domingo, 24 de septiembre de 2023

A 50 AÑOS DE LA FALLIDA CONSTRUCCIÒN DE UN ESTADO DEMOCRATICO EN AMERICA LATINA

 


Por: Percy J. Paredes Villarreal

El 11 de septiembre del presente año se cumple 50 años del derrocamiento del régimen democrático y popular que se iniciaba en Chile, bajo el liderazgo del médico Salvador Allende, que fue elegido democráticamente; pero que la derecha, la CIA y el gobierno norteamericano buscaban la manera y la forma de derrocarlo, haciendo uso de una serie de acciones conllevando a la ultima manera de tumbarlo mediante un golpe de Estado. Que fue orquestado por los militares, quedándose por muchos años en el gobierno.

Tras el Golpe de Estado, los organismos adscritos al régimen norteamericano negaban en todo momento su participación; pero en estos últimos tiempos se han desclasificado una serie de archivos de aquellos tiempos, donde se pudo encontrar documentos secretos de la participación de este organismo de inteligencia norteamericana. Esto ha motivado que el Gobierno chileno, solicite a su par norteamericano dicha información para que se conozca objetivamente la estrategia y los motivos que llevaron a implementar acciones no tan solo contra el presidente, también contra su gobierno, los partidos políticos de formaron parte de la Unidad Democrática Popular (UDP), y los miles de dirigentes que fueron exterminados y desaparecidos.

De esa manera, queda demostrado y se sigue manteniendo la hipótesis que, para la derecha y el gobierno norteamericano, no les interesa la democracia convirtiéndolo en un instrumento para beneficio de ellos; y en cuanto no estén en manos de ellos ni bajo su control, buscan desestabilizar al gobierno que le es ajeno a sus intereses políticos y económicos.

Hace más de un siglo en que el continente americano que supuestamente se había independizado del yugo español; dejó como herencia a los grupos de poder, la oligarquía y un Estado dependiente y colonialista, dándole continuidad al modelo de explotación primaria de nuestros recursos para dárselos a los países primermundistas, cuyas ganancias deberían haber generado crecimiento y desarrollo en nuestras sociedades, pero los resultados demuestran todo lo contrario.

Por eso que, en comparación al continente europeo, en el nuestro todavía se mantienen los conflictos por el control de poder, con la finalidad de mantener su status quo, además de enriquecerse de manera ilícita; en desmedro de las grandes mayorías que sigue esperando justicia social.

A diferencia de Cuba, que opto por una revolución; el gobierno de Allende y de la izquierda chilena en su conjunto opto por demostrar que  mediante esta democracia representativa y formal burguesa, podrían avanzar en la construcción de una democracia participativa y generar un cambio estructural del poder y del Estado, como: el acceso a una educación y salud de calidad y gratuita, la dignificación de las personas como ser humano, la defensa de los derechos laborales y humanos, etc.; pero no fue así, por el contrario  la derecha chilena distribuida en diferentes sectores como medios de comunicación, los militares, transportistas, los partidos políticos de derecha, la burguesía, etc., obstaculizaban esos cambios y reformas, impidiendo el avance; ya que, nunca perdonan a los que les quitaron el poder, mucho menos aceptar su sometimiento. Para lo cual actuaron salvajemente, como escarmiento para que nunca más quieran nuevamente tener el control del gobierno y menos el poder.

Es a partir de la acción militar chilena que tuvo el poder, implemento un proceso  de detención, torturación, matanzas y desaparición de  muchos hombres y mujeres, artistas, dirigentes políticos y populares, vinculados al gobierno de Salvador Allende y a la izquierda; al cual ningún organismo internacional protesto ni exigió la defensa de los derechos humanos. Por el contrario, avalaron crímenes de lesa humanidad; para que en América nunca gobierne la izquierda, porque saben las consecuencias que van a tener.

A partir de estos actos de exterminio contra dirigentes políticos, populares, sociales, artistas, es que en América Latina se comienza a ampliar esta estrategia de violación a los derechos humanos como sucedió en Argentina, que, en pleno campeonato mundial de futbol, mientras que un sector  disfrutaba y festejaba el título mundial otros y otras,  eran desaparecidos y exterminados. Y en el caso de las niños y niñas, se les quitaba a sus madres biológicas, para enviárselos a familias extranjeras para que las críen.

Del mismo modo, sucedió en Uruguay, Brasil, Bolivia, y en Centroamérica, desapareciendo a cientos y miles de personas que optaban por una alternativa al capitalismo. Asimismo, sucedió en el Perú durante el primero y segundo gobierno militar a fines de los 60 y gran parte de los 70 del siglo pasado, en que muchos dirigentes políticos de izquierda fueron deportados a otros países.

Frente a estos actos criminales, algunos partidos de izquierda siguieron el camino de la lucha armada, poniendo como ejemplo a “Cuba” que mediante una revolución armada lograron tomar el poder. De esa manera América Latina, comienza a dar un cambio en el escenario político, donde la izquierda se divide entre los que consideran que llegar al poder es por la vía democrática representativa o por la revolución.

De esa manera se forman dos bloques ideológicos en la izquierda: los socialdemócratas y los marxistas; mientras los primeros consideran y defienden la vía electoral, es decir participar en los procesos electorales, para que de esa manera llegar al gobierno y tener el poder, para realizar las reformas y los cambios estructurales. Los segundos creen y consideran que los cambios se deben realizar mediante una revolución armada.

Ese fue uno de los principales debates tras el Golpe de Estado en Chile y en los sucesivos países en que partidos de izquierda optaban por una alternativa a la democracia formal burguesa existente. Mientras que otros partidos de izquierda y preferentemente marxistas, optaron por una vía revolucionaria llegando incluso al accionar terrorista, como hubo en el Perú.

Por lo que, la respuesta ante estas olas insurgentes no se dejaron esperar, por el contrario los gobiernos  en manos de la derecha, comenzaron a responder de manera salvaje, trayendo como consecuencia exterminios y etnocidios; cómo sucedió en diferentes países de nuestro continente teniendo el ejemplo de nuestra patria, en que se masacraron, mataron  a miles de campesinos e indígenas inocentes que nunca tomaron partido por uno de los bandos, tal como nos hace recordar el Informe de la Comisión de la Verdad.

La Caída de la bipolaridad implicó el triunfo del capitalismo; por lo tanto, el fortalecimiento de la democracia representativa, llevo a que la mayoría de los partidos de izquierda marxistas y no, acepten este modelo democrático electoral, como la única manera de poder llegar al gobierno. Pensando en que el derrotado va a respetar los resultados, lo cual no ha sido así; ya que vemos en el continente cuyos países con presidentes de derecha, tienen el control del Estado, el gobierno y las Instituciones públicas, beneficiando a los de su clase social.

Pero, en el caso de que sea lo contrario, es decir que este en manos de los opositores al régimen neoliberal, o bien lo coacciona y lo someten, o sencillamente lo derrocan tergiversando las normas dentro de los espacios democráticos, como el legislativo, para separar aquellos que no son de su agrado o no asumen el modelo imperante, como sucedió con el gobierno de Zelaya, Lugo, Dilma Roussolt, Evo Morales, Vizcarra y Pedro Castillo.

Para lo cual manejan casi la misma estrategia como lo hicieron con Allende, donde a través de los medios de comunicación escrito, radial y televisivo iniciaron con cuestionamiento al gobierno,  tergiversando y manipulando la información, sensibilizando y creando las condiciones para la destitución del gobernante; posteriormente, trabajaron las movilizaciones sociales y políticas, luego fue mediante el parlamento logrando la censura y destitución de los gobernantes que no son afines al modelo y a los grupos de poder; y en otros casos mediante el golpe de Estado. Es decir, para la derecha y los grupos de poder a nivel nacional e internacional, siempre van a recibir el avala y respaldo de las medidas coercitivas.

En muchos de los casos, como sucedió en el Perú, los gobernantes tuvieron que adecuarse y someterse a los grupos de poder, para poder gobernar, como sucedió con Toledo, García, Humala, y PPK; y aquellos que no son afines o no se someten son destituidos como lo fueron Vizcarra y Castillo.

Lo sucedido con Allende, es una lección, que muchos partidos, líderes y caudillos de izquierda, nunca han entendido la gran magnitud y poder que tiene la derecha para gobernar, como para destituir y liquidar a sus adversarios que no le son afín a ellos. Por eso es importante aprender la lección defendiendo la democracia no tan solo como un instrumento, sino como una filosofía, una concepción de la vida y la libertad, siendo tolerante y el respetando a los que no piensan igual que uno.

La democracia nos debe unir a los que pensamos diferentes, para construir el desarrollo y bienestar de las personas, respetándonos y tolerándonos. Y en eso Salvador Allende aposto y lo defendió; lastimosamente, la derecha no piensa ni cree en eso ahonda las desigualdades y destruye a los que piensan diferente a ellos.

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