FUTBOL Y POLITICA EN TRUJILLO EN EL SIGLO XX (I PARTE)
Por: Percy J.
Paredes Villarreal
Recientemente tuve la oportunidad
de conversar telefónicamente con un gran amigo, con quien compartimos muchos
momentos y anécdotas desde nuestra etapa juvenil. Lo interesante de esta
comunicación es que iniciamos dialogando sobre la coyuntura política a nivel
nacional; posteriormente, abordamos la Antropología en la Región Norte de nuestro
país, en el cual le comente mi interés por identificar algunos indigenistas dentro
de las ciencias sociales; y por último tocamos el tema del futbol trujillano,
que dicho sea de paso es lo que más me está apasionando a partir de la
investigación que vengo realizando desde hace más 5 años.
Mi gran amigo, a pesar de
provenir del norte de nuestra región, desde muy adolescente estudio en
Trujillo, por lo que acudía semanalmente al estadio Mansiche a ver jugar a su
glorioso “Carlos A. Manucci”, desde esa época sigue acompañando al equipo de
sus amores. Mientras que en mi caso mi pasión por el futbol trujillano, nació
desde mi comunidad donde crecí y a partir de la investigación comencé a
identificarme con los “Diablos Rojos de Chiclín”.
En esa conversación comenzamos a
intercambiar opiniones, información y conocimiento sobre la historio de este
emblemático equipo trujillano, donde me preguntó porque no escribía algo sobre
la “Historia del equipo trujillano”, que hasta la fecha a pesar de cumplir más
de 50 años, que yo sepa, no se ha escrito algo sobre este equipo carlista.
Solamente le comente que había dos amigos jóvenes periodistas que estaban
realizando algunas investigaciones y que probablemente iban a publicar algo
sobre la historia y los mejores deportistas de este lugar.
A raíz de este tema le comente
que la familia Manucci provinieron de
Italia llegando a instalarse en el Valle Chicama, específicamente en Ascope;
este proceso migratorio se realizó después de nuestra independencia e inicio de
la república en nuestro país; siendo Presidente de la República Simón Bolívar, quién
emitió una normativa de incentivar la
presencia de europeos en el Perú. Gracias a esa ley, hubo un éxodo emigratorio
del viejo continente, con destino al Perú, aparte de los negros, chinos,
japoneses que también llegaron al nuevo continente generando una diversidad
cultural.
Dentro de ese periodo, italianos,
alemanes, checoslovacos, japoneses, chinos, africanos, se instalaron conjuntamente con otros europeos
en el Valle Chicama convirtiéndose en
uno de los principales atractivos para la agroindustria, el comercio y la
actividad agrícola minifundistas. Debido a la presencia de Haciendas
importantes dedicada a la producción de la caña de azúcar y sus derivados.
La migración hacia ese lugar fue muy predominante; mientras que
Trujillo se había convertido en una ciudad para descansar, con una
población minoritaria, con predominio de
la oligarquía, los terratenientes; además de la presencia de los criollos y sus
empleados que vivían en este lugar. Convirtiéndose en un espacio de descanso y
realización de una vida social.
Este proceso migratorio hacia el
Valle Chicama comenzó a cambiar, donde las principales luchas sindicales, implicó
las expulsiones y separación de muchos trabajadores de este territorio teniendo
que emigrar a la ciudad de Trujillo,
comenzando a poblarse a partir de los años 30 del siglo pasado. De esa
manera la capital de la primavera comienza a crecer poblacionalmente y a la vez
expresar su manifestación política como lo fue la toma del Cuartel O Donova,
por muchas personas que fueron detenidos y fusilados.
Asimismo, en los inicios de esta
etapa, se constituye el Partido Aprista Peruano (PAP), teniendo su base en
Trujillo; donde también se vincula la política partidaria con el deporte.
Del mismo modo, en los inicios
del siglo pasado la actividad deportiva comienza a ingresar en el Valle Chicama
y en Trujillo, particularmente se practica en la calle, en los espacios laborales.
Posteriormente es incorporado a la educación primaria, mediante el curso de
educación física, en las horas de recreo, al ingresar y a la salida del colegio;
por lo que, se consideran dos miradas a este deporte una como una actividad
futbolística y la otra como fulboll, lo primero reflejaba una práctica
utilizado por las clases pudientes, criollas y blancos, mientras que lo segundo
se vincula con el sector popular relacionado a los mestizos, negros, mulatos,
chinos, etc.[1]
Posteriormente se constituyen las
Federaciones de Futbol en el Valle Chicama y luego en Trujillo; de esa manera
la práctica del futbol se crea de manera paralela en ambos lugares,
institucionalizándose la actividad deportiva. A partir de allí se diseñan dos
modelos de entendimiento del futbol como un espacio de formación disciplinaria y
lo otro como un espacio de diversión y entretenimiento.[2]
En Ascope se forman los equipos de futbol en las haciendas azucareras
como lo fueron: “Alfonso Ugarte”, “Rafael Larco” y “Constante Larco”, en Chiclín; “Unión Cartavio” y “Elías Aguirre”, en
Cartavio; “Atlético Chalaco” y “7 de Junio”, en Casagrande; “Carlos Manuel
Orbegoso” en Chiquitoy; “Atlético Ascopano” en Ascope. Mientras que en
Trujillo, también aparecieron otros clubes como: “Taitas” del “Carlos Tenaud”,
el “Sport Rambler” de Salaverry, “Unión Trujillo”, “Atlético Trujillano”, y
comenzaron aparecer otros equipos como lo fueron el “San Juan” (luego se le
denomino Sanjuanista), conformado por
alumnos pertenecientes a esa prestigiosa Institución.
El proceso migratorio de la
primera mitad del siglo pasado, implico un incremento de la población
proveniente del Valle Chicama; luego los que llegaron a estudiar en la
Universidad Nacional de Trujillo. Eso implicó la inserción de nuevos grupos
humanos provenientes de los departamentos del norte y del ande Liberteño;
acentuándose una diversidad sociocultural bajo el predominio de una oligarquía dueño
de las haciendas en el departamento.
A fines de la década de los 50
(en el año de 1958), se constituye el “Carlos A. Manucci”, aparece como un
equipo de voleibol, ya que al desaparecer el equipo deportivo del Seguro Social
de Chocope, pasaron a llevar el nombre de este comerciante dedicado a la venta
de autos y a la carrera de autos. Posteriormente, este club deportivo ingresa
al futbol en segundo división, luego
compra la categoría de primera en el año de 1963 en que comienza a tener
participación.
En este primer equipo de futbol
destacaron jugadores Chiclinenses como: Jorge Quipuzco, Alfredo “Cúchala”
Larios, además lo integran “Chueco” Barrantes, “Perrito” Vilchez, entre otros
deportistas que se iniciaron en el futbol trujillano.
Hasta esa fecha la presencia
deportiva de los “Diablos Rojos de Chiclín”, era predominante por su poderío y
la calidad de sus jugadores. Los clásicos del futbol trujillano estaban
constituido por los Chiclinenses con los Taitas “Carlos Tenaud”. luego con otros equipo que también tenía
importante presencia en balompié trujillano.
Los equipos del barrio que se
fueron incorporando a la liga de futbol trujillano, fue un paso importante para
que el futbol en este lugar comience a tener aceptación; pero, adolecía de una
identidad deportiva, ya que era opacado por los Chiclinenses, que representaban
en diferentes eventos y contiendas deportivas a nivel local, regional y
nacional.
La lucha política a nivel interno
del aprismo, y las guerrillas en que se involucraron algunos apristas que
renunciaron, otros que fueron expulsados, todos ellos liderados por Luis E. De
la Puente Uceda, acompañado por Lobatón, atrajo a muchos jóvenes
universitarios, trabajadores, obreros, cañeros, etc., que comenzaron a
identificarse con posiciones de izquierda en Trujillo.
Desde los inicios de la década de
los 60 del siglo pasado, debido a la convulsión política, por un lado; el
futbol comenzaba a tener su propio espacio y escenario; el estadio Mansiche ya
se había inaugurado, y los partidos de futbol de primera división se realizaban
en este escenario convocando a muchas familias trujillanas como también los sus alrededores. (Continuara)
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