domingo, 11 de agosto de 2024

CONVERSACIÓN EN UNA CAFETERIA

 

Por: Percy J. Paredes Villarreal

Cuando llego a Trujillo, particularmente, de vacaciones por una semana; siempre me reúno con algunos colegas para platicar, intercambiar puntos de vistas y conversar sobre la coyuntura política a nivel regional y nacional; además de nuestra profesión que nos apasiona.

Después de más de 7 años pude volver a reunirme con el profesor José Elías Minaya, uno de los destacados antropólogos que ha desarrollado esta ciencia social en el norte peruano; creo que he sido uno de los privilegiados de ser su alumno, asistente de catedra, y acompañarlo en varias salidas de campo cuando era estudiante universitario, y también después de haber egresado. El cual me pude nutrir de sus conocimientos, su metodología y su estilo de trabajo; me considero unos de los colegas más cercanos a él, con quien conversamos temas de antropología y política, cuando nos encontramos.

En esta ocasión nos reunimos para ir a tomar un cafecito que nos llevó a estar cerca de 5 horas en una cafetería del centro de la ciudad, platicando sobre la antropología y su relación con otros temas, que el profesor nos ilustraba con sus conocimientos y experiencias. Conforme íbamos preguntándole, el con la pasión que lo caracteriza nos respondía como si estuviera dando una catedra a sus alumnos.

La reunión coloquial, se centró en diversos temas, como: La etnohistoria, la etnolingüística, la arqueología, los padres de la antropología a nivel internacional, nacional, y regional, también temas como la historia de la antropología, la antropología indigenista y/o indianista en Trujillo, el folklore regional. También nos comentó sus inicios en esta ciencia social; además nos habló, de manera muy escueta, su participación directa en la implementación de la reforma agraria en esta región.

Del mismo modo, nos comentó sobre sus proyectos de desarrollo social, como lo fue Virú, Chao, las Cooperativas Azucareras, entre otros; y el último que fue multidisciplinario de Chuquizongo.

Considero que nos faltó más tiempo para seguir dialogando, conversando y preguntándole sobre otros temas; ya que tuvimos que cortar la reunión por el tiempo transcurrido. Y porque en la cafetería solamente nos habíamos quedado el profesor Elías Minaya, Carlos y Yo.

Tras la plática, nuevamente me reabrió el interés de retomar el tema de la antropología en el norte del país, que lo había dejado tiempo atrás al no contar con más insumo o información, además de mis actividades laborales que me absorbe y me impiden investigar; pero tras la conversación con el profesor Minaya, recogí muchos insumos para organizar un artículo referido a la antropología en el norte peruano, que lo voy a dividir en 3 partes posterior a este artículo. El primero, referido a la institucionalización de la formación antropológica; el segundo, relacionado al campo profesional de la antropología en la región norte del país; y el tercero, dentro de un enfoque prospectivo de esta ciencia social. Ese artículo va a ser producto de algunas entrevistas a destacados y connotados colegas antropólogos que vienen ejerciendo nuestra profesión en los diversos sectores y ámbitos, que nos va a permitir tener una opinión institucional en los diversos problemas que vienen existiendo en el norte peruano.

Quiero agradecer a aquellos colegas que me han brindado la entrevista, la conversación y el dialogo, cuando les he llamado a su celular.

Voy a iniciar este tema haciendo un resumen de la plática que sostuvimos el día lunes 16 de mayo del presente año con el Dr. José Elías Minaya, el cual participamos Carlos Montalván y mi persona.

EL PRECAPITALISMO EN LA LIBERTAD, ANTES DE LA REFORMA AGRARIA:

La plática lo iniciamos a partir de las lecturas que vengo realizando respecto a las Haciendas, su estructura organizacional, el sistema de enganche y arriendo en el ande liberteño, posterior a la independencia de nuestro país. Del mismo modo, la presencia importante de la Oligarquía regional en la política, en los cargos de representatividad tanto a nivel nacional y regional.

La Oligarquía regional es un tema muy poco estudiado en nuestra región, que hubiese permitido hacer un seguimiento a los cambios y las transformaciones que se ha dado a lo largo de la historia de las comunidades del ande y la costa liberteña. Del mismo modo, diferenciábamos el sistema de enganche con el arriendo, que eran dos mecanismos para reclutar a los indígenas y trasladarlo a las haciendas, particularmente al Valle Chicama en las industrias azucareras donde se asentaron.

Asimismo, ese traslado de indígena, campesino a obrero, implico un cambio en su comportamiento y cultura, ya que fue trasladado de su hábitat andino basado en una libertad,  hacia las haciendas bajo un régimen laboral de explotación y sometimientos a las normas y códigos impuestos como el horario de trabajo que superaban las 12 horas laborales, la convivencia con algunos desconocidos, con los gamonales, su instalación en un lugar con viviendas totalmente diferentes al de los que ellos tenían, y falta de educación para saber manejar las precarias remuneraciones que obtenían, etc. De esa manera aparece el proletariado cañero a inicios del siglo pasado.

Asimismo, la mayoría de las haciendas eran cerrados, donde las poblaciones convivían y allí encontraban bazares, que eran de propiedad de los dueños, y les proveía de productos alimenticios para su consumo; eran vendido a los trabajadores descontándolo de su sueldo, mucho de estos productos sus precios eran muy elevados.

Del mismo modo hablamos de algunos personajes vinculados al gamonalismo, que eran los encargados de hacer la labor de enganchador, donde se les arrendaba dinero para que los indígenas o campesinos se trasladaran desde su lugar de origen a las haciendas a trabajar, producto de este trabajo riguroso recibían un jornal y  se les descontaban para que puedan cancelar sus deudas, y luego retornar a su lugar de origen, de manera individual, caminando. Otros comenzaron a quedarse en las haciendas y hacer su vida.

También identificábamos aquellos hacendados, que se encargaban de arrendar sus tierras para que otros los cultiven y producto de su cosecha, el campesino le asignaba una parte de su cosecha al gamonal o al arrendatario. Aunque, esta práctica no era tan generalizado, pero se daba en algunos lugares del ande liberteño.

Este proceso migratorio implico, la construcción de las clases sociales en la ciudad de Trujillo, donde los empleados fueron los que llegaron a la capital e instalarse en la ciudad, mientras que los indígenas que eran expulsados de las haciendas producto de sus luchas reivindicativas, eran los que comenzaron a poblar lo que se le denomino los “cinturones de miseria”, habitando en las periferias de la capital de la “Eterna Primavera”.

Este proceso migratorio, del campo a la ciudad llevo a que también extranjeros asentados en el Valle Chicama se trasladaron a Trujillo; particularmente italianos y alemanes, eran los que con mayor frecuencia migraban a esta ciudad; por lo que podríamos afirmar que en estos tiempos se comenzó a gestar una oligarquía regional que se integró a lo que se le denomino los “Barones del Azúcar”, constituyendo la “Aristocracia Colonial”, heredera de la colonia española.

Además, este proceso de reacomodo de la clase dominante regional, también significó el surgimiento de las jornadas de lucha contra la explotación y las protestas por las “Ocho horas” iniciándose en el Valle Chicama, para luego pasar a Trujillo, con un movimiento obrero vinculado al anarquismo, en sus inicios; y posteriormente al aprismo.

Durante esta etapa en Trujillo predominó el precapitalismo, basado en el servilismo y la semicolonialidad. Gracias a la Reforma estructural del gobierno militar del General Juan Velasco Alvarado, se da inicio a un proceso de industrialización, y los inicios del sistema financiero. Modernizándose la ciudad de la “Eterna Primavera”.

LA COSMOVISION Y LA LENGUA ORIGINARIA MUCHIK RESISTENTE A LA MODERNIZACIÓN OCCIDENTAL:

La Reforma agraria implico una reestructuración de la sociedad trujillana, iniciándose un proceso de modernización, donde la migración del campo a la ciudad de Trujillo, implico un predominio de la sociedad estratificada, bajo la influencia de la occidentalización de la ciudad.

A pesar de ello, hubo una resistencia a la adaptación  modernizante que comenzaba a darse en la ciudad de Trujillo, cuya cosmovisión en el ande liberteño implicó su traslado a estos lugares donde mantuvieron algunos patrones culturales, estereotipos y saberes ancestrales, que supieron adecuarlo al nuevo territorio donde se asentaron.

La lengua originaria de nuestro país, es el quechua que se habla en el sur peruano, con algunas diferencias en el dialecto, como sucede en el Cusco, Puno, Ayacucho, Ancash, y en un determinado sector del norte peruano. En Trujillo, encontramos a la lengua muchik, que se constituyó en Moche, y que estuvo en proceso de extinción en tiempos pasado, pero que fue rescatado.

A la vez, la lengua Muchik se mantenía incólume teniendo en Rodríguez Suy Suy, uno de los defensores y encargado de rescatar esta lengua ubicada en Moche, que en aquellos tiempos era una campiña dedicada a la agricultura y ganadería, y que abastecía con sus productos a las familias trujillanas.

ACENTUACIÓN DEL FOLKLORE ANDINO EN LA CIUDAD:

Un tercer tema que conversamos fue el folklore específicamente las danzas, donde se conversaba sobre los orígenes de la “Contradanzas” y de los “Payos”, que en cierta forma tiene cierta similitud en el baile; pero se diferencia en la vestimenta, en la coreografía, y en la música que acompaña a la danza.

A la vez recoger testimonios sobre la relación entre la danza y la religiosidad, que va a generar una relación articulada en la devoción y creencia en lo inmaterial; donde se encuentra similitud con la devoción a los santos en algunos lugares de España, como lo mencionó el Profesor Minaya, tras su visita realizada a algunos lugares de este país europeo.

Asimismo, se converso sobre los testimonios orales, que en algunos lugares existen, y que se han venido transmitiendo mediante el proceso endocultural, que ha sido transmitido de generación en generación. Como también lo sucedido con los saberes ancestrales que en algunos lugares se viene extinguiendo; y en otros aspectos o casos esta resistiendo ante la ofensiva de la cultura occidental.

La presencia de las familias andinas en la ciudad, ha permitido que comience a construirse una sociedad con una cultura hibrida, como lo es Trujillo; tal como lo describe García Canclini. Donde encontramos una mescla de diversas expresiones culturales, que se han fusionado para existir, como también resistir ante la arremetida de la globalización cultural que en todo momento ha buscado uniformizar la sociedad y la cultura; sin tomar en cuenta lo complejo que es el territorio, tal como lo resalta Edgar Morin al desarrollar su teoría de la complejidad.

(Continuara……)

 

 

 

 

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