ANTROPOLOGIA, SALUD OCUPACIONAL Y TRABAJO
Por: Percy J.
Paredes Villarreal
En estos últimos tiempos, producto
de la aplicación del modelo neoliberal, estamos viviendo momentos acelerados en
nuestras vidas; que nos está llevando a resolver nuestros principales problemas
económicos antes que contar con una mejor calidad de vida y bienestar. Esto
quiere decir que lo económico determina nuestra vida familiar; cuando debería
ser el complemento de nuestra vida.
A través de la historia
capitalista, a nivel macro y micro, la situación económica de la persona se ha
convertido en una preocupación y una necesidad, que viene deteriorando nuestra
salud emocional, particularmente. Y en muchos de los casos está trayendo graves
consecuencias, como: a) En el hogar, está impidiendo mejoras y tranquilidad,
generando conflictos familiares; b) En la empresa o institución donde uno laboral,
el nivel de rendimiento y de productividad se va aminorando; c) En las mismas personas,
se va desgastando psicológica, emocional, social y culturalmente; d) En lo
individual, está generando una cultura consumista y dependiente de las cosas
superfluas.
La modernización occidental, ha traído
muchos adelantos para el hombre y el capital, pero también ha generado una
serie de problemas de diversas índoles que van: a) Desde lo grupal hasta lo
individual; b) De lo social pasando por lo psicológico, político, económico,
cultural, ambiental, etc.; c) De lo afectivo hasta lo conflictivo. Y así
podemos mencionar una serie de contradicciones, que vienen apareciendo.
Además esta modernización, no ha
resuelto el problema de la pobreza que no tan solo se expresa en lo económico,
también en lo humano y laboral; donde la
patronal busca seguir exprimiendo al trabajador dejando de lado las condiciones
laborales en que debe estar la persona para que pueda actuar en mejores
condiciones.
Esta situación está conllevando a
que, desde el Estado y el Gobierno, se dicten normas referido a la
responsabilidad social, a la salud ocupacional; pero que muchas empresas (por
no decir casi todas), se despreocupan de sus trabajadores, exigiendo en todo
momento el incremento de su rendimiento, productividad, para obtener más
ganancia. Esto quiere decir que para los dueños o funcionarios de las empresas
el hombre sigue siendo un instrumento para obtener más dinero, y no es un medio
para generar riqueza, ni tampoco se lo ve como sujeto, mucho menos como ser
humano.
Desde los inicios de la era de la
industrialización y del trabajo hasta la actualidad, se mantiene el pensamiento
retrograda de la explotación del hombre por el hombre, tal como lo afirmaba
Carlos Marx, y va a seguir vigente; porque las excesivas ganancias del capital
van a estar por encima de la vida de las personas. Sin importarle la salud, el
bienestar, ni tampoco las condiciones de vida de sus trabajadores; ese
pensamiento neoliberal sigue vigente.
En el valle Chicama, existe una
gran empresa que ha monopolizado la producción y productividad del azúcar; pero
pareciera que el tiempo y los cambios que están sucediendo en el mundo y en el
país, no ha llegado para ellos; mucho menos las normatividades donde se les exige
responsabilidad social y salud ocupacional a las empresas, no son asumidas. De
esa manera se podría prevenir y evitar más víctimas existentes cada año.
Muchas de estas normas no son aplicadas
por la patronal, trayendo graves consecuencia en la vida laboral de los
trabajadores y sus respectivas familias.
Haciendo uso de la Antropología y
en particular de la etnografía, a partir de las entrevistas, observaciones y
recopilación de información, nos damos cuenta las deficiencias y precariedad en
que trabajan; y del mal servicios de salud ocupacional que se les brinda a los
trabajadores. Además, las limitadas acciones y tareas preventivas que debería
hacer la empresa para evitar más accidentes y muertes en las diversas áreas de
su competencia.
Es más si hacemos una comparación
entre el modelo cooperativo y el de Sociedad Anónima, la primera era muy
superior y mejor al del segundo modelo que solamente busca el enriquecimiento y
ganancias de los dueños antes que el desarrollo del territorio, y el bienestar
familiar.
Una segunda diferencia se da
dentro de la salud ocupacional donde la primera se preocupaba por el
trabajador, mientras que en el segundo existe una indiferencia total con
relación a la responsabilidad social, que solamente lo ven como algo superfluo
y con el cumplimiento de las tareas, dejando de lado la prevención y atención a
las personas accidentadas.
Recientemente, por las redes
sociales y algunos medios de comunicación han informado el fallecimiento de un
trabajador de campo; que, gracias a la tecnología, se ha podido grabar el
hecho. Además, se ha observado la situación precaria de los trabajadores, la
negligencia de las personas encargadas de brindar atención a los trabajadores,
y la falta de instrumentos médicos y quirúrgicos para atender al occiso.
Lastimosamente, al igual que los
trabajadores fallecidos y accidentados de esta empresa, que se alía con la
SUNAFIL, van a salir muy bien parado de este nuevo deceso. Enlutando a otra
familia más, que va a quedar desamparado sin la protección y el apoyo de la
patronal a quién el occiso dio muchos años de su vida trabajando para esta.
El fallecimiento se debió a la
negligencia, ausencia del personal especializado, y la falta de iniciativa de
las diferentes áreas respectivas para evitar su deceso. Ya que a partir de ello
se ha podido notar la falta de voluntad para prevenir y atender en lo inmediato
un determinado accidente; esto se debe a la precariedad de los servicios en
salud ocupacional que brinda la empresa para evitar nuevos muertos.
Hay que tomar en cuenta que un
trabajador desde el momento que ingresa a su centro de labores; todo lo que le
suceda dentro de esta la responsabilidad es de la empresa. Es un principio
básico y fundamental en la vida empresarial.
Por lo tanto, se le tiene que
brindar las herramientas como la seguridad para que el operario pueda
desenvolverse con las comodidades y las condiciones favorables para hacer sus
labores.
En este caso podemos notar que la
empresa no brinda las condiciones mínimas para que los trabajadores puedan
cumplirlo de manera eficaz y eficiente sus funciones. Por lo que, es importante
tener una mirada sociocultural que permita prevenir, atender de manera inmediata
y oportuna a los trabajadores.
Desde la antropología se podría
aportar mucho para mejorar y brindar un servicio de salud ocupacional adecuado,
oportuno, eficiente, como:
1) hacer un diagnóstico de la
salud ocupacional de la empresa y de los trabajadores, para conocer la vida,
las relaciones de parentesco, los tejidos sociales, la convivencia, la
situación emocional, de los trabajadores, etc.;
2) A partir de ese estudio que podría
ser un diagnostico o una línea base, elaborar programas y proyectos relacionado
a la responsabilidad social y a la salud ocupacional de los trabajadores y sus
familias, con la finalidad de generar el bienestar familiar, estas pueden
permitir por ejemplo: a) Campañas de salud a los trabajadores, de manera
periódica en diabetes, hipertensión, identificando a los trabajadores con una
determinada situación o enfermedad; b)
realización de eventos deportivos y actividades recreacionales, permanente que
permitan espacios de socialización, confraternidad, y relajamiento; c) Charlas
a los trabajadores y sus familiares en temas de prevención de la salud, etc.
3) Implementar y equipar
ambulancias con sus respectivos profesionales, ubicándose en los lugares donde
existe concentración de trabajadores durante el horario de trabajo, para dar
una respuesta rápida ante cualquier tipo de accidente.
4) Formar trabajadores promotores
de salud, por cada sección, que estén capacitados en primeros auxilios, de esa manera
responder y atender rápidamente ante cualquier emergencia y evitar pérdidas
humanas.
5) Cada sección debe contar con
botiquines de primeros auxilios con la finalidad de poder salvar vidas humanas.
Y así podríamos enumerar una
serie de acciones preventivas y de atención con la finalidad de evitar muchas
muertes, como también mejorar las relaciones laborales; aunque a veces existe
pesimismo por la decidía o la falta de voluntad por parte de la patronal.
Sería importante que el sindicato
de trabajadores, asuma esas demandas dentro de su pliego de reclamos, ya que
dejaría de centrarse más en lo reivindicativo y económico, para pasar a una
propuesta de defensa de la vida, los derechos humanos y el bienestar del
trabajador; de lo contrario los fallecimientos seguirán aumentando y la empresa
estará aliándose con la SUNAFIL para que le dé la razón, mientras que las
familias seguirán llorando por sus muertos. La vida es más importante que las
ganancias.
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