viernes, 5 de agosto de 2022

LA 90va FIESTA PATRONAL DEL “SEÑOR DE LA CAÑA DE CHICLÍN” (SEGUNDA PARTE)

 

Por: Percy J. Paredes Villarreal

Existen dos manera de participar en una Fiesta Patronal, la primera es  mirar y presenciar, las diversas actividades que se  organizan y se realizan; y la segunda es cuando uno se involucra en la organización de las actividades, logrando que se cumpla lo que se programa.

Este ejemplo descrito líneas arribas, en ciencias sociales lo ubicamos dentro de la etnografía; cuenta con dos metodologías (otros lo denominan técnicas y algunos hablan, de instrumentos), que permiten conocer, observar e interpretar la realidad o la problemática. A la primera, se le denomina la observación donde una persona mira y observa los acontecimientos; mientras que la segunda, se refiere a la observación participante.

Mientras que lo primero está referido a ver y mirar cómo se realizan las actividades; lo segundo se relaciona con el involucramiento en el proceso de organización de la fiesta patronal, por ejemplo. Por lo tanto va a permitir conocer desde dentro el procedimiento, y la manera de cómo se puede ir mejorando, generando innovación y/o cambios que permita la sostenibilidad de la Fiesta Patronal, en este caso. A esto último, también se le denomina Antropología aplicada.

DE LA ORGANIZACIÓN AL FINANCIAMIENTO:

En días pasados describimos un poco la organización de la fiesta patronal; pero nos faltaba su complemento. Ya que, la organización debe estar acompañado del financiamiento para realizar la fiesta; porque es un requisito indispensable para implementar una serie de actividades que demanda su ejecución.

El financiamiento de la Fiesta Patronal, se enmarca dentro de una relación tradicional, entre los colaboradores y organizadores, tomando en cuenta lo siguiente: a) vinculado al status, prestigio, relaciones de poder, y las relaciones de parentescos; b)  también tiene que ver con la cosmovisión mágico religiosa, la devoción y creencia en los milagros y castigo por parte de sus devotos; y c) la relación de apoyo al fortalecimiento de la identidad, para evitar que se pierda esta tradición

Existen dos indicadores que debemos tomar en cuenta, para describir de como se ha venido financiando la festividad. La primera está referido al proceso histórico de la fiesta y la manera de como se ha venido cubriendo los gastos de las diversas actividades que demanda esta; y lo segundo, es como está estructurado el financiamiento de los diversos eventos que se  realizan durante las fiestas patronales.

 

EL FINANCIAMIENTO DE LA FIESTA DURANTE LA ETAPA DE HACIENDA Y COOPERATIVA:

Si hacemos un repaso histórico de la fiesta patronal vamos a encontrar que en sus inicios el financiamiento de esta recaía en los trabajadores que aportaban con una tarea para poder sufragar los gastos que demandaba. Posteriormente, al conformarse las organizaciones religiosas (hermandad y mayordomía),  encargadas de organizar las fiestas, estas contaban con sus hermanos o/o mayordomos,  aportando con una cuota mensual que daban, juntándose con la tarea que brindaban los trabajadores para la fiesta.

Estos mecanismos se mantuvieron durante la etapa de hacienda y  cooperativa, más no en la etapa de sociedad anónima. A la vez, es importante manifestar que aparte del aporte de los trabajadores, la empresa brindaba el apoyo logístico, como movilidad para trasladar (recogerlos de su lugar de origen y llevarlos a Chiclín, luego al culminar la fiesta retornarlos), a las danzas folklóricas desde su lugar de origen; totalmente diferente en la etapa de sociedad anónima, donde los directivos consideraban que la empresa no debe apoyar estas tradiciones, recortándosele el apoyo.

Durante la etapa de la Hacienda y Cooperativa, la Mayordomía contaba con la colaboración de los trabajadores, particularmente eran obreros y campesinos; mientras que la hermandad eran los empleados y los hacendados. En tiempos de empresa privada, no se tuvo esa diferenciación, y a todos se les pedía colaboración: además se acuden a las instituciones privadas y públicas existentes en el Valle Chicama y en la ciudad de Trujillo.

INGRESOS Y EGRESOS EN LA FIESTA PATRONAL:

A raíz de ello,  la Hermandad comienza a dividir el financiamiento de la fiesta de la siguiente manera:

a)        Actividades que demandan gastos: mayormente están relacionado con:

Ø  Actividades religiosas: traída del inter, mensal, bajada, novenas, misas de campaña, procesión, llevada del inter, etc.;

Ø  Actividades cívicas:  como: izamiento del pabellón nacional, atención a los invitados;

Ø  actividades artísticas culturales: tenemos actividades, como: verbena cultural, paseo de cera, quema de fuegos artificiales;

Ø  Actividades deportivas: Maratón, futbol, fulbito, Voleibol, etc.

Ø  Atención a las Danzas Folklóricas: mediante el traslado  a las danzas folklóricas desde su lugar de origen, movilidad, pago a los tocadores o cajeros, alimentación (desayuno, almuerzo y cena por tres días a algunas de ellas);

 

b)        Actividades que son consideradas como inversión, que generan ingresos económicas, como:

Ø  Actividades económicas, pro fondo para la Fiesta Patronal, como: Polladas, parrilladas, rifas, tómbolas, etc.

Ø  concurso de marinera,

Ø  eventos folklóricos,

Ø  concurso de danzas folklóricas,

Ø  bailes o  ventas de los bailes sociales del día central (viernes, sábado y domingo).

Aparte de lo mencionado líneas arriba, encontramos:

a)        Colaboración de personas Chiclinenses que viven en la comunidad como fuera de ella, que aportan con víveres, o en efectivo.

b)        Colaboración de algunas entidades públicas, como los gobiernos locales, que brindan apoyo económico a la fiesta patronal.

LA COMPETENCIA POR LA CAPTAR MÁS DONACIONES:

Esta estructura de financiamiento, es lo que ha venido predominando a lo largo de los últimos 25 años. Pero en estas dos últimas décadas, se ha podido ver una competencia, entre las instituciones religiosas (Hermandad, Mayordomía y Cuadrilla de Cargadores), para recolectar apoyo y donaciones económicas; ya que, hasta antes, la mayoría de Chiclinenses y devotos colaboraba con la Hermandad.

Actualmente, con la presencia de la “Mayordomía” y la “Cuadrilla”, que también solicitan apoyo económico, algunas personas e instituciones, distribuyen su colaboración entre las tres organizaciones, o colaboran con algunas de ellas; en otros casos colaboran con la primera institución que les hace llegar un documento de colaboración. Es decir, se ha generado una competencia por recabar la mayor cantidad de apoyo, para poder financiar sus actividades específicas o propias de ellas; dejando de lado los gastos que demanda toda la fiesta.

Debemos tomar en cuenta que quién asume la mayor cantidad de responsabilidades, tareas y compromisos para organizar la Fiesta Patronal es la Hermandad; mientras que la otras solamente tienen responsabilidades y tareas de manera puntual.

Por otro lado, la Hermandad acude al apoyo y colaboración de algunas organizaciones de Chiclinenses existentes en Trujillo, Lima y en el exterior; que también se juntan para realizar algunas actividades económicas y enviarles, para que cubran algunos gastos.

PARTICIPACIÓN DE LOS DEVOTOS EN EL FINANCIAMIENTO FE LA FIESTA PATRONAL:

La colaboración que brindan los devotos y familiares pueden ser en efectivo o en otros casos en víveres (arroz, azúcar, aceite, carne, menestra, etc.), que se utiliza para atender a las danzas folklóricas que llegan a participar de estas fiestas patronales.

Es importante mencionar, que en algunas actividades religiosas como Mensal, Bajada, Novenas, existen devotos como: Familiares, Instituciones y moradores de una determinada calle, son los que asumen el costo de estas. Para lo cual, ellos se organizan y colaboran para: Misa, ofrendas, colaboración con la parroquia (como mínimo 100 soles), arreglo del anda, contratación de una Banda de Músicos para la procesión, movilidad para traer y retornarlos a las Danzas Folklóricas, pago a los tocadores, atención a las danzas folklóricas y a las personas  que  acompaña en la procesión.

Es importante mencionar que cuando se realizan las actividades religiosas, particularmente: el mensal, la bajada del Santo Patrón, las novenas, las misas, tanto el costo por misa y las donaciones, son ingresos para la parroquia. Asimismo, podemos mencionar cuando las personas acuden al Santo para que derrame su bendición o entregan a sus hijos pequeños, existe una alcancía, donde los devotos depositan sus ofrendas, ese dinero que se recauda es para la parroquia.

En tiempos pasados, particularmente durante la etapa de Hacienda, Cooperativa y de Empresa de Sociedad Anónima, llegaban cantinas, juegos electrónicos, la Hermandad era la que alquilaban los espacios físicos, por un determinado tiempo (1 o 2 meses). Ahora, como Chiclín es Centro Poblado, existe una Municipalidad del Centro Poblado Menor, es el que se encarga de alquilar y cobrar estos espacios; ya no tiene un ingreso para financiar la festividad.

La Fiesta del “Señor de la Caña” de Chiclín, solamente el presupuesto que tiene la Hermandad, para realizar estas fiestas patronales, le demanda un mínimo de 70 a 100 mil nuevos soles. Y el reto que tiene es de agenciarse de recursos para cubrir y no quedar endeudado, como ha sido la característica en tiempos pasados. Esperemos que en sus 90va fiesta patronal, las cosas le salgan bien y se pueda cubrir los gastos, de esa manera evitar endeudarse.

 

 

 

 

 

 

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