LUCHANDO POR EL CONTROL DE LAS INSTITUCIONES DEL ESTADO
Por: Percy J. Paredes Villarreal
El presente artículo, busca analizar y describir la lucha de los grupos humanos organizados en partidos políticos, con la finalidad de tener el control del poder y del Estado; con la finalidad de implementar políticas en favor de los intereses de un determinado grupo de poder, obtener beneficios personales y de grupo. Además de defenderse de las sanciones, acusaciones, investigaciones por parte de las instituciones encargadas de hacer justicia.
Esto demuestra que la aspiración de un grupo de personas, hombres o mujeres, se organizan políticamente y se juntan con el objetivo de controlar a los demás, para imponerles sus leyes y normas; sometiéndolo a sus intereses, logrando en todo momento la dependencia y servilismo de estos últimos.
CONOCIENDO EL PODER EN LAS DIFERENTES SOCIEDADES:
Tanto en las sociedades simples, complejas o modernas, siempre ha existido Estado encargado de regular y administrar el territorio, con funciones, deberes y derechos; así como también hacer justicia y lograr el bienestar en favor de un grupo humano y en desmedro del otro sector que se encuentran inmersos en el territorio. Del mismo modo, se ha podido notar la lucha permanente y constante, de grupos humanos identificado políticamente, por su liberación respectiva, para tener en sus manos el control y el poder de las instituciones.
Si hacemos un recorrido sobre la evolución de la sociedad desde sus orígenes hasta la actualidad, nos vamos a dar cuenta que grupos humanos con ideología y política son los encargados de dirigir los destinos de la sociedad, a través de las instituciones existentes en el territorio mediante la aplicación de políticas que logren el bien común de las personas que tienen el poder en desmedro de los que no los tienen. A partir de allí nace la división social, clases sociales, luchas de clases, ideologías, etc.
En sociedades ágrafas encontramos al clan, cuya familia más antigua dirigía a la tribu; donde el hombre más antiguo o el de mayor edad era el encargado de decidir, normar y determinar las acciones a realizar; este poder era transmitido de generación a generación. En periodos de guerra y conflicto entre tribus allí encontrábamos al jefe y a sus hijos de la tribu como el decisor y conductor del grupo humano, estos últimos obedecían, y aquellos que se oponían eran desterrados o liquidados. En esta etapa se practicaba mucho le colectivismo y la reciprocidad.
Posteriormente en la etapa de sociedades simples, encontramos al emperador o rey, como máximo representante del Estado, era el encargado de controlar la vida de la población; para ello contaba con dos sectores que luego se convirtieron en instituciones que lo sostenían, uno era el ejército y el otro la iglesia católica; además la población pagaba tributos o impuestos, para sostener a su Estado conformado por estas tres instituciones. Beneficiándose la nobleza y el grupos que tenían el poder.
Luego vinieron las sociedades modernas, donde el Estado creo el gobierno, con sus ministerios; además se fueron formando otros poderes como el parlamento, poder judicial, cuya finalidad es generar equilibrio de poderes y dirigir los destinos del territorio.
El proceso evolucionista de la sociedad va generando cambios, apareciendo otras encargadas de brindar servicios públicos, y velar por el bienestar de la población, luego aparecen las instituciones privadas, sociedad civil, organizaciones sociales de base, entre otros.
En este proceso se fueron aperturando los espacios de participación para darle la oportunidad a que la población elijan a sus gobernantes, que en muchos de los casos eran beneficiado los que tenían el poder, por su solvencia económica. Estos procesos electorales, para elegir a los gobernantes a nivel nacional y subnacional, se le denomino democracia.
LA CONSTITUCIÓN POLITICA COMO REGULACIÓN DE LA VIDA EN SOCIEDAD
Toda sociedad está regido por un orden normativo, que viene a ser la Constitución Política que es la carta magna, la que rigen la vida social, política, económica, cultural, ecológica, etc., de los ciudadanos dentro de un determinado territorio nacional, dividido en regiones, provincias, distritos, y comunidades; por lo tanto a partir de esta carta magna, se implementan normatividades en los diversos sectores y aspectos bajo el parámetro constitucional, donde los seres humanos que nos encontramos inmerso en la sociedad tenemos que adecuar nuestra vida, acciones, actividades, etc.
La Constitución Política (CP), es la que delinea el rumbo y derrotero de la sociedad y el territorio. Allí encontramos deberes y derechos de los ciudadanos, funciones y roles de las instituciones y del Estado, regímenes laborales y económicos, etc. Además, de acuerdo a esta carta magna, vamos a encontrar los poderes del Estado, las instituciones que existen y rigen la vida de personas. Aquí encontramos un conflicto de intereses entre los que apuestan por un Estado pequeño sin presencia dentro de la sociedad y los que quieren uno más grande con mucha presencia.
En el caso del Perú, nos regimos por la última CP de 1993. Es importante manifestar que el país, la mayoría de estas Cartas Magnas han nacido después de un “Golpe de Estado”, y de conflictos entre grupos de poder vinculados a la oligarquía, aristocracia y a los criollos, que en todo momento mantienen el poder hasta la actualidad. Este grupo de poder organizado en la derecha, cuya representación que defiende sus intereses se encuentran ubicados, en: a) los medios de comunicación escrito, radial y televisivo; b) en los partidos políticos de derecha; c) clase política, d) Fuerza Armada, e) Iglesia Católica, d) organizaciones sociales o movimientos sociales.
A lo largo de nuestra etapa republicana las Constituciones Políticas que se han elaborado en el país, han tenido un sesgo en favor de los intereses de la clase dominante que, dicho sea de paso, nunca hemos tenido una clase dirigente, que no ha construido un país de bienestar social para todos y todas; ni tampoco nunca generaron una inclusión social, cultural, política y económica.
Las Constituciones Políticas fueron elaborados posteriormente a la caída de una Dictadura Militar, o gobiernos autoritarios y corruptos; cuya transición democrática se hizo mediante la democracia representativa electoral, donde los ciudadanos eligen a sus representantes que postulan por un determinado partido político de derecha o izquierda; cuya mayoría elegida es de este sector de derecha, que se encargaba de elaborar la Carta Magna en favor de los intereses económicos de la clase dominante; y en contra de los sectores mestizos e indígenas, que son excluidos, sometiéndolos, exigiendo su aceptación, acatamiento, adecuación y adaptación. Estos últimos sectores socioculturales nunca se han sentido identificado con estas que no lo toman en cuenta, ni los incluyen, social, cultural, política y económicamente.
En el aspecto político, particularmente, la carta magna nos menciona que el poder del Estado se concentra en 3 entidades, que viene a ser el ejecutivo (gobierno central), legislativo (parlamento), y judicial (poder judicial), de allí nace el equilibrio de poderes, donde cada uno de estos cumplen funciones y mantienen autonomía e independencia, pero a la vez necesitan su articulación, ya que el ejecutivo es el encargado de implementar las políticas del estado, las políticas públicas, y las normas aprobados por el legislativo, este último se encarga de normar, fiscalizar al ejecutivo de acuerdo a la Constitución Política, además de aprobar el presupuesto de la república, y también elegir a los miembros de los organismos autónomos como: a) Defensoría del Pueblo, b) Contraloría de la República, c) Junta Nacional de Juristas, esta elige a los máximos representes del Ministerio Público y del Poder Judicial, y d) Tribunal Constitucional, entre otras funciones; mientras que el Poder judicial tiene la responsabilidad de sancionar a los funcionarios y ciudadanos, que cometen delitos dentro de las instituciones públicas y en la sociedad, actuando en contra de las normas.
Estos organismos: a) Poder Ejecutivo, b) Poder Legislativo, c) Poder Judicial; más los organismos del Estado que hemos mencionado en el párrafo anterior, conforman el Consejo del Estado que se reúne ante un peligro en que se encuentra el Estado.
LA PUGNA POR EL CONTROL DEL ESTADO, ENTRE LA DERECHA ORTODOXA Y LA DERECHA LIBERAL
Teniendo claro el manejo institucional, podemos decir que, desde la aprobación de la Constitución Política de 1993 hasta la actualidad, hemos podido ver una lucha permanente por el control del Estado en el sector de la derecha divididos entre los seguidores del fujimorismo al cual lo denominamos ultra derecha y los sectores de la derecha liberal, ubicados en el centro derecha y/o denominados “Caviares”. Estos se encuentran organizados en instituciones, sociedad civil, organizacionales sociales, gremios empresariales y sindicales, partidos políticos, etc.; con la finalidad de tener el control del poder y orientar sus políticas en favor de un determinado sector social y económico, grupo social, clase social, o como queramos denominarlo.
Durante esta etapa hemos podido observar que un “Buen Gobierno” ha sido definido como el contar con el gobierno y tener mayoría absoluta o relativa en el legislativo, es decir de los tres poderes del Estado tener el control de dos (ejecutivo y legislativo). Como sucedió durante los primeros 10 años de gobierno de Fujimori, que se encargó de tener el control absoluto del Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) de esa manera hacer y deshacer, implementar normas en favor de un sector social y en desmedro del otro sector; beneficiar al grupo de poder económico y perjudicar al otro sector. A este modelo se le denomino gobierno autocrático.
Después de 10 años de gobierno fujimorista, dirigido por la derecha ortodoxa, se destaparon una serie de actos de corrupción, violación a los derechos humanos, generando una crisis política, y la caída el régimen político. Siendo reemplazado por la derecha liberal y democrática, al cual se le denominó centro derecha; que en alianza con un sector del centro izquierda, se encargaron de darle continuidad al modelo neoliberal realizando algunas reformas para darle sostenibilidad y mejorar el modelo de desarrollo imperante.
Este sector de centro de derecha fue el encargado de conducir el modelo mediante los gobiernos de Toledo, García, Humala; para lo cual, contaban con una mayoría relativa en el legislativo, motivo por el cual tenían que hacer alianzas con otro partido; con la finalidad de darle soporte y sostenibilidad política, y “Buen Gobierno”, para poder conducir tranquilamente las riendas del gobierno nacional en implementar las mejoras al modelo imperante.
Estos candidatos electorales que participaban en los procesos eleccionarios, se presentaban con un discurso antimodelo, pero conforme ganaban las elecciones, y bajo la presión política y económica de los grupos de poder de derecha, se doblegaron y continuaban con el modelo de desarrollo expresado en la Constitución Política del 1993; de esa manera podía mantenerse en el gobierno.
Esta “luna de miel” de la derecha liberal, de aproximadamente tres periodos de gobierno, con sus reformas políticas no fue sostenible ni en el tiempo ni en el espacio. A pesar de que los gobernantes engañaron a los sectores excluidos, mestizos e indígenas, y bajo un discurso antineoliberal ganaban las elecciones presidenciales; para gobernar hacían lo contrario, debido a la presión de los empresarios y de los grupos de poder que tienen secuestrado al Estado. Llego a su etapa de crisis política, que se inicio con el gobierno de PPK, que no tuvo mayoría en el legislativo, siendo recuperado por la derecha ortodoxa representado en el fujimorismo que había sido derrotado en la presidencia, pero tuvo mayoría en el parlamento, gobernando desde este poder del estado. Para lo cual le hizo la vida imposible, generando inestabilidad política e ingobernabilidad, y al poco tiempo tuvo la caída de PPK.
CRISIS O REACOMODO DEL PODER POLITICO
En estos últimos 8 años, el conflicto entre ambos sectores que defienden el modelo y la constitución política del 1993, cuya diferencia se da entre los que quieren que se realice reformas en diversos aspecto políticos, sociales, educativos, más no en lo económico y los otros que quieren que se mantenga intacto el modelo sin ningún tipo de reformas, ya que ambos defienden el aspecto económico; han ingresado a una etapa de conflictos políticos por tener el control del Estado y sus respectivas instituciones.
Este conflicto nos llevó a una confrontación de intereses, donde la disputa por el control del poder se dio entre los de la derecha ortodoxa o también denominada “Derecha Bruta y Achorada” (DBA), y la centro derecha o también descrita como “Caviar”.
Mientras tanto, la izquierda peruana, que fue golpeada y sacada del escenario político, desde la implementación del modelo neoliberal, no es tan sólida, ni tampoco tiene un peso importante en esta coyuntura política, como para hacer temblar o doblegar a ambos sectores; por el contrario, funciona como furgón de cola de estos dos sectores o grupos. Debido a que no cuenta con un liderazgo y una importante presencia en el escenario político.
El triunfo de Castillo que representaba a un sector de izquierda peruana, fue el detonante para conocer cómo actúa la derecha cuando un presidente electo no se somete a sus intereses económicos; ese desacato genero todo un “Bulling Político”, desde antes de la segunda vuelta con hostigamiento, amedrentamiento, presión política, movilizaciones sociales, contra políticos y líderes de opinión del centro derecha, entre otras acciones que tuvo el respaldo de los diversos grupos de poder organizado en diversos sectores políticos y económicos.
El triunfo de “Perú Libre” partido de izquierda, tuvo el respaldo de los sectores vulnerables, indígenas, mestizos, particularmente del sur peruano; le cayó de sorpresa. No estuvo preparado para gobernar ni para soportar el Sunami político proveniente de las derechas que se unieron para sacar a Castillo. Ni tampoco genero alianza con otros sectores con la finalidad de hacer un gobierno de izquierda. Demostró la incapacidad de gobernar un país.
Muchas veces hemos entendido que cuando hay crisis, se da un cambio que permita mejorar una situación; en ese aspecto, lo que hemos venido viendo es una serie de reformas en los diversos sectores con la finalidad de mantener un modelo. Pero en lo que vemos, es un tema disfuncional, en el sentido de que las reformas han permitido un gran avance, pero lo que estamos viendo es un retroceso.
A MODO DE CONCLUSIÓN
En estos últimos 30 años, en nuestro país se implementó el neoliberalismo bajo el liderazgo del fujimorismo, partido político de extrema derecha, que tuvo el asesoramiento de los organismos financieros internacionales, y respaldado por las Fuerzas Armadas, el Empresariado y la Iglesia Católica.
Tras 10 años de política neoliberal, se destaparon una serie de actos de corrupción producto de la privatización de las empresas públicas, la economía de mercado, y las reformas del Estado, conllevando a la caída del fujimorismo y la creación de una línea liberal centrista, democrática, que apostaba por reformas al modelo neoliberal, es decir humanizar al modelo. Esto genero una pugna entre los de la derecha extrema representado en los seguidores del fujimorismo y los liberales de derecha de centro.
Este último es el sector que ha comenzado a gobernar el país desde el 2000 hasta el gobierno de PPK; donde la pugna y el conflicto fue de carácter político y no económico, porque ambos estaban de acuerdo en lo segundo. Comenzaron a hacer reformas en el plano político, educativo, salud, género, etc., de la Constitución Política
La derrota política de la derecha fujimorista, no implico un avance político del centro derecha, ni tampoco la extinción de esta; por el contrario, lo que se ha podido presenciar en estos dos últimos procesos electorales es el retorno de la derecha radical, que ha llegado a tener una presencia importante en el legislativo, gobernando y aplicando contrarreformas a los avances que realizó la centro derecha en estos últimos 20 años posfujimorismo.
A partir del 2021, tras la caída de Pedro Castillo, la ultra derecha ha comenzado a tomar el control de los poderes del Estado que no los tuvo (Ejecutivo y legislativo) tal como lo tuvo el fujimorismo en los 90 del siglo pasado; ha sometido al gobierno de Dina Boluarte y Otárola a sus intereses, bajo una relación de reciprocidad y de interés individual; para que ambos puedan sostenerse más allá del 2026.
Esta contrarreforma que se viene implementando, en varias ocasiones ha vulnerado su propia Constitución Política que ellos crearon y aprobaron, y que esta vigente. Para lo cual, consideran que: a) El parlamento es el de mayor poder exigiendo el sometimiento a los demás poderes (es decir gobiernan desde el legislativo), b) Se ha politizado la justicia, donde toda institución que no acate las decisiones legislativa son sacado de su cargo; c) Han judicializado la política, ya que aquel o aquellos Congresistas que tienen problemas judiciales, tienen que apoyar los intereses políticos de la derecha, para que sean absueltos de las investigaciones y denuncias; d) El ejecutivo esta sometido a los intereses del legislativo que es gobernado por la derecha; e) El legislativo viene saqueando al país, beneficiándose los congresistas y personal que labora en esta entidad, incrementando sus ingresos, bonos, gratificaciones, llegando a aprobar el incremento de su presupuesto, convirtiéndolo en una opción laboral; f) No respeta su propia Constitución Política, porque van modificando sus artículos en favor de sus intereses de grupo de poder.
Todo hace presagiar que el retroceso o la involución política del país, que venimos viviendo, es para retornar a lo que fue la nefasta década de los 90 del siglo pasado; porque la derecha siempre ha sido un sector que no ha buscado el desarrollo del país, si no el beneficio de este grupo de poder.
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