miércoles, 8 de enero de 2014

PRESENCIA DEL ESTADO EN LOS ESPACIOS LOCALES RURALES

Por: Percy J. Paredes Villarreal


En estos últimos meses tuve la oportunidad de participar en un concurso para cubrir una plaza en Participación Ciudadana para un proyecto de desarrollo ubicado en la zona andina de la Región La Libertad; ya que, estaban solicitando contratar los servicios de un profesional en Antropología. Para lo cual, el proceso de selección consistía en dos etapas, la primera era la presentación del Curriculum Vitae, y la segunda fase era una entrevista personal; obviamente pase la primera fase e ingrese a la segunda donde iniciamos con una entrevista pero se culminó en un debate ideológico, político y profesional.

La entrevista que tuve, me fortaleció mi formación como antropólogo y mi profesionalismo; además de mi identificación con el pensamiento y la cultura “Indigenista” que desde la Universidad tuve la oportunidad de acercarme a raíz de las lecturas independientes que realizaba; ya que, en la escuela de Antropología, de nuestra Universidad no existe una corriente de pensamiento antropológico muy definido, además de la existencia de una suma de antropólogos que han ingresado a la docencia por el amiguismo con algunos antropólogos antiguos; dedicándose a dictar clase en las diferentes escuelas profesionales existentes en la Facultad de Ciencias Sociales de la universidad Nacional de Trujillo.

En esta entrevista/debate sostenida con el jurado, pude rescatar algunos puntos de vista que lo sistematizo en cuatro puntos:

Primero, muchas veces el jurado que hace la entrevista no son afines a la profesión ni tampoco a la plaza que se está convocando para seleccionar; por lo que, en muchos de los casos existe un desconocimiento de la realidad local. Esto tiene que ver con que en algunos casos, los profesionales que laboran en lugares andinos llegan con una formación y una cultura vinculada al occidentalismo, al pensamiento urbanos costeño, generando distanciamiento con los principales actores y personas del mismo lugar, desconociendo su cultura y el tipo de sociedad en que se desenvuelve. Del mismo modo, a veces vamos por un trabajo donde permanecemos unos cuantos días y luego retornamos apresuradamente a nuestro lugar de origen. Es decir no existe una identificación, ni tampoco un involucramiento con el proyecto, ni con la comunidad.

Segundo, Huamachuco en estos últimos 60 años ha pasado por diversas etapas sociales, económicas, políticas y culturales; por el lado social, ha pasado por el servilismo, colectivismo y el individualismo. Del mismo modo, en el aspecto económico, han pasado por la Hacienda, la reforma agraria donde han existido Cooperativismo, Comunidades Campesinas y SAIS, hasta llegar a la actualidad con lo que es el extractivismo primario, generando un crecimiento económico más no un desarrollo territorial, mucho menos local.

Del mismo modo, en el aspecto político, podemos decir que esta Provincia ha pasado por la etapa de la organización de las Rondas Campesinas, su lucha contra el Terrorismo y la guerra sucia, y en la actualidad, viene predominando la seguridad privada y el Serenazgo.

Asimismo, como sociedad urbana han pasado por la de una sociedad tradicional a una moderna, y porque no decirlo están ingresando a una sociedad posmoderna; donde la tecnología de punta, y la presencia de las tiendas comerciales, está permitiendo fortalecer una sociedad consumista.

Además de que, esto ha permitido generar un proceso migratorio del campo a la ciudad andina, donde los citadinos han migrado a las urbes costeñas; mientras que, los de la costa han inmigrado a la zonas andinas, debido a la predominancia de la minería, en estas zonas andinas.

Tercero, la presencia del Estado en este lugar, en estos últimos tiempos se viene consolidando a partir de la implementación de Programas Sociales Asistenciales, como también la presencia de las Instituciones Públicas, con exiguos profesionales dentro de ellas.

Pero, esa presencia se da en las capitales de la Provincia y de los Distritos, donde los gobiernos locales recién están comenzando a empoderarse, con los recursos financieros que les remite el Estado Central; ya que, con esos recursos pueden sostenerse; mientras que los impuestos que deben aportar las empresas mineras en su jurisdicción, en muchos de los casos lo hacen fuera de ella.

Por lo tanto, algunas autoridades ante la falta de formación política e ideológica, así como también la carencia de una visión de desarrollo, muchos menos al no contar con una planificación de desarrollo, se dedican a realizar actividades específicas; limitándose a realizar obras que no tienen ningún impacto social, impidiendo el aprovechamiento de estos recursos para el mejoramiento de su calidad de vida y de su desarrollo humano.

Mientras que, en las zonas alejadas de la capital de provincia y Distrito, me refiero a las comunidades y caseríos, existe una gran ausencia del Estado; por lo que, en estos lugares la democracia directa y participativa es muy fuerte y sólido. Ya que, mediante las asambleas de todos los comuneros y conjuntamente con sus familiares, eligen a sus representantes como son: Delegado Vecinal, Tenientes Gobernadores, Presidente de Rondas Campesinas, Presidenta del Club de Madres y del Vaso de Leche, Presidente de la APAFA, Promotor de Salud, etc.

Del mismo modo, en algunos lugares se mantienen algunos trabajos colectivos como son las Mingas, la Republica, etc.; se practica algunas costumbres y tradiciones ancestrales como son: el corte de pelo del niño, el bautizo, la primera comunión, los cumpleaños que duran entre tres a cuatro días, etc.; y porque no decir, que también predomina el capital social, donde la reciprocidad y la confianza, son elementos fundamentales dentro de la comunidad.

CUARTO, obviamente, que existe algunas contaminaciones culturales, que viene de fuera, y son traído por personas extrañas o también por familiares que migraron; pero que después de mucho tiempo han llegado a su tierra natal, de preferencia cuando es fiesta del pueblo, cumpleaños o matrimonios; ellos llegan para impresionar y llamar la atención, haciendo ver a sus coterráneos que ellos salieron pobres y llegan con riqueza.

Con eso no quiero decir que estas comunidades rurales deben mantenerse en esa situación; por el contrario, ellos deben comenzar a cambiar, modernizarse y desarrollarse, manteniendo sus patrones culturales; que dicho sea de paso, en Huamachuco están en proceso de extinción salvo algunas comunidades que siguen manteniendo sus tradiciones y vestimentas.

Esta descripción que hago, de la realidad de la zona andina es porque he presenciado y he sido participe, en muchos de los casos, como antropólogo, como investigador y como trabajador en diversos gobiernos locales de esta zona.

Mi interés en participar en este concurso, tenía tres finalidades: la Primera, era seguir estudiando la cultura andina e indígena, de la Región; Segundo, fortalecer la democracia participativa en este lugar; Tercero, la remuneración era muy interesante.

Pero, como estamos en el Perú, donde las oportunidades son solamente para aquellos que son del Partido de Gobierno, son amigos o familiares o en su defecto pagan para ocupar un puesto de trabajo, no logre ganar esta plaza; luego una amiga que conocí en la entrevista me comento que los puestos a las que habían convocado ya se encontraban direccionado; y que solamente era un formulismo. Y como yo no soy partidario de esa cultura política predominante en nuestro país, sencillamente fui descalificado, así como en diversos concursos para ocupar puestos dentro del Estado. Pero aprendí mucho y en esta oportunidad lo estoy compartiendo con todos aquellos que creemos en el Estado y en la democracia participativa.





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