MUJER, VIOLENCIA Y DISCRIMINACION ESTRUCTURAL
Por: Percy J. Paredes Villarreal
En estas últimas semanas, en que
se ha celebrado el día Internacional de la Mujer, hemos podido ver las noticias en la televisión, escuchar por
la radio y leer algunos diarios mensajes de autoridades nacionales, de la clase
política, y ciudadanos, expresarse despectiva y peyorativamente hacia las
mujeres aymaras y quechuas, que están protestando contra el gobierno de
Dina Boluarte. A pesar de los actos, mensajes y discursos basados en la
discriminación estructural, estas mujeres
no se amilanan ni tampoco se sienten inferior; por el contrario se
sienten más empoderadas y con ganas de seguir luchando hasta conseguir su
objetivo principal, que es la renuncia de la Presidenta.
El presente artículo, trata de
interpretar el discurso, la narrativa y el accionar de autoridades, clase
política, y ciudadanos de a pie, con
influencia cultural occidental y europeizante, urbano y citadino; contra las
personas culturalmente diferente a ellos, a pesar que sus ancestros provienen
de estas culturas regionales.
LA DISCRIMINACIÓN ESTRUCTURAL CONTRA LAS MUJERES INDIGENAS:
La discriminación estructural es
la expresión negativa hacia un grupo de personas que no tienen las mismas
características sociales y culturales de la mayoría. Patricio Solís nos presenta a la
discriminación como un “conjunto de prácticas, informales o
institucionalizadas, que niegan el trato igualitario o producen resultados
desiguales para ciertos grupos sociales y que tienen como consecuencias la
privación o el menoscabo en el acceso a los derechos y la reproducción de la
desigualdad social.” Esto se refleja a través de discursos, mensajes,
simbologías y narrativas, particularmente, contra mujeres Aymaras y Quechuas de
la Región de Puno, que vienen movilizándose contra el gobierno hibrido de Dina
Boluarte:
1) “Los niños son expuestos a hechos de violencia que observa todo el
País”, “Ni siquiera los animales exponen a sus hijos. Lo vemos todos los días
en donde una madre muere defendiendo a sus hijos para que no sean atacados. ¿Se
les puede llamar madre a las que llevan a sus hijos y los exponen a la
violencia de la cual estamos siendo testigo? ¿A ese extremo de manipulación
podemos llegar?, yo dudo que sean las madres, yo no creo que en la extrema
necesidad que se encuentran algunas mujeres lleguen a alquilar a sus hijos como
para que sean llevados a esto”. (Oscar Becerra, ministro de Educación, 6 de
marzo del 2023, diario Expreso)
2) Una mujer que se dirigía con brazos abierto hacia la policía nacional
fue repelido directamente con una bomba lacrimógena a menos de 5 metros, en la
plaza San Martín. (jueves 02 de marzo 2023, página web de Infobae)
3) Detienen a mujer indígena con su vestimenta típica de su zona, Aida
Aroni, por flamear la bandera nacional delante de la Policía Nacional. (Página
web Spunik, 9 de marzo del 2023)
4) Detienen a Yanet Navarro Flor, por presuntamente recaudar dinero para
la marcha contra el gobierno, en su bolsa se le encontró la suma de 2,300
soles; se le pide 30 meses de prisión preventiva. (Diario Correo, 15 de febrero
2023).
5) “Metanle Bala”, dos jóvenes pidiendo a la PNP, mientras unas mujeres
indígenas protestaban. (Diario La
República, 31 de enero 2023)
6) Intervención a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima
(UNMSM), por parte de la Policía Nacional, deteniendo a cerca de 200 personas
entre estudiantes de la casa de estudio, mujeres indígenas con sus hijos
provenientes del sur, que llegaron a Lima para protestar contra el gobierno de
Dina Boluarte. A las mujeres indígenas se les insultaba y agredía verbalmente;
a las estudiantes se les desnudaba para ver si tenía algún tipo de objeto,
todos ellos y ellas fueron detenidos y llevados a la comisaria. (Diario Correo,
21 de enero 2023).
7) De los cerca de 70 fallecidos por protestar contra el gobierno central,
2 son mujeres que no tenían nada que ver
con las marchas.
Y así podemos mencionar más testimonios,
discursos, hechos sociales, que reflejan la concepción ideológica patriarcal,
machista, discriminadora, misoginia, existente por parte de los diversos
sectores sociales y políticos, contra las mujeres y particularmente contra
aquellas que culturalmente no pertenecen al mundo occidental, costeño y urbano.
LA VIOLENCIA Y
DISCRIMINACIÓN ESTRUCTURAL CONTRA LAS MUJERES INDIGENAS EN UNA SOCIEDAD
MACHISTA:
Desde el año en que muchas
mujeres lanzaron su voz de protesta contra la explotación, el bajo salario, la
violencia, y otras acciones contra ellas a nivel internacional y nacional; se han venido realizando movimientos reivindicativas
permanentes contra las Instituciones Públicas, los gobiernos, el Estado, las
comunidades y sociedades. Obteniendo muchos logros, producto de sus
movilizaciones y protestas. En algunos países los resultados han avanzado más
que en otras.
En el Perú, desde mediados del
siglo XX hasta la actualidad, las mujeres han luchado por mejoras salarial,
acceso a una educación y a un trabajo digno, igualdad de oportunidades,
reconocimiento al voto de la mujer y a su participación política mediante la
alternancia y la paridad; así como también el respeto a su identidad de género,
a la no violencia contra las mujeres, etc. Muchas de estas reivindicaciones han
comenzado a tener resultados y respuestas favorables; otras todavía no son reconocidas;
por el contrario, se mantiene la ideología patriarcal y machista, que no tan
solo se da dentro de la pareja, también en la familia, en la comunidad,
sociedad e instituciones públicas, que deben ser erradicadas en el corto y
mediano plazo.
Haciendo un análisis desde la
ecología social; consideramos que en el Perú, todavía sigue predominando la
violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar, en su
tipificación y modalidades. Podemos identificar que estos tipos de actos se dan
en los diversos sectores, lugares, espacios, etc.
Los hechos sociales, descritos a
inicios del presente artículo, es el reflejo y expresión de la violencia contra
las mujeres tipificada como: violencia física y psicológica; además dentro de
la modalidad de violencia lo identificamos contra las mujeres indígenas. Ya
que, según la ley 30364 considera que existen 4 tipos de violencia: a)
Violencia Física, b) Violencia Psicológica,
c) Violencia Sexual, y d) Violencia Económica/ Patrimonial.
Además de las tipologías se habla
de modalidades de violencia, que hasta la actualidad se han ido incrementando a
21. Podemos mencionar a: 1) Violencia en relación de Pareja, 2) Feminicidio, 3)
Trata de personas con fines de explotación, 4) Acoso sexual en espacios
públicos, 5) Violencia obstétrica, 6) Esterilización forzada, 7) Hostigamiento
sexual, 8) Acoso Político, 9) Violencia en conflictos armados, 10) Violencia en
conflictos sociales, 11) Violencia y Tics, 12) Violencia por orientación
sexual, 13) Violencia contra mujeres migrantes, 14) Violencia contra mujeres con
VIH, 15) Violencia en Mujeres privadas de su libertad, 16) Violencia contra
mujeres discapacitadas, 17) violencia contra mujeres afroperuanas, 18)
Violencia contra mujeres indígenas u originarias, 19) Acoso a través
del proceso judicial, 20) Violencia en los servicios de salud sexual y
reproductivo, y 21) Desaparición por
particulares.
Lo que estamos viendo en estos
últimos meses es una modalidad de violencia contra las mujeres indígenas u
originarias, por su condición de pertenecer a una etnia ancestral, que
mantienen su cultura expresado en su lengua y/o dialecto, en su vestimenta, en
sus costumbres y tradiciones ancestrales. Sosteniéndose a través del tiempo
mediante un proceso de endoculturación.
La transculturización que han
venido teniendo nuestro país ha permitido construir un Estado moderno
occidentalizado; donde las culturas indígenas no han podido ser incorporadas
pacífica y democráticamente a este proceso. Además, estas etnias tampoco han
renunciado a sus patrones culturales ancestrales; ya que han sabido adecuarse a
los cambios y a la modernización que sus territorios han tenido. Y que en
muchos de los casos sus principales necesidades no han sido escuchados ni
atendidos por parte de las autoridades subnacionales y nacionales que son
fuertemente influenciados por el modernismo neoliberal basado en el
extractivismo.
ETNIAS ANDINAS PROTAGONISTAS DE LA LUCHA POLÍTICA:
“La etnia ha sido definida como un grupo integrado por
individuos establecidos históricamente en un territorio determinado que poseen
un lenguaje y una cultura común, reconocen ante otros grupos sus propias
peculiaridades y diferencias, y se identifican con un nombre propio. En nuestro
país, la identidad étnica les dio cohesión a las primeras sociedades humanas;
durante miles de años el grupo étnico fue el núcleo alrededor del cual se
formaron las aldeas, los reinos, las confederaciones de pueblos y los primeros
estados”[1].
Existen datos que nos llevan a
indicar que en nuestro país contamos con 48 lenguas nativas o dialectos
diferentes al castellano; 55 pueblos indígenas de las cuales 51 son amazónicas
y 4 son andinas.
A la vez, según el último censo poblacional del 2017
realizado por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), de
acuerdo a su autopercepción étnica de la población de 12 a más años de edad por
sus costumbres y antepasados, el 25,7% se considera de origen indígena,
principalmente quechua con 22,3%, aimara con 2,4%, y de etnias amazónicas con
1,0%, entre las principales. El 3,6% se autoperciben afrodescendientes; el 5,9%
de origen blanco. En tanto, el 60,2% se identifica como mestizo. Además, el
16,3% de la población del país, tiene como lengua materna una lengua nativa,
principalmente el quechua con 13,9%, aimara 1,7% y el 0,8% alguna lengua de la
Amazonía. En tanto, el 82,6% tiene como lengua materna el castellano. Por lo
tanto, podemos resumir que somos un país plurietnico.
Estas etnias provenientes del sur
del país, particularmente de la región Puno, donde podemos identificar a los
aymaras y quechuas; han sido culturas que en todo momento fueron excluido del
proceso de modernización y desarrollo territorial que deberían haber tenido el
Estado Nacional. Nunca ha existido Políticas de Inclusión Sociocultural, que
permita ser reconocida como tal.
Por lo que estas etnias
subnacionales locales y comunitarias, tienen que hacer sentir su voz de
protesta mediante acciones como: marchas, paros, huelgas, movilizaciones, etc.
Para que sean escuchados y atendidas. En otros casos, tienen que viajar a la
capital del país, para realizar sus reclamos. A diferencia de otras regiones
que a través de actos ilegales logran obtener beneficios y ventajas.
Lo que podemos observar y
percibir, es que las luchas actuales, ya no tienen un contenido reivindicativo,
social, de necesidades básicas insatisfechas. Por el contrario ahora tienen una
connotación político; cuyo protagonismo son las mujeres, que a pesar de la
discriminación y maltrato que reciben siguen adelante luchando contra un
ejecutivo, legislativo e instituciones públicas, que les dan la espalda a sus demandas. Trayendo como
consecuencia a más de 60 ciudadanos asesinados por las fuerzas del Orden,
producto de la represión.
A pesar de ello, el gobierno
nacional no ha reconocido estos hechos lamentables, que a nivel nacional e
internacional viene siendo repudiado y criticado. Este tipo de violación a los
Derechos Humanos en nuestro país, y en particular a las etnias del sur en el
Perù, expresa que el Estado y el Gobierno, sigue teniendo la concepción de que
las mujeres indígenas, no tienen derecho a un proceso de inclusión social.
Lastimosamente, el gobierno
central que esta en manos de una mujer, en ningún momento ha cuestionado o
criticado los actos de discriminación y violencia contra las mujeres indígenas;
a pesar que ella misma lo manifiesta públicamente que tiene raíces indígenas.
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