RECHAZANDO LA CONSTITUCIÓN POST PINOCHETISTA
Por: Percy J.
Paredes Villarreal
El presente artículo, tiene como
finalidad describir histórica y analíticamente, el proceso de movilización que
trajo como consecuencia el “Estallido Social” en Chile, con la finalidad de
crear y aprobar una nueva Constitución Política post Pinochetista.
Causas del “Estallido Social” y sus consecuencias:
Fue un 16 de
octubre del 2019 en que el gobierno chileno de Sebastián Piñera, decide
incrementar los pasajes en el transporte público chileno; frente a esa acción
los alumnos secundarios al cual se les denomina pingüinos (por la vestimenta
similar al de dicho animal), deciden transgredir las normas de ingreso al
transporte urbano, sin pagar sus pasajes
en los microbuses y el metropolitano; generando desobediencia, causando caos y
desorden.
A partir de esa
acción estudiantil, el gobierno central decide tomar medidas represivas que
trajeron como consecuencia el “estallido social” en todo el país sureño; donde
se van incorporando otros actores sociales, económicos, laborales. Generando
desgobierno e insurgencia, desorden público, saqueos, etc.
Mientras que el
Presidente Pinera de aquel momento, decide declarar “Estado de emergencia”, la
población se va incrementando en las movilizaciones y desobediencia social;
convocando a acciones de protestas por el descontento que vivía la población
chilena. Incorporándose una serie de reivindicaciones sociales, laborales,
políticas, económicas y culturales.
Estas marchas y movilizaciones no contaban con
liderazgo político, gremial o sindical; era una protesta de los millones de
chilenos que se encontraban cansados y hastiados de la corrupción, de las
desigualdades sociales y económicas, del endeudamiento familiar, etc.; que son
producto de un modelo de desarrollo neoliberal con más de 40 años de vigencia,
cuyos resultados macroeconómico reflejaban un crecimiento y una admiración
desde el exterior; pero a nivel micro e interno, era todo lo contrario.
Frente a este
descontrol, desgobierno, e ingobernabilidad, al Presidente de la Republica no
le queda más remedio que convocar a todos los partidos políticos miembros de la democracia representativa
e integrantes del parlamento a un dialogo con la finalidad de dar una salida a
este “estallido social”, que se va aglutinando a una plataforma política que es
el cambio de la constitución pinochetista que tiene más de 40 años de vigencia generando
incremento de las desigualdades sociales y económicas, el endeudamiento de las
familias.
Convocatoria al Plebiscito y conformación
de la Convención Constituyente:
Este diálogo
político trae como acuerdo la convocatoria a un plebiscito programado para el mes
de abril del año 2020; debido a la pandemia fue postergado para el
25 de Octubre del mismo año. Este plebiscito se da a las continuas
movilizaciones de la ciudadanía, que no dejan de parar hasta la convocatoria y su
realización.
En este primer
plebiscito post pinochetista, se hacen dos preguntas: la primera, ¿Quiere usted
una nueva constitución política? La respuesta es a) apruebo, b) rechazo; y la
segunda ¿Qué tipo de órgano debe redactar la nueva constitución política? a)
Convención Mixta Constitucional (conformada por el 50% de constituyentes
elegidos directamente y el 50% por miembros del actual Congreso de la
República) y b) Convención Constitucional (asamblea por 100% de constituyentes
elegidos democráticamente).
En dicho
plebiscito participaron 7, 569,082 electores, ganando el “Apruebo” por una
nueva constitución con el 78.28%, y una “Nueva Convención Constitucional” con
el 79.00%[1],
cuyos asambleístas sean elegidos democráticamente.
Para la
conformación de esta Convención Constitucional, se acordó convocar a un proceso
electoral para elegir a los 155 representantes; para lo cual se consideraron
incorporar dos elementos importantes: a) el sistema paritario en las listas de
postulantes de todos los partidos, y b)
la incorporación de los representantes indígenas teniendo 17 escaños, divididos
en las siguientes etnias: 7 mapuches, 2 aimaras, y con 1 representante las
siguientes comunidades étnicas existentes en el
territorio, como: kawésqar, rapanui, yagán, quechua, atacameño, diaguita, colla y
chango.
Este proceso
electoral para elegir a los miembros integrantes de la “Convención
Constitucional”, se realiza conjuntamente con al proceso electoral municipal
regional y local; llevándose a cabo los días 15 y 16 de Mayo del 2021. En este
proceso electoral para elegir a los Constituyentes participaron 6, 184,594
electorales, de las cuales 5, 705,614 fueron votos válidos, 290,713 votos en
blanco, 188,264 votos nulos.
Es importante
mencionar que la participación política en Chile se expresa en frentes,
confluencias o agrupaciones de partidos políticos, donde encontramos de
derecha, centro y de izquierda. Como lo fueron: a) Vamos Chile (derecha), b)
Apruebo Dignidad (Izquierda), c) Lista del Apruebo (Centro Derecha e
Izquierda); d) Lista del Pueblo (conformado por independientes) y e) Los
independientes por una nueva Constitución.
La Convención
Constitucional estuvo conformado de la siguiente manera: a) Vamos Chile, obtuvo
20.56% de votos, obteniendo 37 electos, b) Apruebo Dignidad, consiguió el
18,74% de votación, teniendo 28 constituyentes,
c) Lista del Apruebo, con el 14,46% de votos obteniendo 25 miembros; d) Lista
del Pueblo, consiguió el 16,27% con 26
integrantes, e) Los independientes por una nueva Constitución tuvieron 8,84%
con 11 elegidos, y f) otros 20,02% de
votos representado por 11 integrantes[2].
Teniendo un total 138 Constituyentes elegidos democráticamente, de las cuales fueron
68 mujeres y 70 varones, más los 17 representantes de los pueblos indígenas
fueron 155 Constituyentes, encargados de elaborar la nueva Constitución
Política post Pinochet.
Lo que podemos
observar en la composición de los miembros elegidos a formar parte de la “Convención
Constituyente”, se tuvo una mayoría que no pertenecían a la
derecha, ni tampoco eran seguidores de la Constitución Pinochetista; por lo
tanto, los defensores de la Constitución Política vigente eran los derrotados,
gracias a la confluencia de los partidos opositores que estaba de acuerdo con
el cambio de Constitución Política Chilena.
De esa manera,
se avanzaba hacia el objetivo propuesto de cambiar la constitución política,
que se iniciaron con las grandes
manifestaciones que se dieron a la largo de las cuatro últimas décadas que se
oponían a la dictadura militar y a su respectiva constitución política.
Una Constitución Política Moderna,
democrática, participativa y Pluralista:
La “Convención
Constituyente”, designó a Elisa Concón
Antileo, Académica, Filosofa y Sentipensante Mapuche, presidenta y encargada de
dirigir el proceso de elaboración de la nueva Carta Magna chilena; como una
expresión de reivindicación y reconocimiento a un pueblo y/o cultura ancestral,
que ha podido mantenerse a través del tiempo, a pesar de los etnocidios, y
extinción que se han practicado a lo largo de la historia chilena.
Esta Convención,
después de cerca de 1 año de haber trabajado la redacción de este importante
documento constituyente, ha llegado a su culminación obteniendo la nueva Carta
Magna que debería regir los destinos de chile. Por lo que, de manera
democrática y participativa se presentó el documento constituido por 178
páginas, 388 artículos y 54 normas.
Este proyecto
Constituyente, ha implicado la apertura de dialogo, discusión, debate,
intercambio de puntos de vista, etc.; entre los diversos actores de la
sociedad, como también de las diferentes instituciones públicas, privadas,
sociedad civil, organizaciones sociales, religiosas, culturales etc. Es decir,
se aperturo un proceso de democracia
participativa, ampliada, sin restricciones.
Podemos resumir
los cambios estructurales que se plantearon, como:
1.
La incorporación de la democracia
paritaria, donde las mujeres deben ocupar el 50% de todos los órganos del
Estado, ordenando tomarse las medidas para alcanzar la igualdad sustantiva de
oportunidades y la paridad.
2.
Un Estado Plurinacional e Intercultural,
donde se reconozca a los 11 pueblos étnicos e indígenas existentes; además
brindárseles autonomía regionales indígenas, con autonomía política. Además
reconocer los sistemas jurídicos de los pueblos indígenas y el pluralismo
jurídico.
3.
Aseguramiento de las condiciones para el
embarazo, interrupción voluntaria del embarazo, parto y maternidad voluntaria y
protegidas; reconociéndose el ejercicio libre, autónomo y no discriminatorio de
los derechos sexuales y reproductivos.
Donde el Estado debe asegurar las condiciones para un embarazo, parto y
maternidad voluntarios y protegidos, y para una interrupción voluntaria del
embarazo.
4.
Un estado social y democrático de los
derechos, donde el Estado debe proveer bienes y servicios para asegurar los
derechos de las personas en pensiones, salud y cuidado.
5.
Agua como un derecho humano e apropiable
por personas naturales.
6.
Sistema político, reducción de la edad
de 35 a 30 años para postular a la presidencia de la república, eliminación de
la cámara de senadores, creación de las cámaras de diputados y diputadas, y la
cámara de las regiones.
Resultados no deseados del último
plebiscito:
Tras un proceso
de debate, el 4 de septiembre del 2022, se realizó el plebiscito para aceptar o
rechazar el proyecto de constitución política. Este proceso convoco a un total
de 13, 024,792 electores (más de los procesos electorales anteriores). De las
cuales, se tuvo un 0,59% de votos en blanco, 1,5% de votos nulos y el 97,86% de
votos emitidos. Respecto a los resultados el 61,87% rechazo la nueva
constitución política contra el 38,13% que estuvo a favor de la nueva carta
magna[3].
De esa manera ha
quedado demostrado que los chilenos quieren seguir o mantenerse con la constitución política pinochetista.
Existen varios análisis e interpretaciones que le dan a los resultados
obtenidos en días pasados. Pero el gran derrotado ha sido la izquierda y todos
los que aspiraban a una nueva carta magna que permita igualdad de oportunidad,
participación política paritaria, un Estado pluricultural, derecho de las
mujeres a decidir su vida, protección social por parte del Estado en educación,
salud, etc.
El gran
derrotado en esta contienda, también, es el presidente Boric, que aposto por
una nueva constitución política; para que de esa manera pueda implementar las
reformas estructurales y generar cambios profundos en la sociedad chilena llena
de desigualdades. Existiendo una característica importante que tienen
ellos, considerarse un país moderno
occidentalizado dentro de una América Latina con muchos problemas de
identidades culturales.
A modo de conclusión:
En varias
ocasiones he tenido la oportunidad de ser invitado y participar en diversos
eventos académicos en Chile, particularmente en la CEPAL; tengo muchos amigos
chilenos con quienes siempre me comunico. Y lo que, siempre he podido observar
es: a) su indiferencia a las luchas y reivindicaciones étnicas e indígenas
mapuches; b) he visto mucho
etnocentrismo de las diversas etnias sobrevivientes en el hermano país del sur frente a los
occidentales, como ellos lo denominan; c) las desigualdades, no tan solo son
económicas también son culturales y de identidades culturales. Por eso
considero como una hipótesis, que la derrota de la Nueva Constitución Política
en Chile, no es un tema político, económico, ideológico, sino es un tema
antropológico que los defensores del “apruebo” no han sabido interpretar la
realidad chilena.
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