempre ha venido predominando hasta la fecha, dejando de lado el profesionalismo
de los postulantes o los que desean incorporarse y convertirse en trabajadores
eficientes.
Como anécdota me comentaba un amigo, que es militante del
partido de gobierno, lo siguiente: “las
convocatorias que se hacen es pura formalidad, ya que algunos pueden tener buen
currículo vitae y ser buenos profesionales; pero en la entrevista se lo bajan
al puntaje mínimo. Mientras que los que vienen con tarjeta de algún congresista,
y son militantes del partido de gobierno, a pesar de tener poca preparación y no ser profesional,
pero como vienen con recomendación del gobierno sencillamente lo elevan en la
entrevista y gana el proceso, de esa manera ingresan a laborar en cualquier dependencia del Estado”.
Asimismo, de acuerdo a los dictámenes que se viene discutiendo
con respecto a la nueva ley del Servidor Público, lo que se busca es evaluar
permanentemente a los trabajadores, y la pregunta que nos debemos hacer: ¿Cómo
van a evaluar al personal, si las instituciones públicas no capacita a sus trabajadores, ni tampoco les
incentiva a seguir estudiando o profesionalizándose?, ¿Cuántas de las
instituciones públicas, vienen trabajando bajo enfoques de políticas públicas
que permita orientar el rumbo o derrotero de la institución?; o en otros casos,
¿existen planes estratégicos institucionales, los trabajadores de las
instituciones públicas conocen su visión o misión, o llevan a cabo los planes
operativos?, entonces por donde comenzar.
La tercera característica, se centra en que el nuevo modelo de
Gestión Pública que se desea implementar
dentro del Estado Peruano, está relacionado al modelo de Administración,
Gerenciación o Gestión existente en dentro del sector privado; para lo cual, se
busca trasladar dicho modelo privado a la gestión pública; pero, es imposible
debido a que son dos sectores totalmente diferente donde los objetivos y metas
no pueden ser entendidos como algo compatible. Mientras que la Gestión privada tiene
como meta vender un producto,
la gestión pública se encarga de brindar
un servicio de calidad.
Asimismo, existe mucha presión del sector empresarial para que
esta nueva ley que ha sido aprobado se reglamente y comience a implementarse en
lo inmediato; de esa manera
supuestamente, modernizar el Estado o hacer que las medidas y reformas que se
busca implementar vaya en beneficio de los de arriba antes que este a favor de
las grandes mayorías. E allí el gran interés del sector privado en este proceso
de modernización de la Gestión Pública.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio