SALVO LA DEFENSA DEL MODELO TODO ES ILUSION
Por: Percy J.
Paredes Villarreal
Durante el primer gobierno de
Alan García, en el año de 1988, en su discurso que nos tenía acostumbrado
afirmaba la “Estatización la Banca”; de
esa manera rompía su relación con los famosos “12 apóstoles” grupo de
poder que tenía el control de la
economía en el país.
A partir de ese hecho político,
la derecha se unión y salió a la calle a expresar su rechazo a esa medida, que iba en desmedro de sus intereses como
grupo de poder. Dentro de ese movimiento de protesta se unieron los líderes
tradicionales de este sector como lo fueron los representantes de los partidos
políticos del PPC y AP, como Luis Bedoya Reyes y Fernando Belaunde Terry; además se incorporó el escritor nacional
Vargas Llosa que ingreso a la política formando el movimiento político
“Libertad”.
La Movilización contra el
gobierno de Alan García, en rechazo a la medida llevo a la conformación del FREDEMO (Frente
Democrático); que luego participó en las elecciones presidenciales de 1990,
llevando como candidato a Vargas Llosa, quién planteaba la implementación del
modelo neoliberal en nuestro país.
La derrota de Vargas Llosa por
Alberto Fujimori, este último proponía un programa diferente al
neoliberalismo; fue aceptado.
Posteriormente el virtual Presidente de la República cambio de programa asumiendo la del candidato
derrotado; para lo cual tuvo que implementar un autogolpe de Estado para ejecutar el modelo que se oponía cuando
era candidato.
Para dar el “Autogolpe de
Estado”, Fujimori tuvo el respaldo de los Organismos Financieros
Internacionales, como: Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Mundial (BM),
Banco Interamericano de Desarrollo (BID), club de París; mientras que a nivel
interno fueron: La CONFIEP, las Fuerzas Armadas y la Iglesia los que
respaldaron la ruptura institucional, para implementar las medidas
neoliberales.
En un primer momento, hubo un
rechazo de las fuerzas democráticas que con el tiempo se fueron diluyendo; ya
que, la derecha se oponía a la decisión
autoritaria de Fujimori. Luego, estos se pusieron a favor del dictador avalando
las medidas implementadas durante la década de los 90 del siglo pasado.
La presión de las fuerzas
democráticas y de los Organismos Internacionales y de algunos países como de
los Estados Unidos de Norteamérica, para convocar a una Asamblea Constituyente
y su posterior referéndum para avalar o rechazar la carta magna; además de la
convocatoria a elecciones presidenciales. Fujimori tuvo que aceptar y ceder
ante estas presiones con la finalidad de retornar al sistema democrático; siendo
a favorable a la sostenibilidad del modelo de la economía de mercado, la libre
competencia, y la reducción del estado; así como también la creación de una cultura política basado en
tres componentes: Autoritarismo, Corrupción y Neoliberalismo, que sigue vigente
hasta nuestros días.
Las diversas medidas en favor del
fortalecimiento del modelo, permitió construir y fortalecer todo un aparato
político y económico en favor del neoliberalismo; permitiendo que la derecha justificara
y aceptara las medidas implementadas por el régimen dictatorial y autocrático de la primera
década de neoliberalismo. Y continuadas por los siguientes gobiernos democráticos; todas estas
medidas y acciones buscaron mantener y fortalecer el modelo a corto, mediano y
largo plazo.
Tras la caída del fujimorismo,
llevó a que la hija del Autócrata creara su partido político para defender todo
lo que había implementado su padre en lo económico y político; además eso
implico, cargar con una mochila pesada que difícilmente puede desprenderse,
como fue la corrupción y la violación a los derechos humanos que hubo durante
la etapa fujimorista.
En un primer momento Keiko trato
de distanciarse de los herederos del fujimorismo, pero luego se acercó
incorporando algunos políticos de la “guardia vieja” como lo fueron Martha
Chávez, Aguinaga, Cuculiza, Salgado, entre otros. Al ser derrotado, decidieron
alejarse del fujimorismo, manteniendo un partido independiente y distanciado de
los políticos tradicionales; pero también tuvieron una segunda derrota, con la
diferencia que contar con una mayoría
absoluta en el parlamento desaprovechándolo.
La hegemonía de la derecha durante
estos último 30 años permitió que la disputa era en torno a medidas y acciones
políticas y sociales, sin tocar el
aspecto económico, ya que nadie se oponía; solamente optaban por modificar o
proponer algunas reformas de forma y no de fondo.
La derecha hizo pensar y creer
que los conflictos y su posterior crisis, era solamente política, abriéndose tres líneas: a)
los que defendían el modelo político y económico del neoliberalismo; b) los que
buscan reformas políticas manteniendo el
modelo económico; y c) los que buscan reformas políticas y económicas al modelo
neoliberal. De esa manera, se ha movido la derecha en estos últimos años en
nuestro país.
Los acontecimientos visto en
estos últimos tiempos, reflejan que este no es un problema meramente político,
también es económico, donde: a) la corrupción dentro de las esferas del Estado,
b) la débil institucionalidad democrática en nuestro país, c) la falta de
credibilidad en los partidos políticos, d) la situación de ingobernabilidad a
la que nos ha llevado los diversos conflictos de intereses de la derecha, e) la
precariedad de los servicios públicos, d) las desigualdades sociales y el
incremento de las brechas demuestran la pobreza en nuestro país, e) las
disparidades económicas en el desarrollo territorial, y f) la informalidad y la
precaria situación laboral de los trabajadores, son los resultados impuesto en
estos últimos 30 años.
Esta situación política y económica, se vio reflejado en las últimas elecciones
presidenciales y legislativas, de los 18 partidos aptos a participar en la
contienda, 14 era de la derecha y 4 de la izquierda; demostrando la
fragmentación de la derecha en esta última contienda electoral.
Dentro de este último proceso
electoral encontramos partidos ubicados en la ultra derecha que defendía el
modelo, sin ningún cambio y mantener intacta la Constitución Política; otros de
centro que consideraban algunas modificatorias al modelo y algunas reformas a
la Carta Magna; y por último, los que apostaban por el cambio de la
Constitución Política.
Cada proceso electoral es algo
“sui generis” ya que, tiene características diferentes; esta última ha
reflejado la falta de respeto a los partidos contrarios al modelo imperante;
donde la implementación de “guerra
sucia”, el “terruqueo” y el “Fake News”, la discriminación, insultos contra los partidos y sus candidatos de
izquierda. Para lo cual, hicieron uso de los diversos medios de comunicación
como la prensa escrita, televisiva, radial y las redes sociales.
Esta “guerra sucia” hacia los
candidatos que no eran de su línea o defendía el modelo, fue similar a la época
del fujimorismo, cuando los medios de comunicación embarraban con calumnias,
difamación, criticas sin sentido a los candidatos opuestos al líder del
neoliberalismo. Ahora lo han hecho con la candidata de izquierda, Verónica Mendoza;
pero no pudieron hacerlo con Pedro
Castillo, otro candidato de izquierda, que en poco tiempo comenzó a crecer, gracias
a la cobertura periodística que le brindó la prensa de la derecha, utilizándolo con la finalidad de restarle
voto a la candidata de “Juntos por el Perú”, lográndolo tumbar pero no
impidieron que Castillo pase a la segunda vuelta para disputar con la lideresa
de la derecha Keiko Fujimori, que se presentaba en esta tercera oportunidad
electoral.
La segunda vuelta ha implicado no
tan solo un “terruqueo”, ni un cuestionamiento al candidato de izquierda;
también ha implicado un vínculo y una relación con el “comunismo” con el
“chavismo” con el caos, con la supuesta destrucción de la economía peruana de
llegar a ganar la izquierda.
A pesar de una campaña del miedo,
sencillamente la población ha optado por votar en favor del candidato de
izquierda, por diversos motivos, como: a) El antifujimorismo, es muy fuerte; b)
La lucha contra el centralismo; c) El cuestionamiento al crecimiento, cuya
mayoría de los territorios no han sido
beneficiarios por el modelo neoliberal imperante; d) el cuestionamiento a la
clase política y al “establishment” predominante, que han blindado a muchas
autoridades y líderes políticos con problemas de investigación por corrupción;
e) La corrupción representado en Fuerza Popular y en Keiko; f) El enriquecimiento desmesurado de los
grupos d de poder, en comparación a otros sectores que no han podido
beneficiarse del modelo; g) La población se sentía representado en el profesor
Castillo, por su humildad, por ser campesino, profesor de educación rural, y
porque afirmaba un cambio mediante su slogan “No más pobre en un país rico”.
La derrota de Keiko Fujimori y de
la derecha en estas últimas elecciones, demuestra que no quiere aceptar el fin
del neoliberalismo; buscando cualquier pretexto para impedir el cambio de
modelo. A pesar de tener el control y poder de las instituciones a su favor, de
los medios de comunicación y de diferentes grupos colectivos que han
discriminado a las poblaciones ajenas a su territorio limeño, la votación les
ha sido adversas. Primero comenzaron denunciando los supuestos “fraudes en
mesa”; segundo fue la presentación de impugnación a 920 actas observadas por las firmas que no son
iguales a los DNI, por la presencia de familiares como miembros de mesa, etc.;
luego han presionado la ampliación de la
presentación de reclamos ante los Jurados Especiales; posteriormente han avanzado en el
cuestionamiento a las instituciones encargadas de procesar los resultados (ONPE
– JNE), luego se oponen a la juramentación de Castillo porque argumentan que
vamos a ser como Venezuela o como los países que han optado por un cambio de
modelo. Es decir la derecha no acepta su derrota buscando algunos motivos o pretextos para
mantenerse en el poder que podria culminar en un “Golpe de Estado” para impedir
el reconocimiento de un “Outsider” como ganador; demostrando que han pasado de
un tema técnico administrativo electoral, a un tema político e ideológico.
Todo modelo de desarrollo tiene
un inicio y un fin, la derrota del neoliberalismo en las urnas está llevándolo
a un alargamiento de su defunción, impidiendo su cambio como ha sucedido en
otros países; ni tampoco lo aceptan como un hecho real. Este modelo amerita un
cambio en lo social, político y económico, pero la derecha se resiste a
reconocer y aceptarlo. Esperemos hasta dónde quiere llegar la derecha para
reconocer su derrota y aceptar que el Perú necesita un cambio de modelo más humano, intercultural.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio