viernes, 16 de septiembre de 2022

RECHAZANDO LA CONSTITUCIÓN POST PINOCHETISTA

 

Por: Percy J. Paredes Villarreal

El presente artículo, tiene como finalidad describir histórica y analíticamente, el proceso de movilización que trajo como consecuencia el “Estallido Social” en Chile, con la finalidad de crear y aprobar una nueva Constitución Política post Pinochetista.

Causas del “Estallido Social” y sus consecuencias:

Fue un 16 de octubre del 2019 en que el gobierno chileno de Sebastián Piñera, decide incrementar los pasajes en el transporte público chileno; frente a esa acción los alumnos secundarios al cual se les denomina pingüinos (por la vestimenta similar al de dicho animal), deciden transgredir las normas de ingreso al transporte urbano,  sin pagar sus pasajes en los microbuses y el metropolitano; generando desobediencia, causando caos y desorden.

A partir de esa acción estudiantil, el gobierno central decide tomar medidas represivas que trajeron como consecuencia el “estallido social” en todo el país sureño; donde se van incorporando otros actores sociales, económicos, laborales. Generando desgobierno e insurgencia, desorden público, saqueos, etc.

Mientras que el Presidente Pinera de aquel momento, decide declarar “Estado de emergencia”, la población se va incrementando en las movilizaciones y desobediencia social; convocando a acciones de protestas por el descontento que vivía la población chilena. Incorporándose una serie de reivindicaciones sociales, laborales, políticas,  económicas y culturales.

Estas  marchas y movilizaciones no contaban con liderazgo político, gremial o sindical; era una protesta de los millones de chilenos que se encontraban cansados y hastiados de la corrupción, de las desigualdades sociales y económicas, del endeudamiento familiar, etc.; que son producto de un modelo de desarrollo neoliberal con más de 40 años de vigencia, cuyos resultados macroeconómico reflejaban un crecimiento y una admiración desde el exterior; pero a nivel micro e interno, era todo lo contrario.

Frente a este descontrol, desgobierno, e ingobernabilidad, al Presidente de la Republica no le queda más remedio que convocar a todos los partidos  políticos miembros de la democracia representativa e integrantes del parlamento a un dialogo con la finalidad de dar una salida a este “estallido social”, que se va aglutinando a una plataforma política que es el cambio de la constitución pinochetista que tiene más de 40 años de vigencia generando incremento de las desigualdades sociales y económicas, el endeudamiento de las familias.

Convocatoria al Plebiscito y conformación de la Convención Constituyente:

Este diálogo político trae como acuerdo la convocatoria a un plebiscito programado para el mes de abril del  año 2020;  debido a la pandemia fue postergado para el 25 de Octubre del mismo año. Este plebiscito se da a las continuas movilizaciones de la ciudadanía, que no dejan de parar hasta la convocatoria y su realización.

En este primer plebiscito post pinochetista, se hacen dos preguntas: la primera, ¿Quiere usted una nueva constitución política? La respuesta es a) apruebo, b) rechazo; y la segunda ¿Qué tipo de órgano debe redactar la nueva constitución política? a) Convención Mixta Constitucional (conformada por el 50% de constituyentes elegidos directamente y el 50% por miembros del actual Congreso de la República) y b) Convención Constitucional (asamblea por 100% de constituyentes elegidos democráticamente).

En dicho plebiscito participaron 7, 569,082 electores, ganando el “Apruebo” por una nueva constitución con el 78.28%, y una “Nueva Convención Constitucional” con el 79.00%[1], cuyos asambleístas sean elegidos democráticamente.

Para la conformación de esta Convención Constitucional, se acordó convocar a un proceso electoral para elegir a los 155 representantes; para lo cual se consideraron incorporar dos elementos importantes: a) el sistema paritario en las listas de postulantes de todos los partidos,  y b) la incorporación de los representantes indígenas teniendo 17 escaños, divididos en las siguientes etnias: 7 mapuches, 2 aimaras, y con 1 representante las siguientes comunidades étnicas existentes en el  territorio, como: kawésqar,  rapanui,  yagán, quechua, atacameño, diaguita,  colla y  chango.

Este proceso electoral para elegir a los miembros integrantes de la “Convención Constitucional”, se realiza conjuntamente con al proceso electoral municipal regional y local; llevándose a cabo los días 15 y 16 de Mayo del 2021. En este proceso electoral para elegir a los Constituyentes participaron 6, 184,594 electorales, de las cuales 5, 705,614 fueron votos válidos, 290,713 votos en blanco, 188,264 votos nulos.

Es importante mencionar que la participación política en Chile se expresa en frentes, confluencias o agrupaciones de partidos políticos, donde encontramos de derecha, centro y de izquierda. Como lo fueron: a) Vamos Chile (derecha), b) Apruebo Dignidad (Izquierda), c) Lista del Apruebo (Centro Derecha e Izquierda); d) Lista del Pueblo (conformado por independientes) y e) Los independientes por una nueva Constitución.

La Convención Constitucional estuvo conformado de la siguiente manera: a) Vamos Chile, obtuvo 20.56% de votos, obteniendo 37 electos, b) Apruebo Dignidad, consiguió el 18,74% de votación, teniendo  28 constituyentes, c) Lista del Apruebo, con el 14,46% de votos obteniendo 25 miembros; d) Lista del Pueblo, consiguió el 16,27% con  26 integrantes, e) Los independientes por una nueva Constitución tuvieron 8,84% con  11 elegidos, y f) otros 20,02% de votos representado por 11 integrantes[2]. Teniendo un total 138 Constituyentes elegidos democráticamente, de las cuales fueron 68 mujeres y 70 varones, más los 17 representantes de los pueblos indígenas fueron 155 Constituyentes, encargados de elaborar la nueva Constitución Política post Pinochet.

Lo que podemos observar en la composición de los miembros elegidos a formar parte de la “Convención Constituyente”,   se tuvo una mayoría que no pertenecían a la derecha, ni tampoco eran seguidores de la Constitución Pinochetista; por lo tanto, los defensores de la Constitución Política vigente eran los derrotados, gracias a la confluencia de los partidos opositores que estaba de acuerdo con el cambio de Constitución Política Chilena.

De esa manera, se avanzaba hacia el objetivo propuesto de cambiar la constitución política, que se iniciaron con  las grandes manifestaciones que se dieron a la largo de las cuatro últimas décadas que se oponían a la dictadura militar y a su respectiva constitución política.

Una Constitución Política Moderna, democrática, participativa y Pluralista:

La “Convención Constituyente”,  designó a Elisa Concón Antileo, Académica, Filosofa y Sentipensante Mapuche, presidenta y encargada de dirigir el proceso de elaboración de la nueva Carta Magna chilena; como una expresión de reivindicación y reconocimiento a un pueblo y/o cultura ancestral, que ha podido mantenerse a través del tiempo, a pesar de los etnocidios, y extinción que se han practicado a lo largo de la historia chilena.

Esta Convención, después de cerca de 1 año de haber trabajado la redacción de este importante documento constituyente, ha llegado a su culminación obteniendo la nueva Carta Magna que debería regir los destinos de chile. Por lo que, de manera democrática y participativa se presentó el documento constituido por 178 páginas, 388 artículos y 54 normas.

Este proyecto Constituyente, ha implicado la apertura de dialogo, discusión, debate, intercambio de puntos de vista, etc.; entre los diversos actores de la sociedad, como también de las diferentes instituciones públicas, privadas, sociedad civil, organizaciones sociales, religiosas, culturales etc. Es decir, se  aperturo un proceso de democracia participativa, ampliada, sin restricciones.

Podemos resumir los cambios estructurales que se plantearon, como:

1.      La incorporación de la democracia paritaria, donde las mujeres deben ocupar el 50% de todos los órganos del Estado, ordenando tomarse las medidas para alcanzar la igualdad sustantiva de oportunidades y la paridad.

2.      Un Estado Plurinacional e Intercultural, donde se reconozca a los 11 pueblos étnicos e indígenas existentes; además brindárseles autonomía regionales indígenas, con autonomía política. Además reconocer los sistemas jurídicos de los pueblos indígenas y el pluralismo jurídico.

3.      Aseguramiento de las condiciones para el embarazo, interrupción voluntaria del embarazo, parto y maternidad voluntaria y protegidas; reconociéndose el ejercicio libre, autónomo y no discriminatorio de los derechos sexuales  y reproductivos. Donde el Estado debe asegurar las condiciones para un embarazo, parto y maternidad voluntarios y protegidos, y para una interrupción voluntaria del embarazo.

4.      Un estado social y democrático de los derechos, donde el Estado debe proveer bienes y servicios para asegurar los derechos de las personas en pensiones, salud y cuidado.

5.      Agua como un derecho humano e apropiable por personas naturales.

6.      Sistema político, reducción de la edad de 35 a 30 años para postular a la presidencia de la república, eliminación de la cámara de senadores, creación de las cámaras de diputados y diputadas, y la cámara de las regiones.

Resultados no deseados del último plebiscito:

Tras un proceso de debate, el 4 de septiembre del 2022, se realizó el plebiscito para aceptar o rechazar el proyecto de constitución política. Este proceso convoco a un total de 13, 024,792 electores (más de los procesos electorales anteriores). De las cuales, se tuvo un 0,59% de votos en blanco, 1,5% de votos nulos y el 97,86% de votos emitidos. Respecto a los resultados el 61,87% rechazo la nueva constitución política contra el 38,13% que estuvo a favor de la nueva carta magna[3].

De esa manera ha quedado demostrado que los chilenos quieren seguir o mantenerse con  la constitución política pinochetista. Existen varios análisis e interpretaciones que le dan a los resultados obtenidos en días pasados. Pero el gran derrotado ha sido la izquierda y todos los que aspiraban a una nueva carta magna que permita igualdad de oportunidad, participación política paritaria, un Estado pluricultural, derecho de las mujeres a decidir su vida, protección social por parte del Estado en educación, salud, etc.

El gran derrotado en esta contienda, también, es el presidente Boric, que aposto por una nueva constitución política; para que de esa manera pueda implementar las reformas estructurales y generar cambios profundos en la sociedad chilena llena de desigualdades. Existiendo una característica importante que tienen ellos,  considerarse un país moderno occidentalizado dentro de una América Latina con muchos problemas de identidades culturales.

A modo de conclusión:

En varias ocasiones he tenido la oportunidad de ser invitado y participar en diversos eventos académicos en Chile, particularmente en la CEPAL; tengo muchos amigos chilenos con quienes siempre me comunico. Y lo que, siempre he podido observar es: a) su indiferencia a las luchas y reivindicaciones étnicas e indígenas mapuches; b)  he visto mucho etnocentrismo de las diversas etnias sobrevivientes en el  hermano país del sur frente a los occidentales, como ellos lo denominan; c) las desigualdades, no tan solo son económicas también son culturales y de identidades culturales. Por eso considero como una hipótesis, que la derrota de la Nueva Constitución Política en Chile, no es un tema político, económico, ideológico, sino es un tema antropológico que los defensores del “apruebo” no han sabido interpretar la realidad chilena.

 



[1] Wikipedia.org

[2] Wikipedia.org

[3] Servicio Electoral de Chile.

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