lunes, 3 de abril de 2023

MUJER, VIOLENCIA Y DISCRIMINACION ESTRUCTURAL

 Por: Percy J. Paredes Villarreal

En estas últimas semanas, en que se ha celebrado el día Internacional de la Mujer, hemos podido ver  las noticias en la televisión, escuchar por la radio y leer algunos diarios mensajes de autoridades nacionales, de la clase política, y ciudadanos, expresarse despectiva y peyorativamente hacia las mujeres  aymaras y quechuas,  que están protestando contra el gobierno de Dina Boluarte. A pesar de los actos, mensajes y discursos basados en la discriminación estructural, estas mujeres  no se amilanan ni tampoco se sienten inferior; por el contrario se sienten más empoderadas y con ganas de seguir luchando hasta conseguir su objetivo principal, que es la renuncia de la Presidenta.

El presente artículo, trata de interpretar el discurso, la narrativa y el accionar de autoridades, clase política,  y ciudadanos de a pie, con influencia cultural occidental y europeizante, urbano y citadino; contra las personas culturalmente diferente a ellos, a pesar que sus ancestros provienen de estas culturas regionales.

LA DISCRIMINACIÓN ESTRUCTURAL CONTRA LAS MUJERES INDIGENAS:

La discriminación estructural es la expresión negativa hacia un grupo de personas que no tienen las mismas características sociales y culturales de la mayoría. Patricio Solís nos presenta a la discriminación como un “conjunto de prácticas, informales o institucionalizadas, que niegan el trato igualitario o producen resultados desiguales para ciertos grupos sociales y que tienen como consecuencias la privación o el menoscabo en el acceso a los derechos y la reproducción de la desigualdad social.” Esto se refleja a través de discursos, mensajes, simbologías y narrativas, particularmente, contra mujeres Aymaras y Quechuas de la Región de Puno, que vienen movilizándose contra el gobierno hibrido de Dina Boluarte:

1) “Los niños son expuestos a hechos de violencia que observa todo el País”, “Ni siquiera los animales exponen a sus hijos. Lo vemos todos los días en donde una madre muere defendiendo a sus hijos para que no sean atacados. ¿Se les puede llamar madre a las que llevan a sus hijos y los exponen a la violencia de la cual estamos siendo testigo? ¿A ese extremo de manipulación podemos llegar?, yo dudo que sean las madres, yo no creo que en la extrema necesidad que se encuentran algunas mujeres lleguen a alquilar a sus hijos como para que sean llevados a esto”. (Oscar Becerra, ministro de Educación, 6 de marzo del 2023, diario Expreso)

2) Una mujer que se dirigía con brazos abierto hacia la policía nacional fue repelido directamente con una bomba lacrimógena a menos de 5 metros, en la plaza San Martín. (jueves 02 de marzo 2023, página web de Infobae)

3) Detienen a mujer indígena con su vestimenta típica de su zona, Aida Aroni, por flamear la bandera nacional delante de la Policía Nacional. (Página web Spunik, 9 de marzo del 2023)

4) Detienen a Yanet Navarro Flor, por presuntamente recaudar dinero para la marcha contra el gobierno, en su bolsa se le encontró la suma de 2,300 soles; se le pide 30 meses de prisión preventiva. (Diario Correo, 15 de febrero 2023).

5) “Metanle Bala”, dos jóvenes pidiendo a la PNP, mientras unas mujeres indígenas  protestaban. (Diario La República, 31 de enero 2023)

6) Intervención a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima (UNMSM), por parte de la Policía Nacional, deteniendo a cerca de 200 personas entre estudiantes de la casa de estudio, mujeres indígenas con sus hijos provenientes del sur, que llegaron a Lima para protestar contra el gobierno de Dina Boluarte. A las mujeres indígenas se les insultaba y agredía verbalmente; a las estudiantes se les desnudaba para ver si tenía algún tipo de objeto, todos ellos y ellas fueron detenidos y llevados a la comisaria. (Diario Correo, 21 de enero 2023).

7) De los cerca de 70 fallecidos por protestar contra el gobierno central, 2 son mujeres que no  tenían nada que ver con las marchas.

Y así podemos mencionar más testimonios, discursos, hechos sociales, que reflejan la concepción ideológica patriarcal, machista, discriminadora, misoginia, existente por parte de los diversos sectores sociales y políticos, contra las mujeres y particularmente contra aquellas que culturalmente no pertenecen al mundo occidental, costeño y urbano.

LA VIOLENCIA Y DISCRIMINACIÓN ESTRUCTURAL CONTRA LAS MUJERES INDIGENAS EN UNA SOCIEDAD MACHISTA:

Desde el año en que muchas mujeres lanzaron su voz de protesta contra la explotación, el bajo salario, la violencia, y otras acciones contra ellas a nivel internacional y nacional; se   han venido realizando movimientos reivindicativas permanentes contra las Instituciones Públicas, los gobiernos, el Estado, las comunidades y sociedades. Obteniendo muchos logros, producto de sus movilizaciones y protestas. En algunos países los resultados han avanzado más que en otras.

En el Perú, desde mediados del siglo XX hasta la actualidad, las mujeres han luchado por mejoras salarial, acceso a una educación y a un trabajo digno, igualdad de oportunidades, reconocimiento al voto de la mujer y a su participación política mediante la alternancia y la paridad; así como también el respeto a su identidad de género, a la no violencia contra las mujeres, etc. Muchas de estas reivindicaciones han comenzado a tener resultados y respuestas favorables; otras todavía no son reconocidas; por el contrario, se mantiene la ideología patriarcal y machista, que no tan solo se da dentro de la pareja, también en la familia, en la comunidad, sociedad e instituciones públicas, que deben ser erradicadas en el corto y mediano plazo.

Haciendo un análisis desde la ecología social; consideramos que en el Perú, todavía sigue predominando la violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar, en su tipificación y modalidades. Podemos identificar que estos tipos de actos se dan en los diversos sectores, lugares, espacios, etc.

Los hechos sociales, descritos a inicios del presente artículo, es el reflejo y expresión de la violencia contra las mujeres tipificada como: violencia física y psicológica; además dentro de la modalidad de violencia lo identificamos contra las mujeres indígenas. Ya que, según la ley 30364 considera que existen 4 tipos de violencia: a) Violencia Física, b) Violencia Psicológica,  c) Violencia Sexual, y d) Violencia Económica/ Patrimonial.

Además de las tipologías se habla de modalidades de violencia, que hasta la actualidad se han ido incrementando a 21. Podemos mencionar a: 1) Violencia en relación de Pareja, 2) Feminicidio, 3) Trata de personas con fines de explotación, 4) Acoso sexual en espacios públicos, 5) Violencia obstétrica, 6) Esterilización forzada, 7) Hostigamiento sexual, 8) Acoso Político, 9) Violencia en conflictos armados, 10) Violencia en conflictos sociales, 11) Violencia y Tics, 12) Violencia por orientación sexual, 13) Violencia contra mujeres migrantes, 14) Violencia contra mujeres con VIH, 15) Violencia en Mujeres privadas de su libertad, 16) Violencia contra mujeres discapacitadas, 17) violencia contra mujeres afroperuanas, 18) Violencia contra mujeres indígenas u originarias, 19) Acoso a través del proceso judicial, 20) Violencia en los servicios de salud sexual y reproductivo,  y 21) Desaparición por particulares.

Lo que estamos viendo en estos últimos meses es una modalidad de violencia contra las mujeres indígenas u originarias, por su condición de pertenecer a una etnia ancestral, que mantienen su cultura expresado en su lengua y/o dialecto, en su vestimenta, en sus costumbres y tradiciones ancestrales. Sosteniéndose a través del tiempo mediante un proceso de endoculturación.

La transculturización que han venido teniendo nuestro país ha permitido construir un Estado moderno occidentalizado; donde las culturas indígenas no han podido ser incorporadas pacífica y democráticamente a este proceso. Además, estas etnias tampoco han renunciado a sus patrones culturales ancestrales; ya que han sabido adecuarse a los cambios y a la modernización que sus territorios han tenido. Y que en muchos de los casos sus principales necesidades no han sido escuchados ni atendidos por parte de las autoridades subnacionales y nacionales que son fuertemente influenciados por el modernismo neoliberal basado en el extractivismo.

ETNIAS ANDINAS PROTAGONISTAS DE LA LUCHA POLÍTICA:

“La etnia ha sido definida como un grupo integrado por individuos establecidos históricamente en un territorio determinado que poseen un lenguaje y una cultura común, reconocen ante otros grupos sus propias peculiaridades y diferencias, y se identifican con un nombre propio. En nuestro país, la identidad étnica les dio cohesión a las primeras sociedades humanas; durante miles de años el grupo étnico fue el núcleo alrededor del cual se formaron las aldeas, los reinos, las confederaciones de pueblos y los primeros estados”[1].

Existen datos que nos llevan a indicar que en nuestro país contamos con 48 lenguas nativas o dialectos diferentes al castellano; 55 pueblos indígenas de las cuales 51 son amazónicas y 4 son andinas.

A la vez, según el último censo poblacional del 2017 realizado por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), de acuerdo a su autopercepción étnica de la población de 12 a más años de edad por sus costumbres y antepasados, el 25,7% se considera de origen indígena, principalmente quechua con 22,3%, aimara con 2,4%, y de etnias amazónicas con 1,0%, entre las principales. El 3,6% se autoperciben afrodescendientes; el 5,9% de origen blanco. En tanto, el 60,2% se identifica como mestizo. Además, el 16,3% de la población del país, tiene como lengua materna una lengua nativa, principalmente el quechua con 13,9%, aimara 1,7% y el 0,8% alguna lengua de la Amazonía. En tanto, el 82,6% tiene como lengua materna el castellano. Por lo tanto, podemos resumir que somos un país plurietnico.

Estas etnias provenientes del sur del país, particularmente de la región Puno, donde podemos identificar a los aymaras y quechuas; han sido culturas que en todo momento fueron excluido del proceso de modernización y desarrollo territorial que deberían haber tenido el Estado Nacional. Nunca ha existido Políticas de Inclusión Sociocultural, que permita ser reconocida como tal.

Por lo que estas etnias subnacionales locales y comunitarias, tienen que hacer sentir su voz de protesta mediante acciones como: marchas, paros, huelgas, movilizaciones, etc. Para que sean escuchados y atendidas. En otros casos, tienen que viajar a la capital del país, para realizar sus reclamos. A diferencia de otras regiones que a través de actos ilegales logran obtener beneficios y ventajas.

Lo que podemos observar y percibir, es que las luchas actuales, ya no tienen un contenido reivindicativo, social, de necesidades básicas insatisfechas. Por el contrario ahora tienen una connotación político; cuyo protagonismo son las mujeres, que a pesar de la discriminación y maltrato que reciben siguen adelante luchando contra un ejecutivo, legislativo e instituciones públicas, que les dan  la espalda a sus demandas. Trayendo como consecuencia a más de 60 ciudadanos asesinados por las fuerzas del Orden, producto de la represión.

A pesar de ello, el gobierno nacional no ha reconocido estos hechos lamentables, que a nivel nacional e internacional viene siendo repudiado y criticado. Este tipo de violación a los Derechos Humanos en nuestro país, y en particular a las etnias del sur en el Perù, expresa que el Estado y el Gobierno, sigue teniendo la concepción de que las mujeres indígenas, no tienen derecho a un proceso de inclusión social.

Lastimosamente, el gobierno central que esta en manos de una mujer, en ningún momento ha cuestionado o criticado los actos de discriminación y violencia contra las mujeres indígenas; a pesar que ella misma lo manifiesta públicamente que tiene raíces indígenas.

 

 

 



[1] Enrique Florescano “Etnia, Estado y Nación”., Edic. Taurus, 1996.

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