martes, 18 de julio de 2023

NEOLIBERALISMO Y POLITICAS PÚBLICAS

 Por: Percy J. Paredes Villarreal

La crisis de los 80 del siglo pasado, sustentado en un Capitalismo Estatal o también denominado Keynesianismo, en honor a su creador; implico cambiar de modelo para fortalecer el sistema. Este nuevo modelo tenía que ser diferente al anterior, que permitiera fortalecer el mercado y debilitara al Estado, beneficiara a los grupos de poder a los Organismos Financieros Internacionales y perjudicara al territorio, a la Nación y a los sectores populares.

Para ello, se recoge la propuesta liberal de Milton Friedman, pensador de los inicios del siglo pasado que apostaba por un modelo que buscará reducir el Estado en sus funciones y responsabilidades; y además darle todo el poder al mercado como el eje central del desarrollo de un determinado país.

Lo interesante de este cambio de modelo de desarrollo se centró en que hubo una exageración por parte de los pensadores y seguidores de Adam Smith y David Ricardo, que recogieron sus aportes y teorías llevándolos al liberalismo extremo. Permitiendo la desaparición de todo lo que es público; trasladando todos los servicios al sector privado, que por norma le correspondía al Estado darle la sostenibilidad y brindar una buena atención de calidad.

En aquella época los gobernantes tuvieron que aceptar e implementar las medidas impuestas por los organismos financieros internacionales a cambio de negociación de sus deudas y su reinserción en la economía mundial y globalizado.

América Latina vivió esa etapa, y todos los Estados latinoamericanos sufren   las consecuencias de este modelo que genero muchos problemas y crisis no tan solo económicos, también social, político, cultural, etc.

El Perú no fue exento de esto, por el contrario profundizo sus reformas estructurales al extremo de llegar a rendirles cuentas a los organismos internacionales (FMI, BM, BID, Club de París), de las acciones que realizaba convirtiéndose en una especia de colonia de estas entidades internacionales.

Estas medidas tomadas durante el gobierno fujimorista llevaron a reducir el rol del Estado y a entregar todo al sector privado, desprendiéndose de los servicios que le competía. Para lo cual, una de sus principales acciones fue la desarticulación de los gremios aperturando la libre sindicalización, el despido masivo de trabajadores, el congelamiento de los sueldos y salarios de estos; de esa manera evitar el rechazo a las reformas neoliberales.

En algunos sectores, como salud y educación, encontró gremios fuertes y solidos que le hicieron frente no tan solo al gobierno implementador de la reforma estructural, también al modelo; en otros sectores, los gremios fueron extinguidos rápidamente. Por lo que, las reformas se dieron de manera total, tal como los neoliberales lo habían planificado.

A pesar de los obstáculos existentes, lo que hizo el gobierno fue “asfixiarlo” mediante medidas y normas de liberalización del servicio incorporándolo el sector privado. A la vez, redujo los presupuestos en los diversos sectores públicos, congelo los sueldos, y también modifico la carrera publica llevándolo a una mercantilización.

Tras 10 años de reformas estructurales neoliberales, donde los resultados macroeconómicos fueron favorables, pero de manera perjudicial en lo micro; esto implico darle un giro a la reforma del Estado. Por lo que comenzaron a darse una serie de medidas que permitiera reducir la pobreza, las brechas sociales y económicas, las desigualdades y la inequidad.

Estos avances se lograros posterior al gobierno de Fujimori, que inician un proceso de reformas al modelo neoliberal; para lo cual, los nuevos gobernantes comienzan a tomar medidas basados en el “Crecimiento Económico y la distribución de las riquezas”, es decir darle cierta presencia al Estado particularmente en temas de corresponsabilidades; mientras que en otros sectores productivos y de actividades primarias, seguían en manos de las transnacionales.

De esa manera, los continuadores de las reformas al neoliberalismo se concentraron en darle un rol administrativo y normativo al Estado, donde los servicios, lo económico y productivo siga siendo responsabilidad del mercado y del sector privado; mientras que en el aspecto social se le encargue al Estado mediante la implementación de una serie de reformas sociales y políticas.

Estas acciones y medidas se realizaban dentro de lo que se le denominó gobierno bajo “Piloto Automático”; ya que estos gobernantes posteriores al fujimorismo, podían realizar e implementar algunas medidas en diferentes ámbitos más no en lo económico.

Asi es como se impide brindar reformas que permitiera generar innovaciones y cambios en busca del mejoramiento de las familias peruanas. Pero estas no han tenido los resultados esperado, debido a los múltiples problemas existentes en el país, y que nunca se previno por la falta de una visión de futuro o de desarrollo, o mejoramiento de las condiciones o calidad de vida de nuestro país.

En estos últimos 6 años, hemos visto no tan solo una crisis política cuyos resultados es ya conocido; pero también hemos observado la ausencia de Políticas Públicas, que hubiesen permitido prevenir una serie de temas que han comenzado a colocarse en la agenda pública, como fueron y son: 1) Ausencia de políticas públicas para prevenir y enfrentar la pandemia del Coronavirus, que ha traído como consecuencia la muerte de más de 200 mil peruanos. 2) Precaria atención en la conectividad educacional particularmente en los niveles de pregrado (primaria y secundaria), aparte del maltrato a la educación universitaria. 3) Inseguridad que nos ha llevado a una serie de modalidades de crímenes, extorsión y sicariato; 4) Falta de normatividad para atender a los inmigrantes en nuestro país que han permitido un alto índice de personas indocumentadas; 5) Incremento de la informalidad para poder sostenerse sin contar con seguro de vida, ni tampoco sistema de pensiones; 6) el alto índice de violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar, el feminicidio, la trata de personas que cada día se va incrementando; 7) la corrupción a nivel institucional, que involucra a políticos, funcionarios y ciudadanos de a pie, entre otros temas; 8) crisis política en estos últimos 6 años, que ha generado ingobernabilidad e inestabilidad política. Y así podemos mencionar a otros temas como el dengue, que se viene incrementando en contagios y fallecidos, impidiendo la reducción respectiva.

Estos problemas mencionados líneas arriba y otros existentes, son los resultados de un modelo que solamente se ha centrado y priorizado el crecimiento económico, dejando de lado una serie de temáticas que necesitan ser abordados en lo inmediato, y que vienen siendo rebasado a un Estado y gobiernos que se han dedicado a administrar la crisis estructural que tiene nuestro país, y a defender la economía de mercado. Trayendo como consecuencia la falta o ausencia de políticas públicas, que deberían ser atendidos en lo inmediato, mediano y largo plazo a través de un proceso de planificación.

Por lo tanto es importante una mayor presencia del Estado de manera planificada y con políticas públicas en los diversos sectores y ámbitos.

 

 

 

 

 

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