LA 90va FIESTA PATRONAL DEL “SEÑOR DE LA CAÑA DE CHICLÍN” (SEGUNDA PARTE)
Por: Percy J.
Paredes Villarreal
Existen dos manera de participar
en una Fiesta Patronal, la primera es
mirar y presenciar, las diversas actividades que se organizan y se realizan; y la segunda es cuando
uno se involucra en la organización de las actividades, logrando que se cumpla
lo que se programa.
Este ejemplo descrito líneas
arribas, en ciencias sociales lo ubicamos dentro de la etnografía; cuenta con dos
metodologías (otros lo denominan técnicas y algunos hablan, de instrumentos),
que permiten conocer, observar e interpretar la realidad o la problemática. A
la primera, se le denomina la observación donde una persona mira y observa los
acontecimientos; mientras que la segunda, se refiere a la observación
participante.
Mientras que lo primero está
referido a ver y mirar cómo se realizan las actividades; lo segundo se
relaciona con el involucramiento en el proceso de organización de la fiesta
patronal, por ejemplo. Por lo tanto va a permitir conocer desde dentro el
procedimiento, y la manera de cómo se puede ir mejorando, generando innovación
y/o cambios que permita la sostenibilidad de la Fiesta Patronal, en este caso.
A esto último, también se le denomina Antropología aplicada.
DE LA ORGANIZACIÓN AL FINANCIAMIENTO:
En días pasados describimos un
poco la organización de la fiesta patronal; pero nos faltaba su complemento. Ya
que, la organización debe estar acompañado del financiamiento para realizar la
fiesta; porque es un requisito indispensable para implementar una serie de
actividades que demanda su ejecución.
El financiamiento de la Fiesta
Patronal, se enmarca dentro de una relación tradicional, entre los
colaboradores y organizadores, tomando en cuenta lo siguiente: a) vinculado al
status, prestigio, relaciones de poder, y las relaciones de parentescos; b) también tiene que ver con la cosmovisión mágico
religiosa, la devoción y creencia en los milagros y castigo por parte de sus
devotos; y c) la relación de apoyo al fortalecimiento de la identidad, para
evitar que se pierda esta tradición
Existen dos indicadores que
debemos tomar en cuenta, para describir de como se ha venido financiando la
festividad. La primera está referido al proceso histórico de la fiesta y la manera
de como se ha venido cubriendo los gastos de las diversas actividades que
demanda esta; y lo segundo, es como está estructurado el financiamiento de los
diversos eventos que se realizan durante
las fiestas patronales.
EL FINANCIAMIENTO DE LA FIESTA DURANTE LA ETAPA DE HACIENDA Y COOPERATIVA:
Si hacemos un repaso histórico de
la fiesta patronal vamos a encontrar que en sus inicios el financiamiento de
esta recaía en los trabajadores que aportaban con una tarea para poder sufragar
los gastos que demandaba. Posteriormente, al conformarse las organizaciones
religiosas (hermandad y mayordomía), encargadas de organizar las fiestas, estas
contaban con sus hermanos o/o mayordomos,
aportando con una cuota mensual que daban, juntándose con la tarea que
brindaban los trabajadores para la fiesta.
Estos mecanismos se mantuvieron
durante la etapa de hacienda y
cooperativa, más no en la etapa de sociedad anónima. A la vez, es
importante manifestar que aparte del aporte de los trabajadores, la empresa
brindaba el apoyo logístico, como movilidad para trasladar (recogerlos de su
lugar de origen y llevarlos a Chiclín, luego al culminar la fiesta
retornarlos), a las danzas folklóricas desde su lugar de origen; totalmente
diferente en la etapa de sociedad anónima, donde los directivos consideraban
que la empresa no debe apoyar estas tradiciones, recortándosele el apoyo.
Durante la etapa de la Hacienda y
Cooperativa, la Mayordomía contaba con la colaboración de los trabajadores,
particularmente eran obreros y campesinos; mientras que la hermandad eran los
empleados y los hacendados. En tiempos de empresa privada, no se tuvo esa
diferenciación, y a todos se les pedía colaboración: además se acuden a las
instituciones privadas y públicas existentes en el Valle Chicama y en la ciudad
de Trujillo.
INGRESOS Y EGRESOS EN LA FIESTA PATRONAL:
A raíz de ello, la Hermandad comienza a dividir el
financiamiento de la fiesta de la siguiente manera:
a)
Actividades
que demandan gastos: mayormente están relacionado con:
Ø
Actividades
religiosas: traída del inter, mensal, bajada, novenas, misas de
campaña, procesión, llevada del inter, etc.;
Ø
Actividades
cívicas: como: izamiento
del pabellón nacional, atención a los invitados;
Ø
actividades
artísticas culturales: tenemos actividades, como: verbena
cultural, paseo de cera, quema de fuegos artificiales;
Ø
Actividades
deportivas: Maratón, futbol, fulbito, Voleibol, etc.
Ø
Atención
a las Danzas Folklóricas: mediante el traslado a las danzas folklóricas desde su lugar de
origen, movilidad, pago a los tocadores o cajeros, alimentación (desayuno,
almuerzo y cena por tres días a algunas de ellas);
b)
Actividades que son consideradas como
inversión, que generan ingresos económicas, como:
Ø
Actividades económicas, pro fondo para
la Fiesta Patronal, como: Polladas, parrilladas, rifas, tómbolas, etc.
Ø
concurso de marinera,
Ø
eventos folklóricos,
Ø
concurso de danzas folklóricas,
Ø
bailes o
ventas de los bailes sociales del día central (viernes, sábado y
domingo).
Aparte de lo mencionado líneas
arriba, encontramos:
a)
Colaboración de personas Chiclinenses
que viven en la comunidad como fuera de ella, que aportan con víveres, o en
efectivo.
b)
Colaboración de algunas entidades públicas,
como los gobiernos locales, que brindan apoyo económico a la fiesta patronal.
LA COMPETENCIA POR LA CAPTAR MÁS DONACIONES:
Esta estructura de
financiamiento, es lo que ha venido predominando a lo largo de los últimos 25
años. Pero en estas dos últimas décadas, se ha podido ver una competencia,
entre las instituciones religiosas (Hermandad, Mayordomía y Cuadrilla de
Cargadores), para recolectar apoyo y donaciones económicas; ya que, hasta
antes, la mayoría de Chiclinenses y devotos colaboraba con la Hermandad.
Actualmente, con la presencia de
la “Mayordomía” y la “Cuadrilla”, que también solicitan apoyo económico,
algunas personas e instituciones, distribuyen su colaboración entre las tres
organizaciones, o colaboran con algunas de ellas; en otros casos colaboran con
la primera institución que les hace llegar un documento de colaboración. Es
decir, se ha generado una competencia por recabar la mayor cantidad de apoyo,
para poder financiar sus actividades específicas o propias de ellas; dejando de
lado los gastos que demanda toda la fiesta.
Debemos tomar en cuenta que quién
asume la mayor cantidad de responsabilidades, tareas y compromisos para
organizar la Fiesta Patronal es la Hermandad; mientras que la otras solamente
tienen responsabilidades y tareas de manera puntual.
Por otro lado, la Hermandad acude
al apoyo y colaboración de algunas organizaciones de Chiclinenses existentes en
Trujillo, Lima y en el exterior; que también se juntan para realizar algunas
actividades económicas y enviarles, para que cubran algunos gastos.
PARTICIPACIÓN DE LOS DEVOTOS EN EL FINANCIAMIENTO FE LA FIESTA PATRONAL:
La colaboración que brindan los
devotos y familiares pueden ser en efectivo o en otros casos en víveres (arroz,
azúcar, aceite, carne, menestra, etc.), que se utiliza para atender a las
danzas folklóricas que llegan a participar de estas fiestas patronales.
Es importante mencionar, que en
algunas actividades religiosas como Mensal, Bajada, Novenas, existen devotos
como: Familiares, Instituciones y moradores de una determinada calle, son los
que asumen el costo de estas. Para lo cual, ellos se organizan y colaboran
para: Misa, ofrendas, colaboración con la parroquia (como mínimo 100 soles),
arreglo del anda, contratación de una Banda de Músicos para la procesión,
movilidad para traer y retornarlos a las Danzas Folklóricas, pago a los
tocadores, atención a las danzas folklóricas y a las personas que acompaña en la procesión.
Es importante mencionar que
cuando se realizan las actividades religiosas, particularmente: el mensal, la
bajada del Santo Patrón, las novenas, las misas, tanto el costo por misa y las
donaciones, son ingresos para la parroquia. Asimismo, podemos mencionar cuando
las personas acuden al Santo para que derrame su bendición o entregan a sus
hijos pequeños, existe una alcancía, donde los devotos depositan sus ofrendas,
ese dinero que se recauda es para la parroquia.
En tiempos pasados,
particularmente durante la etapa de Hacienda, Cooperativa y de Empresa de
Sociedad Anónima, llegaban cantinas, juegos electrónicos, la Hermandad era la
que alquilaban los espacios físicos, por un determinado tiempo (1 o 2 meses). Ahora,
como Chiclín es Centro Poblado, existe una Municipalidad del Centro Poblado
Menor, es el que se encarga de alquilar y cobrar estos espacios; ya no tiene un
ingreso para financiar la festividad.
La Fiesta del “Señor de la Caña”
de Chiclín, solamente el presupuesto que tiene la Hermandad, para realizar
estas fiestas patronales, le demanda un mínimo de 70 a 100 mil nuevos soles. Y
el reto que tiene es de agenciarse de recursos para cubrir y no quedar
endeudado, como ha sido la característica en tiempos pasados. Esperemos que en
sus 90va fiesta patronal, las cosas le salgan bien y se pueda cubrir los
gastos, de esa manera evitar endeudarse.
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